NEUQUÉN (Corresponsalía Patagonia) Maximiliano Corach, hijo del otrora todopoderoso ministro menemista Carlos Corach, y designado interlocutor de Horacio Rodríguez Larreta para el armado en esta provincia, pasó esta semana por la capital neuquina para ratificar un proceso que genere orden en Juntos por el Cambio (JxC) detrás de la candidatura presidencial del alcalde porteño. El alfil larretista se reunió con el diputado nacional Pablo Cervi (UCR), con el presidente del PRO local y concejal Marcelo Bermúdez, y con diversas figuras de la alianza para desandar el sinuoso camino de un espacio que sigue en ebullición permanente tras la visita de Patricia Bullrich para bendecir a su aspirante a la gobernación, Francisco Sánchez.En rasgos generales, se llevó de regreso a la Ciudad de Buenos Aires el pedido de “reglas claras” para definir la lista que competirá contra el Movimiento Popular Neuquino (MPN) en 2023 y garantías para contener a los sectores heridos si no hay unidad.
Entre la ronda de diálogos, el subsecretario de Asuntos Interjuridiccionales del Ministerio de Gobierno porteño escuchó, entre varios planteos, la necesidad de redactar un manual de buenas prácticas, tal como encaró en su momento la coalición a nivel nacional. Este punto se justifica en la incorporación de socios, un tema en debate de extensa discusión. Como explicó en diversas oportunidades Letra P, el posible arribo del tres veces gobernador Jorge Sobisch, bendecido días atrás por Miguel Pichetto y su Peronismo Republicano, divide aguas y abre interrogantes en el reparto de lugares, sobre todo por "el programa y los valores de la coalición", como plantean el radicalismo y la CC-ARI.
Como parte de un equipo que ideó Larreta, Corach Jr, dirigente con inserción territorial en la Comuna 14 del barrio porteño de Palermo, hace de nexo entre el núcleo político de la Ciudad y la delegación patagónica, en una suerte de coordinación de acciones y estrategias. El larretismo tiene una lógica que se derrama a través de Diego Santilli, hoy abocado al armado bonaerense pero coordinador general; Eduardo Macchiavelli, otro de los que pasó por el sur en diversas oportunidades, y Corach, entre otras figuras que tienen su base en la Capital.
Antes y después. Con su padre y con Menem
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La visita tiene un contexto particular y certero, ya que en Neuquén la interna de JxC viene de arrastre y muta según el año electoral. En 2021, cuando la alianza parecía estar medianamente ordenada, fue el lilito Carlos Eguía el que se cortó solo. Impugnó el sello común, compitió con la camiseta de la CC-ARI y obligó a la UCR, Nuevo Compromiso Neuquino (NCN) y al PRO a presentarse con la boleta de Cambia Neuquén. Por estas horas, con esa herida ya cauterizada a partir de una prometida postulación a diputado provincial para el periodista radial y referente cívico, florecieron candidaturas a la gobernación luego de las recorridas de María Eugenia Vidal y de Bullrich. La presidenta del PRO, decidida a construir un proyecto que no deje afuera al diputado ultra Javier Milei, bendijo al diputado Sánchez, uno de los dirigentes más polémicos que tiene el espacio.
Dentro del partido amarillo, Sánchez interactúa con la versión libertaria neuquina y se identifica con cada definición o propuesta de Milei. Eso propicia diferencias puertas adentro que parecen muy difíciles de limitarse.
El mensaje que Corach se llevó al cuartel general del larretismo de parte de algunos interlocutores es que se habilite una gran interna en caso de que no haya posibilidad de alcanzar un acuerdo en la instancia provincial y en el municipio capitalino, elecciones que, se especula, se llevarán a cabo en la misma fecha, despegadas de los comicios nacionales. La idea, repitieron fuentes involucradas en la negociación, es que “nadie se vaya por fuera”, como sucedió en otras ocasiones.
“Todos adentro, todos con la posibilidad de competir”, es la síntesis del reclamo de la dirigencia cambiemista, hoy con fractura expuesta en la provincia.
Hasta hoy, en pleno debate, están anotados tres dirigentes para pelear por la sucesión del gobernador, Omar Gutiérrez, y romper más de seis décadas de hegemonía del MPN: Cervi, Sánchez y David Schlereth. La gran mayoría observa al representante del radicalismo como el indicado para esta instancia, aunque resta saber cómo decantará la negociación de Pichetto para incorporar a Sobisch. Esa es otra negociación, al menos así lo entienden desde JxC. Lo seguro es que a partir de ahora, cada dos semanas, Corach pisará el sur para acomodar la tropa.
