LETRA P EN IDEA

El Círculo Rojo espera a Fernández con más ventas y menos expectativas

El Presidente cierra el Coloquio. Las empresas perciben que rebota la economía pero plantean su desánimo con el Gobierno y la política. La incógnita del 15-N.

El Círculo Rojo percibe el rebote de la economía y algunos sectores prevén que continuará la recuperación en 2022, pero a la vez plantea su desánimo con el Gobierno y el rumbo de la macroeconomía y la política. El abanico de diagnósticos varía de acuerdo a los sectores, pero está cruzado por una mejora en los números corporativos en fabricantes de bienes durables, fabricantes de insumos y sectores vinculados al agro, en medio de crecientes quejas hacia el Ejecutivo, que llevan incluso a esperar sin expectativas la intervención del presidente Alberto Fernández, confirmada para este viernes.

 

“Qué expectativas puede haber con el Presidente, no sé. Pero, ¿quién viajó a Estados Unidos, el presidente o Juan Manzur?”, se preguntó el ejecutivo de una importante industria multinacional, más pendiente de lo que el Gobierno le diga a los fondos de inversión que de lo que sucede en Costa Salguero. En el Coloquio de IDEA, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, abrió la segunda jornada del evento ante un auditorio semivacío, quizás por lo tempranera de la convocatoria. “No sabés con quién vas a hablar después del 14 de noviembre”, manifestaba un hombre de negocios.

 

Los que transmiten esta desazón son referentes de empresas de la industria automotriz, la metalmecánica, el petróleo y gas, la línea blanca y la agroindustria. Observan recuperaciones en sus ventas y en la producción más o menos sostenidas y condicionadas por la difícil situación de la logística a nivel global, con commodities y fletes a precios altos y faltantes de semiconductores y otros insumos. Pero están más pendientes de la macroeconomía -la expectativa de un acuerdo con el FMI entre diciembre y enero, la alta inflación, la brecha cambiaria y, más puntualmente, restricciones a importaciones-.

 

Dos automotrices describen los incrementos en la fabricación y las ventas, que se ven en los números que entrega cada mes la Asociación de Fabricantes (Adefa). En septiembre, la producción escaló 13,5% respecto de agosto y 35,4% anual. Pero estos números contrastan con la caída de ventas a concesionarios, 26,7% inferior a la de septiembre de 2020. Atribuyen parte de la falta de autos a las idas y vueltas con la Secretaría de Industria para autorizar importaciones de vehículos desde Brasil y de partes. De todos modos, prevén un buen 2022, si la macroeconomía no detona.

 

Antonio Aracre, CEO de Syngenta, dijo a Letra P que las ventas de semillas e insumos para el agro aumentó 40%, en dólares, en 2020. “Este también terminará siendo un buen año y próximo también, si la Niña lo permite”, aventuró, en referencia al fenómeno climático que puede provocar una sequía y complicar la economía. El Ejecutivo se pregunta si después de noviembre habrá consenso en la política pero, sobre todo, en el Gobierno. Y se pone del lado del “racional” ministro de Economía, Martín Guzmán, en el dilatado debate por el peso de los subsidios en el déficit. “La única manera de generar trabajo es si la economía crece, no hace falta quitar las indemnizaciones”, sostuvo. Incluso a contramano de un funcionario que, en off, deslizaba su simpatía con los cambios normativos que propuso IDEA para aliviar el peso del marco laboral sobre las pymes.

 

A pocos metros, un ejecutivo de BGH celebraba la inversión con la que la empresa volvió a fabricar notebooks para el plan Juana Manso, el bis del Conectar Igualdad que había discontinuado el gobierno de Mauricio Macri. La empresa nacional se encamina a cerrar su segundo año de recuperación de ventas, apuntalada por el gasto de los hogares en electrodomésticos. Y Techint daba cuenta de los altos niveles de actividad de Siderca, Ternium y Tecpetrol, que inyecta fluido por el plan Gas. ¿Habrá segunda ronda de Alberto Fernández con Paolo Rocca? El ejecutivo no estuvo en Buenos Aires en la convocatoria del martes.

 

Las empresas de precios regulados eran las que mostraban más desconcierto. También, las que abastecen con bienes inelásticos a las clases populares. Y tienen doble presión: un freno en los precios y también del consumo. Con un año y medio de pandemia en la mochila, una distribuidora de gas vio que los índices de morosidad se duplicaron: del 6% de marzo de 2020 al 12% de los últimos meses. Con bolsillos más flacos, ¿qué margen queda para desarmar la bola de subsidios? Dependerá de la segmentación.

 

Y si se habla de precios regulados, las alimenticias y los supermercados todavía esperaban novedades del nuevo congelamiento de precios, que el Gobierno apuró a la espera de un dato de inflación de septiembre que estaría por arriba de 3%. “Nos dijeron que congelamos toda la línea de productos”, indicaron en una gran alimenticia. Pero a los supermercados les informaron una canasta de 900 productos que, luego, se amplió a 1245. 

 

Mientras Copal preparaba una contrapropuesta, los comercios se preocupaban por la sintonía fina: cualquier medida mal calibrada puede impactar en el cuarto trimestre, en el que se juega buena parte del consumo y del crecimiento. Asistentes a las dos reuniones que el secretario Roberto Feletti mantuvo con las empresas el miércoles contaron que les pidieron información que Comercio Interior ya tiene y está sistematizada. “Retrotrajeron aumentos que había convalidado Paula Español la semana pasada”, dijeron en una gran empresa. Los supermercados recibieron 20 nuevas listas el jueves. “El comercio crece 15% interanual, pero todavía estamos 4 puntos debajo de 2019. Recién empieza a caminar”, dijo Natalio Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio. Pero hay, según el dirigente “demasiados platillos chinos girando en el aire”.

 

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