El conflicto salarial entre la industria aceitera y los tres gremios del sector entró en la etapa del aguante. Pasan los días de huelga, el río se llena de barcos esperando embarcar y las partes se tiran manotazos para aflojar al otro. Esta vez, la disputa entre dos actores que se conocen de memoria promete dejar huellas en el perfil de ambos y también en un escenario económico que cada vez depende más de los dólares de la exportación.
De hecho, el rol en que quedó el Gobierno no es menor. Es intermediario e interesado a la vez. Como mínimo, le sienta inoportuno semejante conflicto, no sólo porque se da a mediados de diciembre de un año que no admite un problema más, sino también por las pérdidas en materia fiscal que significa el complejo agroexportador apagado.

Ciara denuncia que el paro impide despachar 4,5 millones de toneladas de granos
Si los barcos no cargan, se liquida menos, y por ende la recaudación es más flaca, en momentos en que cada dólar se necesita. Es el punto exacto donde la economía nacional se define. La Cámara de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) lo hace saber y pregunta a quién le pega en el fondo la pérdida de dinero en el conflicto: ¿a ellos o al Gobierno?
Según explican los dueños de los agrodólares, el paro de ocho días consecutivos sumado a un par de jornadas de huelga de principios de mes, afectaría en la liquidación de divisas con una baja del 40 al 50%. Calculan que en diciembre estaría por debajo de los 1.000 millones de dólares, en comparación con noviembre, cuando se liquidaron 1.734 millones de dólares. Hay unas 4,5 millones de toneladas por despachar, según argumenta la Ciara.
Los números tienen eco. El ministerio que conduce Claudio Moroni se contactó más de una vez con las cerealeras y los gremios, incluso vencidas todas las conciliaciones, pero parece que podrían bancarse más días de inoperatividad. Con esta postura, el protagonismo de la poderosa cámara aceitera parece sostenerse luego de tener las riendas del Consejo Agroindustrial y el aval en mano del plan exportador al que le reza el presidente Alberto Fernández como salida de la crisis.
La Ciara denunció que los gremios se presentaron con “reclamos salariales aún superiores a los anteriores”. “No estamos en condiciones de satisfacer las exigencias incrementadas que presentaron ayer Federación y SOEA”, afirmaron a Letra P desde la cámara empresaria que nuclea a gigantes como Cargill, ADM, Bunge, Cofco, entre otros. Por ahora, nadie tira la toalla y todos se acusan de intransigentes.
Si bien suele suceder que en la intermediación de la cartera laboral, los empresarios pidan beneficios de algún organismo para ceder en la negociación, desde el Gobierno desmintieron que haya habido en esta ocasión algo de eso. Vale recordar que hace sólo dos meses se metieron en el bolsillo el diferencial de retenciones para productos procesados con respecto a la exportación a granel.
Aceite que hierve
En el juego de especulaciones, los gremios no soslayan que el precio internacional de la soja haya aumentado. La Federación de aceiteros (Ftciodyara), el sindicato SOEA de San Lorenzo en el núcleo aceitero del país y la Unión de Recibidores de Granos (Urgara), incluso argumentan que las agroexportadoras estiran el conflicto para especular con el valor del cereal o una eventual devaluación porque tienen resto.

"No hubo aún respuestas empresarias a los reclamos salariales", afirman los trabajadores.
Los trabajadores aceiteros no quieren desprenderse del lujo de ser de las pocas actividades en mantener el poder adquisitivo. Plantean pasar de un salario básico de 70.000 a 93.000 pesos y que se logre gradualmente de la siguiente manera: un 10% más al 25% pactado en mayo pasado, y un 25 por ciento en 2021 con revisión a mitad de año. Además, el SOEA pide un bono de 10.000 pesos retroactivos a marzo por no haber frenado el trabajo pese a la pandemia.
La Ciara propone un incremento acumulativo del 3% mensual de noviembre pasado a marzo de 2021 y ajustar los sueldos por inflación a partir de abril. Además, ofrece un fijo de 60.000 pesos para todos los operarios y un componente variable de hasta 15.000 pesos por el trabajo durante la crisis epidemiológica.
Los aceiteros informaron que "la huelga continúa en todas las plantas, que están paradas, con guardias mínimas y presencia del personal en los portones", y anunciaron que a las 16 horas de este miércoles evaluarán "la continuidad y modalidad de la protesta" que ya acumula 10 de los 16 días que lleva diciembre.