LA POLÍTICA EN OJOTAS

La Casa Rosada a oscuras, Fernández al volante y la obsesión FMI

El Presidente fue esta semana a Balcarce 50 manejando su vehículo particular. Oficinas vacías por el covid y reuniones por el viaje de Cafiero a EE.UU.

Salones a oscuras. Una entrada en penumbras. Luces apagadas, oficinas cerradas y escasez de personal. La Casa Rosada está desierta. Por disposición del Gobierno, la administración pública pasó a trabajar de manera remota para disminuir el consumo de energía. Después del mediodía del jueves, el edificio de Balcarce 50 quedó desolado.  

 

Alberto Fernández fue uno de los últimos en irse. Pasadas las 14, el Presidente salió rumbo a Olivos, donde se mudó el anuncio sobre el relanzamiento de Precios Cuidados, después de que el INDEC anunciara que la inflación de diciembre fue del 3,8%. El motivo de la mudanza fueron "las restricciones de consumo eléctrico", según explicó por la mañana la vocera presidencial, Gabriela Cerruti.  

 

Al mediodía, Fernández había participado desde el Museo del Bicentenario, de manera virtual, del lanzamiento del satélite argentino en miniatura que despegó desde Cabo Cañaveral y está pensado para dar soporte informativo a productores agrícolas de zonas rurales de todo el territorio nacional. Terminada esa actividad, partió rumbo a Olivos.

 

En la Casa Rosada quedaron las luces apagadas de todos los salones grandes y de la sala Martín Fierro, que oficia de entrada a las oficinas, por ejemplo, la del asesor presidencial Juan Manuel Olmos y la del vicejefe de Gabinete, Jorge Neme. La Secretaría General también estaba a oscuras. El secretario general, Julio Vitobello, un incondicional del Presidente, se tomó unos días de vacaciones. El personal se retiró. En la Jefatura de Gabinete, el área que conduce Juan Manzur, quedaron unos pocos colaboradores. Las oficinas del Ministerio del Interior, que dan al Patio de las Palmeras, permanecían en penumbra.   

 

Hace varios días que el Presidente es uno de los pocos habitantes de Balcarce 50. La Casa Rosada estaba casi desolada antes de que el Gobierno dispusiera teletrabajo por cuestiones energéticas. En la segunda semana de enero, varios despachos oficiales quedaron cerrados o con poco personal y no solo por vacaciones. La razón es la misma que afecta a cualquier ámbito laboral, la proliferación de casos de covid y los aislamientos preventivos.

 

Desde el lunes, en el primer piso del edificio, Fernández trabajó con un número reducido de funcionarios y funcionarias y mantiene reuniones que forman parte de una agenda semioficial, con bajo perfil y sin comunicación. No es la única curiosidad: con la ciudad casi vacía, el Presidente aprovechó para ir desde Olivos hacia Plaza de Mayo manejando su propio auto, acompañado a distancia por la custodia oficial. Fernández disfruta el hábito de estar al volante y suele hacerlo de tanto en tanto, aunque sus colaboradores más estrechos lo desaconsejen.

 

Hasta el miércoles, el Gobierno no había informado oficialmente por adelantado las actividades del jefe de Estado. Ese día, el primer mandatario desayunó en Olivos con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, hombre de confianza. Más tarde, en la Casa Rosada, revisó con Manzur el informe del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo sobre la situación en las diferentes regiones frente a la ola de altas temperaturas que atraviesa el país y se reunió con el intendente del Partido de la Costa, Cristian Cardozo, y el diputado por la provincia de Buenos Aires Juan Pablo de Jesús para hablar sobre el éxito de la temporada en la Costa  

 

Además, habló con el ministro Martín Guzmán sobre la marcha de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y se reunió con Santiago Cafiero para terminar de cerrar los detalles de su viaje a Estados Unidos, la semana próxima. El canciller salió este miércoles del aislamiento preventivo que cumplió por haber sido contacto estrecho del canciller boliviano, Rogelio Mayta, contagiado de covid. El viaje de Cafiero a Estados Unidos, donde se reunirá con el secretario de Estado, Antony Blinken, el 18 de enero, es clave para el avance de las negociaciones entre Argentina y el Fondo. Sobre este tema también habló el Presidente este martes, en la Casa Rosada, con el embajador argentino en México, Carlos Tomada,de paso por Buenos Aires.

 

Frigerio durante la caminata en Colonia Avellaneda.
Etchevehere y el pastor Kecher durante la ceremonia.

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