A contramano de buena parte de la política PRO, Néstor Grindetti se mantuvo alejado de la rosca de verano en la costa bonaerense. Aún no se tomó vacaciones y eligió enero y febrero para ordenar la gestión en Lanús, distrito que gestiona desde 2015 después de largas décadas de gobiernos justicialista, que incluyeron seis mandatos de Manuel Quindimil, el histórico barón del conurbano ya fallecido a quien destaca cada vez que puede y a quien incluso homenajeó hace pocos meses al colocar un busto con su nombre en la entrada de la Municipalidad. “No me gusta la playa, prefiero más las montañas y conocer ciudades”, dice a Letra P. Recién en marzo tiene en agenda recorrer Salta y Jujuy junto a su esposa, Karina Spalla, y aprovechar los días para hacer fotografías del paisaje, un oficio que lleva como hobby desde hace años y que incluso le valieron algunos reconocimientos internacionales.
-¿Por qué no quiere volver a competir por otro mandato?
-No sé si ocho años están bien o doce son mejor, pero tengo la responsabilidad de armar un equipo a largo plazo que le asegure a los vecinos que la política y la gestión que estamos llevando adelante no va a cambiar. Estoy convencido de que Diego Kravetz está capacitado para llevarla adelante. Ninguno de nosotros es imprescindible y esta es una forma de salir de la perpetuidad de los intendentes.
-¿Será el único candidato o habrá interna?
-Si hubiera otro candidato, usaremos la interna, pero acá el equipo es un solo. Y está demostrado que el mejor instalado, con mejor imagen y gestión, es Kravetz. Es natural que él sea el candidato.
-¿Cómo podría resumir esta segunda mitad de su mandato?
-El 80% de las cosas que prometimos en nuestra plataforma de campaña inicial las hicimos y cambiamos la forma de hacer política en Lanús. Nos queda completar unas 1200 cuadras de asfalto y mi sueño es dejar iniciadas las obras de un centro cultural y teatro en Lanús.
-¿La división del peronismo local les da una ventaja?
-Siempre conviene que el rival esté dividido. Pero en seis años nunca se les cayó una idea, sólo pensaron en hacer política. Son una oposición berreta.
-¿Cómo está su relación con Kicillof?
-Tengo diálogo personal. Sucede que siempre las soluciones a los problemas que le plateé se resolvieron de manera muy lenta y en otros casos sólo se han acumulado.
-¿Cómo cuáles?
-Tienen una deuda con nosotros por la red AMBA de más de 200 millones de pesos. No sé si será por una cuestión burocrática, pero las respuestas no llegan.
-¿Los cambios en el Gabinete influyeron en algo?
-La llegada de Martín (Insaurralde) abrió un diálogo distinto y más rápido. Por haber sido intendente entiende los planteos, sin que eso signifique que coincidamos ideológicamente. Lo mismo con Nardini, con quien tenemos un idea y vuelta muy bueno y hemos logrado destrabar obras o fondos.
-¿Esos planteos son individuales o lo hace con otros intendentes de Juntos?
-Lo hacemos a través del Foro de Intendentes del PRO, de la UCR y de Juntos. Después las decisiones políticas surgen de la mesa de conducción provincial integrada por ocho intendentes de las ciudades cabeceras, Jorge Macri, Cristian Ritondo y Diego Santilli.
-¿Vidal no toma decisiones en la provincia a partir de esa mesa?
-No, ella designó a Cristian y a un grupo de diputados en su reemplazo.
-¿Le molestó que realice actos en la provincia?
-Está recorriendo el país como diputada nacional.
-¿Por qué cree que un intendente debería ser candidato a gobernador?
-Por el conocimiento de la provincia, que es enorme y compleja. Por eso creo que un intendente de un distrito importante, no importa cuál, facilitaría la gestión si llega a gobernador.
-Rodríguez Larreta parece no estar de acuerdo...
-Con Horacio coincidimos en que irá el que esté mejor, más allá que es cierto que Santilli proviene de su riñón político. Va a depender del despliegue territorial, la cercanía con la gente y la ampliación que hagamos del frente. Es un tema de números: necesitamos más votos si queremos ganar, sin que eso implique amontonarnos.
-¿No vio entonces la candidatura a diputado de Santilli como una antesala para pelear por la Gobernación?
-Santilli no oculta su deseo de ser candidato, pero él mismo reconoce que hay muchos otros candidatos. Y que eso lo definiremos avanzando todos juntos.
-¿Qué otros candidatos?
-Jorge Macri, Diego Valenzuela, Julio Garro, Cristian Ritondo y yo, que somos los más representativos. Y a eso se le podría sumar alguien del interior. Las definiciones van a llegar cuando esté claro quién puede asegurar mayor caudal de votos, a partir del despliegue territorial y cercanía.
-¿A nivel nacional también ve un escenario múltiple?
-A nivel nacional, Horacio es el dirigente mejor posicionado y estamos trabajando en su proyecto presidencial. Eso no quita que Patricia o Mauricio puedan ser buenos candidatos. Que sean varios también nos beneficia, después tendremos que tener la capacidad de ponernos de acuerdo sin quilombos.
-¿Esos quilombos pueden surgir de las diferencias entre Rodríguez Larreta y Macri?
-El país que quieren y los valores que comparten son los mismo, tal vez tengan diferencias tácticas, pero no veo posible una ruptura entre ellos. Las diferencias deben saldarse hacia adentro y no hacia afuera, involucrando temas personales.
-Por su mala gestión, hubo dirigentes propios que buscaron jubilar a Macri. ¿Qué lugar le otorga?
-Desde que perdimos dije que Mauricio es el creador del PRO, socio fundador de Cambiemos y líder indiscutido en la oposición. Hay cuestiones muy buenas de su gestión que tal vez quedaron desdibujadas por los problemas económicos, por ejemplo, la instalación de Argentina en el mundo. Debemos escuchar su experiencia para una futura plataforma de gobierno.
-¿Qué responsabilidad tiene Vidal en la denominada mesa judicial y la causa Gestapo?
-Haberse referido a una Gestapo estuvo mal. Más allá de eso, María Eugenia no pudo haber hecho nada de lo que se dijo y pongo las manos en el fuego también por Julio Garro y Roberto Gigante.
-¿Cómo ve el pedido de juicio político contra Conte Grand?
-No creo que camine esa denuncia. No veo qué vínculo pudo tener Conte Grand con esa reunión que se difundió. Me parece más una chicana política que otra cosa.
-¿Regresó la grieta?
-Hay algo de eso y estoy completamente en contra. Necesitamos políticas de Estado construidas entre el oficialismo y la oposición. Es cierto que hay dirigentes que contribuyen a agrandar la grieta.
-Los halcones...
-Sí, es cierto, pero mi postura es abrir y para eso tienen que ser bienvenidos peronistas, independientes y radicales que no están con nosotros. No hay que poner un sesgo. Si somos los mismos que en 2019 vamos a perder de nuevo.
-¿Incluye a los libertarios?
-Sí, porque si no sería contradictorio con lo que dije, pero la verdad que el liberalismo económico como lo plantean no existe en el mundo. Y el Estado no puede estar ausente de las políticas. Son bienvenidos para discutir un camino intermedio entre lo que piensan ellos y lo que pensamos nosotros.