Luego de diez días consecutivos de vigilia K en el domicilio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el gobierno nacional y el porteño de Horacio Rodríguez Larreta llegaron a un acuerdo para limitar la concentración en la zona, con un inusual protocolo para dos administraciones. Será el segundo pacto de la Recoleta en busca de la pax en el barrio, después de que el primero se quebrara con el Vallas-gate que desató la violencia del sábado.
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, representó a la Casa Rosada en el acuerdo que firmó junto a su par porteño, Marcelo D´Alessandro, y el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y que establece que, a partir de ahora, en las inmediaciones de la esquina de Juncal y Uruguay la militancia peronista procurará “ocasionar la menor afectación posible a los vecinos de la zona”. Para ello, según el contrato suscripto, se prohibirán “los acampes, las ferias, los fuegos artificiales, la instalación de parrillas, las batucadas y los cortes de calle”.
La vigilia que montó el kirchnerismo en la casa de la expresidenta luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera en su contra 12 años de prisión y la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos, generó un fuerte enfrentamiento entre la Casa Rosada y la sede de Uspallata. La tensión escaló a su máximo este sábado, cuando un operativo de seguridad ordenado por el jefe de Gobierno porteño derivó en represión policial.
El accionar de la fuerza metropolitana, que llegó a golpear al hijo de la vicepresidenta, el diputado Máximo Kirchner, generó fuertes repercusiones hacia el interior de las dos coaliciones políticas más importantes del país. Por un lado, el Frente de Todos (FdT) denunció la represión y el uso “político” que la Ciudad hace de sus fuerzas de seguridad; y, por el otro, en Juntos por el Cambio (JxC) la presidenta de PRO, Patricia Bullrich, criticó a Larreta por haber levantado el operativo y haber iniciado negociaciones con el oficialismo nacional.
En este marco, este jueves Kirchner denunció que “la oposición está viendo quién mata al primer peronista”. En declaraciones a El Destape Radio, el líder de La Cámpora responsabilizó a Larreta por los sucesos del sábado y calificó al operativo de seguridad como “una sobreactuación”.