Como si hubiera que validar la teoría que esboza siempre un viejo dirigente –“en este país, ser presidente de Boca o River es más importante que ser ministro”–, las elecciones legislativas de este año tendrán en las boletas, como casi siempre, algunas personas nacidas y criadas en el ámbito del fútbol, a un lado y al otro de la grieta.
La mayoría de esas precandidaturas está condensada en las secciones electorales de la provincia de Buenos Aires, que otra vez se presenta como la región clave para las principales fuerzas políticas que buscan ampliar su presencia en las cámaras de la Legislatura provincial.
Allí, en el sur y en el norte del conurbano, en algunos casos al final de las listas y en otros al principio, dirigentes que consolidaron su plataforma de poder en diferentes clubes buscarán pasar a la arena política, un fenómeno que, desde el vuelo de Mauricio Macri de la Bombonera al Gobierno porteño, allá por 2007, ya no es excepción sino norma.
Lo sabe muy bien Nicolás Russo, el presidente de Lanús y uno de los alfiles históricos de Sergio Massa, que aparece séptimo en la lista del Frente de Todos por la Tercera sección. Russo, que siempre pone al club granate como ejemplo de gestión, busca retener su banca como diputado provincial, pero, sobre todo, trata de darle sustento a su verdadero objetivo: la candidatura en 2023 a la intendencia de ese municipio, ahora a cargo de Néstor Grindetti, macrista con presencia cada vez más activa en la oposición de Independiente.
En Racing citan a Alejandro Amor como el principal nombre vinculado al club que estará en las boletas electorales. Candidato a legislador porteño por el Frente de Todos, el ahora extitular de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad tiene una estrecha relación con el presidente académico, Víctor Blanco, al punto de que fue su jefe de campaña y parte de su mesa chica durante estos años.
Vamos, Todos y Unidos
Arriba en la lista para el Senado provincial por la Primera sección, Christian Gribaudo volverá a la esfera pública luego de su intento por presidir Boca, la apuesta fallida de Daniel Angelici para estirar las dos décadas y media de macrismo en el club. En diciembre de 2019, casi al mismo tiempo en que dejó su cargo en el Instituto de Previsión Social bonaerense (IPS), Gribaudo perdió las elecciones contra Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme. El aparato oficialista con el que contaba no alcanzó para detener el aluvión de votos que representó la candidatura del mayor ídolo del último tiempo xeneize.
Además de tener el apoyo de Angelici, Gribaudo –exsecretario general xeneize y diputado nacional entre 2007 y 2011– tiene el del intendente de Vicente López, Jorge Macri, quien lo ubicó como cabeza de lista como parte de la negociación que mantuvo con Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, el candidato que se mudó de la capital a la provincia y que siempre insinúa con aterrizar en el Monumental de Núñez, uno de los objetivos que le marca su tradición familiar. “River es mi primer amor, hablo seguido con (el presidente millonario, Rodolfo) D’Onofrio”, contó el Colorado hace unos meses.
El otro integrante de Juntos que cruzó la General Paz pero en sentido inverso al de Santilli es Guillermo Madero, actual director ejecutivo del Comité de Seguridad del Fútbol de la Ciudad de Buenos Aires. Será quinto en la lista de aspirantes al Senado bonaerense por la Quinta sección (corredor artlántico).
En una apuesta osada para hacer pie en un territorio peronista como Ezeiza, gobernado por Alejandro Granados desde los noventa, una de las sorpresas fue el anuncio de Alberto Tarantini, campeón mundial en 1978, que se anotó en la lista de postulantes al Concejo Deliberante en representación del partido Unite Buenos Aires, una fuerza asociada a la alianza que lidera José Luis Espert. “Quisiera hacer algo importante por el distrito. Esta precandidatura a concejal va a ser un paso para llegar a la intendencia”, avisó el Conejo.
La estrategia de Unite no termina en Tarantini ni en el fútbol: en su afán de sumar apellidos conocidos o famosos, el espacio de Espert fichó a la boxeadora Alejandra Oliveras -la Locomotora es precandidata a diputada por Santa Fe- y otro exfutbolista, Hernán Encina -el Sapito va como precandidato a concejal en Rosario.
Lejos del conurbano y del dificultoso entramado de secciones de un país macrocefálico, la provincia de Mendoza también aportará una candidata que viene desde el plano futbolero: Giuliana Díaz, periodista, jugadora y actual presidenta de la Liga Mendocina de Fútbol. Con apenas 27 años y un pasado como militante de la Unión Cívica Radical (UCR) en Maipú, buscará una banca de diputada provincial por el segundo distrito. Como Gribaudo, Russo, Amor y Tarantini, Díaz construyó su precandidatura a través de una pelota, algo que en Argentina sirve para mucho más que jugar al fútbol.