Santa Fe: una elección que enfrenta la lógica polarizante con la lógica territorial
Pullaro y el peronismo se disputan el triunfo mientras La Libertad Avanza lucha por mantenerse competitiva. Una disputa de pisos en un escenario cambiante.
Al profundizar en el análisis, las elecciones nacionales del 26 de octubre reflejan tres grandes novedades en la provincia de Santa Fe: la irrupción del armado del gobernador Maximiliano Pullaro rompiendo la polarización; la posibilidad de un triunfo peronista ante la división del voto anti; y la pelea de Javier Milei por mantenerse competitivo.
La oportunidad de romper la polarización en Santa Fe
Pullaro con su candidata, Gisela Scaglia, estarían rompiendo la lógica polarizante que se impone en las elecciones nacionales desde 2015 a la fecha. Hay que remontarse a la victoria de Hermes Binner en 2013 para encontrar un antecedente competitivo de una fuerza de características provinciales.
Defender a Santa Fe es defender el trabajo, la producción y el futuro de nuestras familias.
Desde Venado Tuerto y todo el departamento General López seguimos transformando la provincia invencible con obras, gestión y transparencia. pic.twitter.com/rUayLdBs4H
Si bien el gobernador santafesino es uno de los comandantes del barco nacional de Provincias Unidas, su propuesta para octubre es de raigambre local y para ello tiene a su coalición de gobierno aceitada y ordenada como para cosechar la siembra de conservar en armonía el instrumento político que, tanto el peronismo como La Libertad Avanza, estrellaron contra la pared cada vez que pudieron.
En este aspecto, mucho de lo que Pullaro logró es gracias a la capacidad de liderazgo para sobrellevar una alianza de partidos disímiles, pero con objetivos políticos claros y comunes. Uno de los últimos gestos que reflejan ese estilo quedó de manifiesto con el armado de la lista para las próximas elecciones, donde el uno fue para el PRO, el dos para el socialismo y recién el tercero es radical. Esta consonancia le permite romper la polarización nacional después de 12 años y competir de igual a igual.
El peronismo y sus chances
La división competitiva del voto no peronista, le abre posibilidades de triunfo a Fuerza Patria. Ante esta oportunidad exógena que le facilita el sistema político, el peronismo le aporta elementos propios.
Hoy cumple 80 años el movimiento que le dió los años más felices a nuestra patria. Es para mi un gran orgullo estar caminando juntos como continuadores de una obra aún abierta, de un sueño inconcluso que necesita de todos y de todas. Feliz día de la lealtad y a seguir militando… pic.twitter.com/x8CX9urrEa
Ocupa con habitualidad uno de los dos polos de la grieta sistémica, sea en formato peronista o en formato antimileista, y conserva capilaridad territorial, pese a un 2023 para el olvido en términos electorales. Es el único espacio de los tres que mete un pie en cada lógica.
La Libertad Avanza sigue empujando
Parafraseando a Andrés Calamaro, La libertad Avanza está malherida, pero todavía encuentra algún lugar gracias a la lógica polarizante, estimulada por el propio Presidente, quien evidentemente interpreta que aún conserva alguna chance en Santa Fe y por eso despliega su artillería habitual de contraste negativo contra el kirchnerismo.
Para su método polarizante, la conformación actual de Fuerza Patria en Santa Fe le resulta ideal, dado que actualmente es liderado por un partido con los antecedentes ideológicos predilectos para Milei en particular y La Libertad Avanza en general. Dicha lógica, como ya es habitual, intenta desplazar de la discusión a otras opciones como la de Provincias Unidas, algo que también le sienta cómodo y usufructúa Fuerza Patria.
Una elección de pisos
En resumen, todos entendieron que es una elección de pisos y que, posiblemente, se defina por escasos márgenes debido a la conformación de tercios competentes. Es por eso que Provincias Unidas apuesta a los territorios y la micro política, y se entusiasma con meter el batacazo de alzarse con tres bancas de diputados; LLA transita el único camino que conoce que es el de la polarización pura y dura, mientras resiste los avatares de un Gobierno que no logra afinar sus instrumentos y corta cuerda ante cada intento de acorde; y el PJ, que relegó identidad para ganar en competitividad, combina ambas lógicas y se entusiasma gracias a la división del espectro no peronista.
A menos que los votantes libertarios sientan cierta vergüenza al momento de confesar sus preferencias electorales, fundamentalmente por casos como el de José Luis Espert o el achaque económico doméstico, y se active la espiral del silencio, algo impensado hace seis meses atrás y que nunca fue un problema, al menos para nuestra consultora, todo parece indicar que luchan por salir del tercer lugar, mientras que Unidos y el peronismo se disputan el triunfo.