27-O

Alberto Fernández de Kirchner: "No vamos a arrodillarnos ante el FMI"

En el acto por NK, el Presidente comparó a la Argentina de la crisis de 2001 con la que dejó Macri. "El FMI tiene que hacerse cargo del daño que hizo", avisó.

El presidente Alberto Fernández comparó a la Argentina de la Gran Crisis de 2001 y la que recibió el kirchnerismo en 2003 con la que dejó el gobierno de Mauricio Macri en 2019 y, recuperando la retórica de Néstor Kirchner en el acto por los 11 años de su muerte, aseguró que no cerró todavía un acuerdo con el FMI porque no piensa "arrodillarse" ante el organismo internacional porque "nada hay más importante que sacar del pozo de la pobreza a los argentinos".

 

"Si todavía no cerramos un acuerdo es porque no vamos a arrodillarnos", dijo el mandatario, único orador del acto que se desarrollaba este miércoles en el estadio de Deportivo Morón, vestido con traje y corbata a pesar de la tarde de calor agobiante y rodeado por una fuerte demostración de peronismo explícito.

 

En la zona de confort del contraste con el macrismo, Fernández comparó la Argentina que tomó Kirchner en 2003, con él como jefe de Gabinete, con la que dejó el gobierno de Cambiemos en 2019. "En aquel entonces la pobreza se había profundizado con las políticas neoliberales que la Alianza había llevado adelante", dijo y aseguró que aquella situación "se parece" a la que tuvo que enfrentar él al asumir el gobierno. "Todos sabemos quién juega para la gente y el pueblo y quién para otros intereses", gritó el mandatario y acusó a la administración que encabezó Macri de "festejar" una deuda "insólita" que comprometió al país "por cien años".

 

El Presidente se apoyó en un video que compila tramos de discursos icónicos de Néstor Kirchner, el mismo que había publicado horas antes la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner -ausente en el acto, como en todos los homenajes a su compañero y socio político-. En esa pieza, el expresidente dice: "Había sectores que decían 'miren cómo se pelea el Presidente', (pero) yo no me peleaba por pelearme ni mucho menos, yo estaba luchando por los intereses de una patria que estaba quebrada y fundida y que no quería arrodillarse ante los intereses que la vaciaron". Mismo concepto usó el actual jefe del Estado.

 

“Voy a cerrar con el Fondo el día que sepa que eso no condiciona el futuro de la Argentina”, sostuvo Fernández, quien en pocas horas emprenderá una nueva gira por Europa, la tercera durante su mandato, en busca de apoyos que acerquen a la Argentina a un acuerdo por la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para resaltar su estrategia de aislar al organismo a partir de la cobertura que espera obtener de sus principales accionistas, el mandatario avisó en su discurso, en tono de campaña: "El FMI tiene que hacerse cargo del daño que hizo".

 

En esa línea, hizo un llamado a la reflexión con respecto a un posible retorno “al país de la deuda y la especulación” y, a  dos semanas de las elecciones, convocó a la militancia a ir “con toda la fuerza” el 14 de noviembre. Buscando el contraste con Juntos por el Cambio y en respuesta a las acusaciones sobre “la falta de un plan” de gestión, Fernández respondió que las políticas de estado no dependen de “haber escuchado focus group o una encuesta”. “Escucho decir que el Gobierno no tiene un rumbo y lo que pasa es que no tiene el rumbo que ellos quieren que tomemos, que condiciona nuestro desarrollo”, alegó.

 

Fernández también se hizo cargo de las internas que estallaron tras la derrota del oficialismo en las PASO y admitió que en el Frente de Todos “hay diferencias y matices”. “Pero Néstor nos enseñó que nadie es dueño de la verdad”, buscó suavizar.

 

En el final, retomó la figura del expresidente para intentar una síntesis cada vez más esquiva para el oficialismo. “No le podemos fallar a Néstor porque la Argentina que Néstor se propuso todavía está pendiente. Tengo la certeza absoluta de que mi destino es terminar la tarea que empezó Néstor y siguió Cristina. Y la tarea que tenemos los tres es hacer una Argentina justa, libre y soberana”, cerró.

 

El acto que encabezó Fernández fue organizado por La Cámpora y el Movimiento Evita para evitar la dispersión de conmemoraciones que volvió a revelar las tensiones internas del Frente de Todos el fin de semana pasado, cuando el Día de la Lealtad terminó bifurcado en dos, con una convocatoria a "las plazas" para el domingo 17 que protagonizaron sectores más afines al kirchnerismo y la movilización de la CGT del lunes 18, que no resultó tampoco un apoyo explícito al Gobierno.

 

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