LA OPOSICIÓN | BUENOS AIRES

Una nueva pata de Cambiemos sale a reclutar indecisos y disidentes

Se denomina “Unidos”. La conduce el presidente del bloque de JxC en el Senado, Roberto Costa. Busca seducir vecinalistas, peronistas y radicales inorgánicos.

“Hay que ir a pescar afuera de la pecera”. La frase se repite en distintas reuniones de Juntos por el Cambio y un grupo de legisladores y legisladoras la hizo propia con el objetivo de ampliar la base electoral de este sector de la oposición en 2021. La apuesta es interna y la pelea, contra el kirchnerismo para recuperar el gobierno en 2023. Quieren sumar figuras inorgánicas del vecinalismo, el peronismo y el radicalismo e incluso descontentas con el modelo albertista. Este grupo, que busca transformarse en la cuarta pata electoral junto al PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica, está encabezado por el jefe de bloque de Juntos por el Cambio (JxC) en el Senado, Roberto Costa, y fue parido formalmente con un encuentro virtual.

 

Cerca de un millar de dirigentes, referentes barriales y militantes de distintas extracciones políticas de toda la provincia de Buenos Aires tuvieron este fin de semana un encuentro virtual que sirvió como una suerte de lanzamiento del espacio dentro de la alianza opositora: Unidos. Si bien la idea surgió apenas se conocieron los resultados de las últimas elecciones, en las que perdieron María Eugenia Vidal y Daniel Salvador, y se construyó al abrigo de los últimos meses en tiempos de pandemia, tomó forma en esta jornada. Costa comenzó el armado junto a otros legisladores y otras legisladoras que acompañan, como Lucas Fiorini, y más tarde fueron sumándose referentes de las ocho secciones electorales.  

 

“Queremos una multiplicidad de armados locales con sentido provincial y valor territorial. Esto no significa ir contra nadie, al contrario, creemos que, más allá de las tres expresiones clásicas de Juntos por el Cambio, falta una que contemple el ingreso de nuevos actores”, confió a Letra P uno de los participantes del último encuentro, que se dio en simultáneo con el que organizaron las máximas referencias de halcones y palomas de la oposición bajo la consigna “En marcha al futuro”. Que el encuentro se haya dado en paralelo no significó un contra zoom, pero motivó a sus participantes y, sobre todo, a sus organizadores y organizadoras, a hablar de un hecho político destacado en la provincia de Buenos Aires, teniendo en cuenta que la convocatoria del PRO contó con Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Vidal y Patricia Bullrich.

 

 

 

En rigor, la iniciativa de las y los bonaerenses no es nueva. A nivel nacional, lo intentó el exsenador nacional Miguel Ángel Pichetto y, en el plano bonaerense, el exministro de gobierno Joaquín de la Torre. El primero se encerró en un receptáculo duhaldista de la vieja escuela, que afina una articulación con excaciques distritales y dirigentes que reportan en variopintas escuderías con escasa representación territorial, y el segundo apenas logró retener su distrito natural de la mano de Jaime Méndez. En síntesis, el objetivo de ampliar el frente opositor se vio frustrado y sus lugares dentro de la mesa de poder quedaron vacantes. 

 

 

 

Aunque tienen buen vínculo tanto con el vidalismo como con intendentes, creen que el principal déficit de Juntos por el Cambio está en la territorialidad. No quieren enfrentarse a uno y otros, pero incluso así reconocen que con ellos no alcanza. Por eso insisten en mostrar los resultados de las últimas elecciones, instancia en la que perdieron no sólo la presidencia y la gobernación, sino, también, numerosas ciudades de la provincia de Buenos Aires. 

 

Pese a que corren con menos ventaja que los espacios que fundaron Cambiemos, su empresa persigue el objetivo de ir a buscar a la dirigencia que esté decepcionada de Macri y Vidal, pero que no se haya unido al Frente de Todos; un fin que, de alcanzarlo, también les permitirá a sus integrantes disputar espacios en las próximas elecciones legislativas e incluso pedir un cambio de denominación de la alianza, como sucedió en la campaña de 2019.

 

Javier Milei, junto a parte de su gabinete en Casa Rosada.
Romina Diez, Javier Milei y Nicolás Mayoraz.

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