“Ya no hay mayorías estáticas e impenetrables”, asegura la radical María Eugenia Schmuck, que se consolidó como articuladora política de primera línea desde la presidencia del Concejo rosarino, con acuerdos interpartidarios que le garantizaron al intendente Pablo Javkin dos años sin sobresaltos en el parlamento local. Desde esa lógica, la edil piensa un esquema de alianza opositora que permita disputarle la gobernación al peronismo. Ya de vuelta de unos días de descanso en las playas de Brasil, destino al que va casi todos los años con su marido, el rector de la UNR, Franco Bartolacci, sus hijos y familias amigas, se prepara para un año de “pura gestión y ejecución” que les permita proyectarse a 2023.
-¿Cuál va a ser su estrategia en el Concejo para sostener los acuerdos de gobernabilidad?
-Todas las fuerzas políticas entienden que no es momento de utilizar las bancas para obtener rédito político. Hay mucho diálogo y la búsqueda de acuerdos se va a profundizar en los próximos dos años.
-¿Enfrenta una oposición más abroquelada?
-No hay mayorías estáticas e impenetrables. El desafío está en buscar esos espacios de discusión y de acuerdo. La experiencia de Arriba Rosario, que lidera el intendente Javkin, trasciende las fuerzas políticas tradicionales de los espacios de alianza que históricamente tuvo el Frente Progresista. Hay agrupaciones políticas y organizaciones sociales de todos los colores que creen en el proyecto político que estamos llevando adelante.
Schmuck, junto a su esposo, Barolacci, y su hijo Ivo, en Brasil.
-Javkin suena para competir por la gobernación y usted, como su sucesora en la ciudad. ¿Se aceleran los tiempos de esas definiciones?
-Es muy temprano para esas definiciones. Este es un año clave de la gestión local, para acelerar obras, proyectos, políticas públicas que estuvieron en un segundo lugar durante la pandemia.
-¿Considera que un frente de frentes es una opción en la hoja de ruta hacia la gobernación?
-El frente de frentes ya fue. Hay una posibilidad de construir un espacio político súper amplio, liderado por Javkin en la provincia, que tenga los rasgos de Arriba Rosario en la ciudad. No queremos reeditar experiencias de otra época. Hay que construir una nueva experiencia amplia, generosa y convocante.
-¿Quiénes estarían en ese espacio?
-Todo aquel que quiera participar, que esté dentro de ciertos parámetros ideológicos y respete el liderazgo de Javkin, que es el futuro.
-¿El límite es el PRO?
-Pablo nunca pidió carné de afiliación en Arriba Rosario. Pueden participar dirigentes del peronismo o de Cambiemos que comparan las formas y el proyecto político. Cada día se amplía más nuestra base política, con distintas organizaciones sociales, que apuestan a este proyecto colectivo. Es lo que queremos construir a nivel provincial para 2023.
-Es necesario que el radicalismo en la provincia esté en línea con el Comité Nacional?
-Son temas secundarios a la hora de pensar el futuro. Voy a trabajar desde Rosario para convencer a la provincia y a la Nación para que vayan en esa línea y no solamente al radicalismo, sino a todos los partidos políticos que se quieran sumar a ese desafío.
-Es una mirada más pragmática.
-Hago política para cambiarle la vida a la gente y si el partido político al que pertenezco va en esa línea, genial. De lo contrario, estaré en otro lado trabajando para que así sea.
-¿Imagina un gran acuerdo opositor o una interna para resolver los liderazgos?
-Eso sería hacer futurología, pero las internas abiertas siempre son un gran mecanismo de resolución de candidaturas.
