Los ocho representantes para el Senado que se elegirán en la Primera sección electoral transforman a este territorio del conurbano norte en una pieza clave para Juntos por el Cambio: busca hacer una buena elección en los distritos de peso para mantener el 5 a 3 que consiguió hace cuatro años y, de paso, contrarrestar el impacto negativo que suele tener en los distritos del sur del conurbano, donde el peronismo se afirma con fuerza. Es por eso que, para el cierre de listas de este año, la oposición pretende alcanzar una armonía similar a la que llegó en 2017, en la que hubo un predominio del PRO en alianza con la UCR. Sin embargo, vislumbran un escenario diferente, con distritos en los que perdieron el poder y actores políticos como Emilio Monzó, que busca un lugar para competir en Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, o Joaquín De la Torre, que define por estas horas si arma por afuera de la alianza. En cualquier caso, sobresalen los dos principales socios del espacio, los intendentes Jorge Macri (Vicente López) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero).
La Primera está conformada por más de cuatro millones seiscientos mil electores repartidos en 24 distritos, de los cuales seis pertenecen a Cambiemos. Además de Vicente López y Tres de Febrero, controla San Isidro, con Gustavo Posse; San Miguel, con Jaime Méndez; Campana, con Sebastián Abella; y Suipacha, con Alejandro Federico. Y pondrá en juego cinco bancas en el Senado. Las tres principales son la de Gabino Tapia, Daniela Reich y Aldana Ahumada. Tienen historias disímiles y reportan a estructuras políticas territoriales distintas, pero coinciden en integrar el Grupo Dorrego, el espacio que fundaron los principales intendentes amarillos.
Tapia tiene un perfil bajo y pasó por la secretaría Legal y Técnica de Vicente López; responde a Macri. Reich es la presidenta del Consejo Provincial de las Mujeres del PRO y trabaja en tándem con su esposo, Valenzuela. Ahumada integró el Gabinete de María Eugenia Vidal y está bajo la conducción del diputado nacional Álvaro González. Los tres buscan renovar sus escaños, aunque el exdiputado César Torres también manifestó sus intenciones de regresar a la Legislatura.
Por el lado de la UCR, también terminará su mandato Emiliano Reparaz, un hombre cercano al expresidente del radicalismo bonaerense, Daniel Salvador, que trabajó junto a él en el gabinete bonaerense hasta el último día y que pasó por el cargo de director de Juventud en el Municipio de Navarro durante la gestión de Alfredo Castellari. Hoy sigue la misma línea política y se encuadra detrás del flamante titular del histórico partido, Maximiliano Abad. En este espacio buscan retener lo que tienen y, eventualmente, ir por más. En el macrismo lo saben e incluso traducen que el triunfo en la interna de Abad sobre Posse no modifica demasiado el escenario general, pero sí los interlocutores a la hora de conformar listas. “La negociación la vamos a dar con Abad. Pero, si por alguna razón, el radicalismo quiere que en esta sección charlemos con Posse o con Juan Pérez, para nosotros es lo mismo, es algo que tienen que definir internamente ellos”, dijo uno de los jefes comunales.
Quien también deberá dejar su banca en diciembre de este año es Roberto Costa, el presidente del bloque que intenta construir una nueva pata de Juntos por el Cambio para reclutar indecisos y disidentes en sus aspiraciones de mudarse al Congreso de la Nación, teniendo en cuenta que la ley que limita las reelecciones indefinidas le impide buscar la renovación. Como ya dio cuenta este medio, su armado generó tensiones en la oposición, pero encontró en el vicejefe de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli, a un aliado.
Fuentes del Grupo Dorrego también dijeron a Letra P que, pese a las distintas vertientes, pretenden que prevalezca la unidad para enfrentar al kirchnerismo y seguir construyendo un espacio en el que aquellos que detentan el poder territorial sean los protagonistas en el armado de listas en 2021 y, sobre todo, 2023. Esta meta busca ampliar y dar la posibilidad de enfrentamientos internos entre candidatos y candidatas en todos los distritos que sean necesarios, no sin antes reforzar el control de la lapicera sobre el sello amarillo. De todos modos, en principio, eso genera grandes diferencias. Mientras Macri busca vetar a Monzó y Posse por haber roto el bloque de diputados en la provincia, otros integrantes creen que se les tiene que abrir la puerta de regreso para volver al poder, mientras aseguran que deben contener a De la Torre. “Joaquín es muy importante y siempre estamos en diálogo constante. Vamos a ver cómo termina, si finalmente deciden jugar con nosotros, o no, pero está claro que son valiosos para este esquema y ojalá estén para sumarse”, amplió una fuente de gran peso territorial.