CARTA BOMBA

Los halcones del pensamiento, con las patas en el barro de la campaña

Intelectuales de derecha convocan a votar contra el Gobierno -"vaciará la última gota de democracia si suma más bancas"- y llaman al orden a la oposición.

Los halcones del pensamiento que sobrevuelan la política argentina alineados a la oposición representada por el ala dura de Juntos por el Cambio y expresiones aun más ultra como la de los sectores autollamados "libertarios" desplegaron sus alas y metieron sus patas en el barro de la campaña con un pronunciamiento feroz: aseguraron que la democracia en el país está "en grave peligro", acusaron al Gobierno de "autoritario" y, casi explícitamente, llamaron a votar en contra del Frente de Todos para evitar que "el kirchnerismo" sume bancas en el Congreso. Además, incluyeron un pedido de orden y unidad a las fuerza opositoras, a las que conminaron a "deponer las mezquindades y los personalismos estériles".

 

Según informó La Nación, Santiago Kovadloff, Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli y Daniel Sabsay, entre otras figuras de la derecha "intelectual" como Alfredo Casero, firmaron una carta bomba titulada “La democracia argentina en la encrucijada: neogolpismo o progreso”. En ese manifiesto, sostuvieron que la administración encabezada por Alberto Fernández gestiona un “programa autoritario” que contempla “restricción de libertades”, “violencia estatal” y “manejos opacos”.

 

“Si el kirchnerismo suma nuevas bancas vaciará hasta la última gota de esa democracia que trabajosamente construimos con el pacto del ‘Nunca Más’ de 1983″, se cebó la task force "académica" y anticipó el tono de la discusión que propone la oposición dura.

 

Republicanismo melodramático

“Un trágico síntoma de la descomposición democrática que vivimos fueron las severas restricciones de las libertades fundamentales durante la cuarentena, picos de violencia estatal nunca vistos en democracia y, muy especialmente, la clausura de la escolaridad que abandonó a los sectores más vulnerables de la sociedad”, indicaron 30 guardianes y guardianas de la República y replicaron las quejas de los banderazos de protesta fogoneados o legitimados por las principales figuras de la oposición hardcore, como el expresidente Mauricio Macri y la titular del PRO, Patricia Bullrich: “El manejo opaco en la compra de vacunas, con sospechas de un intento de imposición de ‘socios locales’ bajo los eufemismos de la ‘soberanía sanitaria’ y la ‘transferencia de tecnología’, dejaron al descubierto la paradójica ficción de un gobierno que se presentaba como adalid de la vida: hoy somos uno de los países con más contagios y muertes por habitante del mundo. Y también somos uno de los países que más pobreza generó mediante el brutal y precipitado cierre de su economía". 

 

"La cuarentena hizo un gran aporte al programa autoritario, dejando a miles de familias completamente subordinadas al clientelismo y la ‘ayuda’ del Estado”, completaron.

 

También repitieron el discurso del avasallamiento de la Republica a partir de la "colonización" de la Justicia, un proyecto que le adjudicaron al kirchnerismo. “En sus gobiernos previos, intentó apropiarse de la prensa, colonizar la justicia y perpetuarse en el poder mediante la alternancia familiar. Ese plan fracasó por la resistencia de la sociedad civil, las sentencias de la Corte Suprema y la derrota electoral que sufrieron en 2015", relataron.

 

Ahora, evaluaron los halcones del pensamiento argentino, "el kirchnerismo volvió a la carga con dispositivos aún más extremos y de una inusual gravedad institucional: presión sobre jueces y fiscales, muchos de ellos desplazados de sus cargos, impunidad y liberación de políticos, empresarios y sindicalistas condenados por varias instancias o bajo procesos gravísimos por delitos contra el Estado, desmantelamiento sistemático de las causas por corrupción y la amenaza latente de reducir el Ministerio Público a una dependencia sujeta al Poder Ejecutivo”, sostuvieron.

