En público, la dirigencia política se esfuerza en marcar la distancia temporal que existe hasta las próximas elecciones, aunque en privado da muestra que está inmersa en una prematura campaña para 2023. Se observa en los discursos y recorridas de sus principales integrantes, aunque también en el fuerte gasto en publicidad, carteles y pintadas en los principales centros urbanos de la provincia de Buenos Aires. En esta nota, un perfil de los postulantes estrella -todos hombres- de Propuesta Republicana (PRO): los diputados nacionales Diego Santilli y Cristian Ritondo y los intendentes Jorge Macri (Vicente López - con pedido de licencia), Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero) que buscan ganar volumen y conocimiento en la población para disputar la sucesión de Axel Kicillof en la gobernación bonaerense. Por supuesto, antes de eso, uno de ellos deberá enfrentar en internas al candidato o candidata de la Unión Cívica Radical (UCR), que aún no logra encumbrar a una persona con el suficiente consenso para disputar una porción del 40% del padrón electoral del país.
El currículum político de Santilli es uno de los más amplios dentro de la coalición opositora. Fue vicepresidente del Instituto de Previsión Social (IPS) de la provincia de Buenos Aires, director del Banco Ciudad, director de Planeamiento Estratégico en la Secretaría de Producción y Servicios de la Ciudad de Buenos Aires y coordinador de la Dirección General de Administración. También ocupó una banca en la Cámara de Diputados de la Nación en 2003. En esa época, dos años antes de que Mauricio Macri fundara el PRO, trabajó con Alberto Fernández. De hecho, sus orígenes están en el peronismo: ese año respaldó a Daniel Scioli como candidato a jefe de gobierno de la Ciudad, aunque rápidamente se alejó del espacio cuando el por entonces presidente Néstor Kirchner le pidió al exdeportista que fuera su compañero de fórmula. Fue allí que pasó a las filas del emergente partido amarillo, con el que más tarde ocupó varios cargos legislativos y ejecutivos.
En el año 2009, durante la primera jefatura porteña de Macri, Santilli estuvo al frente del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad y en 2013 fue electo senador nacional, lugar en el que estuvo hasta 2015, cuando ganó la elección como compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta. Tres años después pasó a conducir el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad y luego, otra vez como diputado nacional, aunque esta vez en representación de la provincia de Buenos Aires. Acaso por eso, quienes trabajan con él intentan explotar su lado de gestión. De todos modos, su principal trampolín es la propia figura de su jefe político.
Ese mismo respaldo es el que juzgan algunos de sus pares, que resisten la designación de un candidato plantado desde otra jurisdicción, sumado a las críticas que le hacen por su “desconocimiento” de la realidad de los 135 distritos. Como sea, el Colo aceleró en las últimas semanas sus recorridas por la provincia para intentar suplir este déficit y meterse, a fuerza de un mensaje electoral anclado en la seguridad, la educación y el trabajo, en la pelea por el sillón que tiene Kicillof. Hasta ahora, esa agenda no se materializó en proyectos.
Cristian Ritondo
Al igual que Santilli, el presidente del bloque de diputados y diputadas nacionales del PRO tiene ADN justicialista (porteño). En 1998 asumió como director del Instituto Nacional de la Administración Pública, designado por Carlos Menem, y más tarde, como jefe de Gabinete de la Secretaría de Seguridad Interior. Unos años más tarde, durante el interinato presidencial de Eduardo Duhalde, también ocupó cargos en las mismas áreas, hasta que en 2003 asumió una banca en la Cámara baja nacional. Completó su mandato dentro del Partido Justicialista, hasta que en 2007 se incorporó a las filas de conducción de Mauricio Macri. Fue electo legislador porteño. Desde diciembre de 2011 hasta diciembre de 2015, fue vicepresidente primero de esa Cámara.
Los cuatro años siguientes formó parte del gabinete de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires como ministro de Seguridad. La hoy legisladora nacional en representación de la Ciudad es su principal impulsora de su candidatura a la gobernación. Lo limitan, según propios y extraños, su “escaso nivel de conocimiento” en la población y su “nula construcción” política en la provincia, a excepción de la que tiene a través de su legislador de la Segunda sección electoral Matías Ranzini. Aun así, quienes responden a la exgobernadora se muestran dispuestos a trabajar por la instalación del exministro de Seguridad, que comenzó de manera tibia con algunos carteles con su nombres y actividades junto a legisladores y legisladoras en algunos puntos de la provincia. Su principal presencia está en los medios de comunicación, momentos en los que aprovecha para hablar de la agenda nacional y los temas vinculados a la inseguridad, tan sensibles en una provincia que pretende administrar en dos años.
