Las coincidencias que tejieron el Frente de Todos y Juntos por el Cambio este jueves para aprobar en el Senado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) corren el riesgo de disiparse en los próximos días. La votación del jueves por la noche confirmó los pronósticos esperados: un apoyo mayoritario de 56 voluntades a favor, repartido entre 25 respaldos del FdT y 13 en contra. Desde JxC fueron 32 positivos y una abstención. A pesar de esa grieta interna, el gobierno de Alberto Fernández finalmente obtuvo la sanción del proyecto que envió al Congreso y consiguió la autorización legislativa que le permitirá concluir la negociación con el Fondo. Sin embargo, la agenda que se avecina en ambas cámaras anticipa que volverán a tronar los desacuerdos desde la semana próxima.
Las primeras diferencias podrían surgir en el Senado, comandado por Cristina Fernández de Kirchner, durante los próximos días, apenas el oficialismo ponga en marcha el tratamiento en comisiones del proyecto enviado por el Ejecutivo para reformar la composición del Consejo de la Magistratura. El Congreso ahora debe cumplir con un fallo de la Corte que declaró la inconstitucionalidad de la ley que creó el Consejo en 2006 y redujo el número de miembros del organismo. El máximo tribunal dio 120 días corridos para cumplir con el fallo. El plazo vence el 14 de abril y la decisión del FdT es acelerar el tratamiento del proyecto de ley con una iniciativa que no incluye la presencia de miembros de la Corte en el Consejo, algo diametralmente opuesto a lo que plantea JxC.
La coalición opositora plantea que sea presidido por un miembro del Máximo Tribunal, aunque todavía no consensuaron un texto final. Sólo anunciaron los principales aspectos, pero no presentaron el proyecto unificado. Las fuentes consultadas por Letra P explicaron que las demoras se originaron por el debate del endeudamiento externo, pero que presentarán el texto la semana próxima.
Ante el debate que se avecina, el oficialismo ya movió sus fichas en las comisiones que tramitarán el texto. El neuquino Oscar Parrili quedó al frente de la de Justicia y el jujeño Eduardo Snopek, al mando de Asuntos Constitucionales, ambas controladas por el oficialismo y donde se pondrá en juego el debate de las dos principales fuerzas del Senado sobre la futura composición del organismo creado por la Constitución para nombrar, controlar, enjuiciar y remover magistrados.
En términos formales, el plazo del 14 de abril apremia a las dos cámaras, aunque fuentes jurídicas del oficialismo y de la oposición consideran que ese término no es tan estricto. Por fuera de las estimaciones procesales, los problemas también son políticos. Si el FdT avanza con el debate la semana próxima, luego será el turno de Diputados, donde el escenario también asoma frenado.
Del otro lado de Pasos Perdidos
Desde el viernes pasado, cuando la Cámara baja aprobó el pacto con el FMI, la agenda es otra, pero no menos complicada. El titular del cuerpo, Sergio Massa, y el jefe del bloque del FdT, Germán Martínez, impulsan el tratamiento de los proyectos de incentivos para la industria automotriz, otro para la agroindustria, un tercero para la construcción y la creación de la zona marina agujero azul.
Son iniciativas que reúnen más respaldos que rechazos y cobran otra importancia luego de la aprobación del pacto con el Fondo, pero no están constituidas las comisiones luego del recambio del 10 de diciembre. Según reconstruyó Letra P, las negociaciones están trabadas desde mediados de febrero, cuando el oficialismo intentó poner en marcha el temario de extraordinarias que había dispuesto el presidente Alberto Fernández, pero las autoridades de JxC reclamaron más comisiones, aunque el sistema proporcional D'Hont mantiene casi la misma paridad del año pasado.
El oficialismo quiere mantener el control de las comisiones que considera clave para la gobernabilidad, como Legislación General, Asuntos Constitucionales, Justicia, Defensa y Relaciones Exteriores, además de Presupuesto y Finanzas, cuyas presidencias ya fueron definidas. Lograrlo implica quedarse con sus titulares y ampliar las mayorías, algo que hasta ahora aparece trabado y depende de la flexibilidad de la oposición, jugada a marcarle la cancha al FdT.
En JxC están dispuestos a ir más allá de la proporcionalidad del D'Hont, pero reclaman que el FdT resigne el control de algunas comisiones a cambio de permitirles dejar algunos lugares esas comisiones. "Estamos negociando mayorías en las comisiones a cambio de que nos entreguen las presidencias que reclamamos. Si no aceptan, entonces corremos el riesgio de la parálisis", anticipó a Letra P uno de los negociadores de JxC.
Mientras que en el FdT aseguran que hay predisposición para negociar, pero siempre y cuando la oposición no quiera quedarse con el control de comisiones estratégicas. El problema, admiten algunas fuentes, es que el reclamo opositor también apunta a comisiones como Justicia y Asuntos Constitucionales. Ello le permitiría al FdT ampliar su mayoría pero el oficialismo, por ahora, no está dispuesto a ceder ese intercambio.