 

La Nación, habitual tribuna de doctrina y propaganda de esta casta de notablescita a otros y otras "intelectuales" que firman la carta abierta: "El militante de Pro Maximiliano Guerra, el filósofo Miguel Wiñazki, la historiadora María Sáenz Quesada y los periodistas y escritores Marcelo Gioffré y Héctor Guyot", que se animaron a todo, compararon al gobierno argentino con las administraciones de Nicaragua y Venezuela y ensayaron una fundamentación de esa enormidad.

 

Nos devora el kirchnerismo

La carta termina con un tirón de orejas a las fuerzas opositoras, sumidas en una convulsión que anticipa choques internos en las PASO de septiembre. “La oposición debe deponer las mezquindades y los personalismos estériles", le ordenaron los halcones del pensamiento y la conminaron a "trazar con firmeza un horizonte de país deseable".

 

El manifiesto termina a toda orquesta: convoca a construir "una democracia liberal e inclusiva, con propiedad privada, con respeto de las minorías y los derechos individuales, con educación y salud públicas de excelencia, con seguridad en el espacio público, con trabajo, con inversión, innovación y apertura al mundo. Un país que recupere la capacidad de entusiasmar, en el cual la juventud no elija irse" y advierte que "urge dotar a la Argentina de una segunda piel republicana, para lo cual la elección debe imponer la cesantía del plan autoritario”.

 

El texto completo

"Un grave peligro se cierne sobre la democracia argentina. No el peligro de un golpe militar como los que conocimos en el pasado, sino otro mucho más sutil que se enmascara bajo la retórica del altruismo y la solidaridad. Antes, los autoritarios se levantaban en armas y gobernaban con los fusiles. Eso ya no existe. Ahora llegan al gobierno con el voto popular y usan el poder para corroer el sistema desde adentro hasta convertirse en autócratas. Nepotismo, colonización del Estado, acoso a los contra-poderes, desprotección de amplios sectores de las capas medias y bajas y fraude electoral. Esas son las tácticas del golpismo del siglo XXI."

 

"Nicaragua y Venezuela son casos paradigmáticos. En Nicaragua, la policía de Daniel Ortega y su mujer, un sistema matrimonial que se aferra al poder mediante el fraude, arrestó en pocos días a cinco de los principales líderes de la oposición: los precandidatos presidenciales Félix Madariaga y Juan Chamorro, el diplomático Arturo Cruz y los periodistas Cristiana Chamorro y Miguel Mora. También encarceló a muchos de los que habían combatido a su lado en la guerra civil contra el dictador Anastasio Somoza, como Ana Margarita Vijil, Dora María Téllez y Hugo Torres. Todos ellos están presos por una única razón: denunciar los atropellos del régimen."

 

"En Venezuela, Hugo Chávez se adueñó del Congreso y el Poder Judicial, cerró medios de prensa, arrestó a opositores, expropió empresas y nombró a su sucesor como si los venezolanos vivieran en una monarquía hereditaria. Hace unos días, tres intelectuales, Rafael Rattia, Juan Manuel Muñoz y Milagros Mata Gil, fueron detenidos bajo el cargo de violar la “ley de odio”, luego de que escribieran artículos críticos contra el régimen en los pocos medios independientes que quedan. Estas nuevas víctimas se suman a los miles de muertos y desaparecidos de Nicolás Maduro, que tortura, asesina impunemente e implanta el terror mediante sus macabros servicios de inteligencia, como lo ha probado el Informe Bachelet."

 

"El sello distintivo del autoritarismo populista, que se repite en Rusia, Filipinas, Bielorusia y Hungría, es que destruye la democracia desde adentro, convirtiendo el gobierno por la mayoría en el gobierno petrificado y hegemónico de una mayoría. El cambio de régimen no se produce de un día para otro, sino mediante una estrategia progresiva, que prepara el terreno con violencia discursiva, narrativas épicas y ofrendas simbólicas, para luego pasar, en su etapa de metástasis, a proscripciones, encarcelamientos y expropiaciones. Los gobiernos populistas requieren enemigos para fortalecer su propia estructura maniquea, por lo cual aíslan a sus países del mundo y claman por una unidad que aniquila el pluralismo, la disidencia y la diversidad."

