Casi cinco mil millones de dólares es el monto que el Gobierno calculó que le costó la guerra en Ucrania hasta el momento a la Argentina, producto del crecimiento del precio de la energía, los alimentos y los fertilizantes, según un informe que elaboró el Ministerio de Economía y que Sergio Massa le entregó personalmente a la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, durante la reunión bilateral que la titular del organismo mantuvo en Bali con el presidente Alberto Fernández.
“La guerra en Ucrania causó importantes cambios en el escenario económico mundial, que generó un impacto negativo de 4.949 millones de dólares en la balanza comercial, atribuidos al shock de crecimiento en el precio del sector agrícola (9,4% en el poroto de soja, 33,7% en maíz y 17,8% en trigo) y en el precio de los combustibles (114% en el gas de Bolivia, 233% en el gas natural licuado y 85% en el gasoil)”, dice el primer párrafo del informe de ocho páginas que le dio Massa a Georgieva.
Fue una formalidad. La titular del Fondo ya conocía los números, que los equipos del Ministerio ya les adelantaron a los técnicos del organismo. Las cuentas de las partes no coinciden. Mientras el Gobierno calcula un monto cercano a los cinco mil millones, al FMI la cuenta le da 3.400 millones. En Economía apuntan que el argumento del Fondo para reducir el monto es que el aumento del gasto en energía se debió a que Martín Guzmán incumplió la reducción de los subsidios.
Por lo pronto, Fernández y Massa se llevaron de Indonesia una promesa que despierta esperanza en el Gobierno, siempre apremiado por la falta de divisas. Georgieva les aseguró que las negociaciones por el costo de la guerra comenzarán en diciembre, después de que el board del organismo apruebe la tercera revisión del acuerdo, algo que el ministro da por descontado.
A mediados de octubre, durante su gira por Estados Unidos, Massa participó de un encuentro del Comité de Desarrollo del Banco Mundial, entre los organismos de crédito y los países miembros del G-20. Estuvieron, entre otros, la propia Georgieva y David Malpass, presidente del Banco Mundial.

Precio promedio de las importaciones energéticas 2021-2022
En el evento, Massa escuchó el cálculo que los organismos de crédito y los países centrales hacían sobre el impacto económico que tendrá la guerra en el hemisferio norte, en particular debido a la crisis energética durante el invierno que se avecina. Delante de Georgieva y Malpass, el ministro planteó que “la guerra viene teniendo un costo muy alto para los países del hemisferio sur” y les puso números a las pérdidas de la Argentina. “No hay ámbito global donde se esté discutiendo este tema", dijo, al ver que los países centrales parecían haber olvidado al hemisferio sur en su debate. En el mismo sentido se expresó el presidente Fernández durante el Foro de París por la Paz, que organizó Emmanuel Macron.
La discusión sobre el precio de la guerra no es menor para Argentina. Si el Fondo reconociera las pérdidas que tuvo el país por el impacto del conflicto bélico que protagonizan, del otro lado del mundo, Rusia y Ucrania, el Gobierno encontraría la ventana para pedir, entre otras cosas, la flexibilización de las metas del acuerdo. En el oficialismo piensan que no es una misión imposible.

Simulación de importaciones de energía con la cantidad de 2022, según el precio 2021-22
El informe fue elaborado por un equipo técnico del Ministerio encabezado por el jefe de Gabinete, Leonardo Madcur; el responsable del área de créditos internacionales, Marco Lavagna, y la secretaria de Energía, Flavia Royón. También participó el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri.
De acuerdo con los números que detalla el documento, el valor de la importación de combustibles “creció de 1.999 millones de dólares –el valor que tenía antes de la guerra– a 5.756 millones, lo que resultó un crecimiento neto de 3.757 millones”. En tanto, “en relación al complejo agroexportador, las exportaciones netas estuvieron 617 millones por encima” de lo que lo proyectado antes de la guerra, pero “el costo del flete de exportación sufrió un aumento de 1.800 millones” de dólares.

Evolución del precio de los fertilizantes.
En el informe se señala que el aumento del precio de los combustibles generó un déficit en la balanza comercial como resultado de las importaciones en energía. “Se observa un aumento exponencial del déficit de la balanza comercial del sector energético respecto de los meses de invierno de 2021”, dice.
Si los precios se hubieran mantenido al mismo valor que el promedio mensual de 2021, “las importaciones de combustible hubieran alcanzado los 9.033 millones de dólares”. Sin embargo, “con el aumento de precios de 2022, se proyecta que las importaciones de combustible alcanzarán los 13.279 millones de dólares”. “La diferencia de 4246 millones implica un efecto negativo significativo en la balanza comercial argentina que aumenta la demanda de divisas”, explica el paper.
Por último, a pesar del aumento en los precios de los commodities, “aumentó la cantidad de granos necesaria para comprar una tonelada de fertilizante, que se mantuvo en niveles superiores a los observados antes del conflicto”. “Se estima que Argentina importa el 70% de los fertilizantes que necesita para su producción agrícola. Suponiendo que las importaciones en el año 2022 fueran iguales a las del período 2020-21, manteniendo los precios vigentes durante la primera mitad de 2022, la importación de fertilizantes ascendería a USD 4.400 millones para todo 2022. Esto representa un aumento del 93% respecto de las importaciones de 2021, que alcanzó los 2285 millones de dólares (considerando que 2021 fue un año récord en el consumo de fertilizantes)”, explica.
La discusión de la letra fina comenzará después de que el Fondo apruebe el cierre del tercer trimestre, cuando comience la discusión de la prospectiva 2023. Cualquier concesión por parte del Fondo significaría un alivio para la Argentina.