Jorge Macri
Construyó el PRO junto a su primo Mauricio Macri cuando aún era un espacio vecinal, de limitado alcance territorial y sin la pesada carga de haber sido el partido que administró con numerosos errores el gobierno entre 2015 y 2019. Primero creó junto al expresidente la Fundación Creer y Crecer y después, el sello amarillo, con el que fue electo en 2005 como el primer diputado provincial del espacio, cargo con el que fue reelecto cuatro años después. Dos años antes de terminar su mandato legislativo se presentó como candidato a intendente en Vince López y logró destronar al histórico Enrique García, que ocupó la jefatura de gestión local durante 24 años consecutivos. El triunfo lo posicionó como uno de los líderes de la oposición, pergamino con el que intentó en dos oportunidades llegar a la gobernación.
A fines de 2019, apenas se conocieron los resultados electorales que marcaron una catastrófica derrota de Vidal ante Kicillof, el jefe comunal sanvicentino anunció que buscaría en el próximo periodo ocupar el sillón de Dardo Rocha. Si bien es un objetivo que aún persigue y por el que trabajan algunos de sus armadores más destacados, como César Torres o Gabino Tapia, nadie descarta que intente competir en la Ciudad de Buenos Aires después de que Horacio Rodríguez Larreta lo designara ministro de Gobierno porteño. Por portación de apellido, armado territorial junto a un grupo de legisladores y legisladoras y experiencia en gestión, no son pocos los que creen que ganaría ampliamente una interna ante los demás socios de Juntos en la Ciudad, ventaja que probablemente sea inversamente proporcional en la provincia de Buenos Aires.
Néstor Grindetti
Junto con su par de Vicente López es el único con ADN cien por ciento PRO. De hecho, trabajó más de dos décadas en el Grupo SOCMA, de la familia Macri, mucho antes de que la construcción del partido estuviera siquiera en algún borrador entusiasta. Gracias a ese vínculo, Mauricio Macri lo nombró ministro de Hacienda de la Ciudad de Buenos Aires en 2007, cargo que ocupó hasta 2015, cuando el egresado del Cardel Newman asumió como presidente de la Nación y él, como intendente de Lanús. Si bien se presentó sin éxitos en las elecciones locales en 2007 y 2011, fue recién en aquel año que logró terminar con 32 años ininterrumpidos de gobiernos peronistas, incluido el del histórico barón del conurbano Manuel Quindimil. Aunque no explicitó sus intenciones de competir por la gobernación, ya adelantó que no buscará un tercer mandato como intendente e intentará encumbrar en ese cargo a su jefe de Gabinete, Diego Kravetz. En términos políticos, fue vicepresidente del PRO bonaerense y jefe de la campaña que llevó a Santilli al Congreso de la Nación.
Quienes lo conocen destacan su perfil dialoguista y ser el dirigente con más años en el espacio, incluso más que Macri, a lo que le atribuyen cierta experiencia y perfil dialoguista. Al igual que otros, corre con desventaja por su bajo conocimiento en la población, más allá de Lanús, y un armado político propio, Hacemos, que comenzó hace tan sólo dos años y que ahora pretende ampliar más allá de la Tercera sección electoral en sociedad con el platense Garro.
Julio Garro
Abogado egresado de la Universidad Católica de La Plata, se acercó a Mauricio Macri a través del Club Boca Junior y sus vínculos con Daniel Angelici. Fue electo diputado provincial en 2007 e integró el bloque PRO hasta 2013. Después de varios intentos fallidos, se presentó como candidato a intendente de la ciudad capital y le ganó al peronista Pablo Bruera, que llevaba dos mandatos al frente de la municipalidad. En octubre del año pasado anunció que iba a “comenzar a construir” su candidatura a gobernador en 2023.
Diego Valenzuela
Junto con otros dirigentes que llegaron a ocupar cargos públicos, proviene del mundo del periodismo y la televisión. Fue conductor y productor de un ciclo de historia de divulgación argentina emitido en Todo Noticias. También participó algunos años en el programa político Hora Clave, de Mariano Grondona. Su primer cargo político relevante fue en 2010 como subsecretario del Área Metropolitana de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Gobierno porteño, durante el último mandato de Mauricio Macri. En la actualidad va por su segundo mandato como jefe comunal de Tres de Febrero, después de haber logrado imponerse a Hugo Curto 2015.