LA OPOSICIÓN | GRUPO DORREGO

Barones PRO refuerzan el control de la lapicera y avanzan sobre el vidalismo

Los intendentes amarillos designaron nuevos apoderados y ganaron lugares en la estructura partidaria. Los desplazados y el fino equilibrio con Vidal.

Cambios claves en la estructura partidaria del PRO bonaerense ratificaron la avanzada de los cuatro principales intendentes de la oposiciónJorge Macri (Vicente López), Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero), sobre sus socios caídos en las urnas y a instancias de la estrategia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que mandó a su vice, Diego Santilli, a explorar con cautela la provincia de Buenos Aires. Hay nuevos apoderados, desplazados y chances de que sigan las bajas.

 

Se trata de la flamante designación de César Torres y Sergio Iacovino como apoderados del principal partido en Juntos por el Cambio en la jurisdicción electoral más grande del país. El primero tiene raíces en el peronismo, fue diputado provincial hasta 2019 y secretario de Gobierno de Vicente López en el periodo anterior, por lo que es una de las espadas políticas más cercanas a Jorge Macri. El segundo ya pasó por este cargo y es director del Instituto de Derecho Constitucional y Electoral del Colegio de Abogados de San Martín y presidente del Concejo Deliberante de Tres de Febrero, por lo que responde de manera directa a Valenzuela. Uno con perfil confrontativo, otro más moderado, amalgaman los intereses del Grupo Dorrego, que busca influir de manera directa en las elecciones del año que viene y estar en el centro de la pelea mayor en 2023.

 

Junto al secretario Legal y Técnico de La Plata, Ramiro Palacios Vallejos, que reporta a Garro, y al exasesor de Gobierno bonaerense Patricio Blanco Ilari, cercano a Federico Salvai, conforman un cuarteto que pretende marcar los nuevos intereses del partido amarillo en sintonía con los dueños de los votos y mantener un fino equilibrio con la exgobernadora María Eugenia Vidal; una táctica que incluye no sólo los desplazamientos naturales en el grupo de apoderados por los nuevos ingresos, como el de Pablo Clusellas, un íntimo de Mauricio Macri, sino, también, un esquema que incluye referentes en las ocho secciones electorales y un plan de afiliación masiva. 

 

 

 

Como dio cuenta Letra P, los jefes territoriales de la oposición lanzaron hace unas semanas una campaña silenciosa de afiliación en toda la provincia que contempla el nombramiento de un encargado de la logística por sección electoral. Quieren pasar de los cerca de 45 mil afiliados y afiliadas a 100 mil en los próximos meses. Comenzar con tanta anticipación ese proceso de ensanchamiento de la base electoral también responde a la decisión de evitar nuevos escándalos políticos y mediáticos como los que giraron en torno a las denuncias de aportantes truchos en épocas de Vidal en el poder que terminaron eyectando a María Fernanda Inza de la tesorería del PRO bonaerense y de la Contaduría General de la Provincia. 

 

Los nuevos apoderados y la necesidad de agrandar el padrón interno tienen como doble objetivo dar pelea contra los halcones de Juntos por el Cambio a nivel nacional y fortalecer a los moderados más vinculados al Grupo Dorrego en el ámbito provincial. En síntesis, dar batalla al expresidente y a Patricia Bullrich en la superestructura y alambrar la provincia de Buenos Aires ante la amenaza de Larreta/Santilli y el regreso de Vidal, aunque sin romper la relación. 

 

 

 

Pese a ello, los barones del PRO y la abanderada del dialoguismo proselitista iniciaron una gira virtual por toda la provincia que ya tuvo paradas en Lanús y La Plata y selló un principio de acuerdo de alto el fuego y de unidad para alejarse de las figuras más intransigentes. “La moderación y el equilibrio es mucho más difícil que darse el gusto de jugar con discursos para la tribuna. Cada vez que me dicen que somos medio tibios, respondo que somos responsables y estamos a la altura del cargo que ocupamos, porque sólo hacer declaraciones grandilocuentes sirve para que te aplaudan un rato los que tenés carca”, graficó el jefe comunal de Vicente López durante la primera reunión virtual en la Tercera sección electoral. 

 

RETIRO. El avance silencioso de los intendentes en la estructura PRO de la provincia de Buenos Aires se corona con el desplazamiento de Clusellas, un histórico del macrismo duro que ejerce como auditor en la Ciudad de Buenos Aires. “Fémur”, como lo apodaban en el Cardenal Newman, trabaja junto a su amigo Macri desde los primeros años del PRO en la arena política.

 

Siempre estuvo ligado a las cuestionas partidarias desde la óptica legal y llegó a ser apoderado del PRO bonaerense por el empuje de José Torello, exasesor presidencial de Macri y el referente por excelencia de las cuestionas partidarias amarillas. Clusellas arribó al grupo de apoderados como parte de un plan para ponerles coto a los intendentes y a la estructura bonaerense del PRO, que siempre convivió en tensión con la Casa Rosada. Con Macri más distanciado de la cotidianidad del partido, el exsecretario de Legal y Técnica tiene un pie afuera del PRO bonaerense.

 

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