CÍRCULO SANTA FE

La paritaria que le mide el aceite al Gobierno

La negociación salarial cocinada al corazón de las divisas. Cerealeras empoderadas por el dólar soja y un gremio de los más fuertes. El efecto Massa.

ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) Mientras el Sindicato de Camioneros le marca la cancha al Gobierno subiendo la vara salarial, hay otro que le mide el aceite. Se trata de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, el gremio de aceiteros de total incidencia en el polo agroexportador de Rosario y Santa Fe, que acaba de retomar la paritaria con las cerealeras y empiezan a trazar una negociación que, si se empantana, podría tener efectos directos en el funcionamiento de la economía. En un escenario gremial agitado por una inflación rampante y con señales de reconfiguración luego del culebrón del neumático, la discusión asoma como un verdadero termómetro de cara a fin de año.

 

Se trata de una paritaria cocinada al corazón de las divisas que necesita el Gobierno para funcionar. Un paso en falso durante la negociación podría derivar en un conflicto en el que Aceiteros no anda con demasiadas vueltas. “Nos conocemos con la CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina) y ellos saben el nivel de conflictividad que tenemos. Llegar a un arreglo o no depende de qué nivel de conflictividad quieren. Si quieren un 2015 o 2020”, afirma a Letra P, el secretario general de la federación, Daniel Yofra  para referirse a las huelgas que implicaron 25 y 20 días respectivamente de inactividad y pérdidas comerciales y fiscales millonarias

 

En las próximas semanas pondrán segunda en la revisión en la que el gremio pedirá una actualización que redondeará casi un 100% de aumento anual, acorde a la inflación con la que se proyecta cerrará 2022. Además, un bono entre los 180 mil y 200 mil pesos, un pedido habitual, pero que en 2020 empantanó la negociación. “Somos optimistas con la revisión. No debería haber conflictos”, se limitó a decir Gustavo Idígoras, presidente de la CIARA, antes de formalizarse la demanda salarial.   

 

Este año, sin embargo, la paritaria tiene sus singularidades. Por un lado, las cerealeras llegan en una posición distinta a la de otros años al haberse empoderado con los beneficios del dólar soja, no sólo por lo que embolsaron en términos económicos sino también por el músculo y vínculo político que lograron tras afinar el programa de incentivo con el ministro Sergio Massa. Con operaciones por 13,3 millones de toneladas, los negocios registrados en el mes de septiembre más que triplicaron el promedio histórico mensual, siendo las que más se beneficiaron Viterra (Glencore), Cargill, Bunge, DreyfusAceitera General Deheza (AGD) y Molinos Agro. 

 

“Lo vamos a poner en la mesa si hace falta”, avisó Yofra al referirse a las ganancias extras que otorgó la transferencia de recursos del dólar soja a 200 pesos. “El sector agroexportador es uno de los que más se benefició, en un mes tuvieron 300 mil millones extra por el dólar soja. Hubiesen sido también extraordinarias las ganancias sin el programa, pero con esa diferencia es mucho más”, agrega el sindicalista que no tiene terminal política. La consigna de Aceiteros es que "el salario no lo fija el mercado sino las necesidades de los trabajadores", pero no duda en contarle las costillas a los dueños de los agrodólares que se fijan en las bolsas.  

 

En el gremio entienden que las cerealeras se muestran desde hace un par de años más duras y hasta pueden volverse intransigentes, por lo que el romance del dólar soja es mirado con atención. Massa también es impulsor de la ley de exportaciones que promueven las cerealeras desde el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). En pocos meses le ha dado protagonismo en decisiones de peso de la economía nacional. 

 

Después de la novela del neumático, el escenario cambió. El Gobierno, a través de las declaraciones de Massa, parece haber marcado un nuevo enfoque y eso podría alimentar expectativas en otras patronales. En el mundo cerealero creen que habrá fumata blanca más rápido de lo que se cree, pero entienden que en caso de que haya conflicto y se tense al máximo como ocurrió con el neumático, el Gobierno debería ser “receptivo a un sector tan sensible de exportación y divisas”, según confió un ejecutivo del sector agroexportador en el tema.  

 

Por eso en la federación miran atentos el padrinazgo del funcionario, sobre todo por cómo se movió en el conflicto del neumático. “El gobierno estuvo fuera de tiempo y de estado, y con declaración inoportuna de quien debería llevar claridad e ideas para destrabar la situación. Fue desafortunado lo del superministro”, opinó Yofra, quien ya había criticado el perfil del tigrense cuando fue designado.

 

De todos modos, sabe que tiene que negociar con el massismo la mayor aspiración sindical: limar Ganancias. Por eso esta semana la cúpula se reunió en la AFIP con el director general de Aduanas, Guillermo Michel, mano derecha del ministro que ha adoptado desde siempre ese tema impositivo pesadilla de los asalariados más acomodados. 

 

A esta altura se puede decir que la madre de todas las paritarias no es la del gremio de bancarios, ni de neumáticos, ni siquiera camioneros, es la de aceiteros. Si los barcos no parten con granos o subproductos por un conflicto gremial, no se liquida y el Banco Central no tiene dólares. Es el punto exacto donde la economía nacional respira. 

 

Maximiliano Pullaro y tres de sus ministros, en su encuentro con la Corte Suprema. (Foto: X @josegraells)
El gobernador Maximiliano Pullaro y la cúpula de la Corte Suprema, este domingo bien temprano en Casa de Gobierno.

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