 

"Mientras nos mantienen en guardia contra peligros inexistentes —las dictaduras militares, los “poderes concentrados”, los “holdouts”, el campo, la “prensa hegemónica”— desarman uno a uno los resortes de la democracia republicana hasta convertirla en un mero membrete y una cáscara vacía. Lamentablemente, cuando los abusos se vuelven evidentes siempre es tarde: el nuevo orden ya está consolidado y las denuncias resultan infructuosas."

 

"Fue siguiendo esta lógica que en sus gobiernos previos el kirchnerismo intentó apropiarse de la prensa, colonizar la justicia y perpetuarse en el poder mediante la alternancia familiar. Ese plan fracasó por la resistencia de la sociedad civil, las sentencias de la Corte Suprema y la derrota electoral que sufrieron en 2015. Pero en este cuarto mandato el kirchnerismo volvió a la carga con dispositivos aún más extremos y de una inusual gravedad institucional: presión sobre jueces y fiscales, muchos de ellos desplazados de sus cargos, impunidad y liberación de políticos, empresarios y sindicalistas condenados por varias instancias o bajo procesos gravísimos por delitos contra el Estado, desmantelamiento sistemático de las causas por corrupción y la amenaza latente de reducir el Ministerio Público a una dependencia sujeta al Poder Ejecutivo. El plan avanza a la vista de todos."

 

"Un trágico síntoma de la descomposición democrática que vivimos fueron las severas restricciones de las libertades fundamentales durante la cuarentena, picos de violencia estatal nunca vistos en democracia y, muy especialmente, la clausura de la escolaridad que abandonó a los sectores más vulnerables de la sociedad. También el manejo opaco en la compra de vacunas, con sospechas de un intento de imposición de “socios locales” bajo los eufemismos de la “soberanía sanitaria” y la “transferencia de tecnología”, dejaron al descubierto la paradójica ficción de un gobierno que se presentaba como adalid de la vida: hoy somos uno de los países con más contagios y muertes por habitante del mundo. Y también somos uno de los países que más pobreza generó mediante el brutal y precipitado cierre de su economía. La cuarentena hizo un gran aporte al programa autoritario, dejando a miles de familias completamente subordinadas al clientelismo y la “ayuda” del Estado."

 

"Por eso creemos necesario advertir sobre el peligro que nos acecha mientras estemos a tiempo. Los renovados ataques al periodismo mediante causas judiciales armadas desde los sótanos del poder, el intento de desplazar al Procurador General de la Nación, la amenaza constante de avanzar sobre la Corte Suprema, reformar la Constitución e imponer un “nuevo pacto social”, la destrucción de la matriz productiva, el apoyo directo o indirecto a las dictaduras de Venezuela y Nicaragua y a la organización terrorista Hamas, y cierta retórica del Presidente sobre una presunta senilidad del capitalismo (cuando en rigor con algunos capitalistas negocia abiertamente y a otros los mantiene alejados de los beneficios de la relación presidencial), son obvios indicios de un camino que podría no tener regreso. El famoso apotegma “Vamos por todo” cobró una inquietante actualización."

 

"En vista de lo anterior, las próximas elecciones tienen una importancia trascendental. Si el kirchnerismo suma nuevas bancas vaciará hasta la última gota de esa democracia que trabajosamente construimos con el pacto del “Nunca Más” de 1983. No es hora de especulaciones. La oposición debe deponer las mezquindades y los personalismos estériles. Pero también debe trazar con firmeza un horizonte de país deseable: una democracia liberal e inclusiva, con propiedad privada, con respeto de las minorías y los derechos individuales, con educación y salud públicas de excelencia, con seguridad en el espacio público, con trabajo, con inversión, innovación y apertura al mundo. Un país que recupere la capacidad de entusiasmar, en el cual la juventud no elija irse. Urge dotar a la Argentina de una segunda piel republicana, para lo cual la elección debe imponer la cesantía del plan autoritario."

 

Stefanía Cora, diputada provincial por Entre Ríos. Es, también, quien podría reemplazar a Edgardo Kueider.
Intendentes de la Quinta sección electoral

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