La petrolera estatal atraviesa semanas clave. El anuncio anticipado de la salida de su presidente, Guillermo Nielsen, se produjo en medio de la renegociación del total de su deuda, que alcanza los U$S6.200 millones, una parada difícil que determinará el futuro mediato de la empresa y cuyos términos pueden sentar precedentes para la pelea de fondo que libra la Argentina con el FMI por los alrededor de 45 mil millones de dólares que el organismo le otorgó al gobierno de Mauricio Macri.
Con tanta plata en juego, las operaciones cruzadas arrecian. Apenas horas después de que se confirmara la salida del exsecretario de Finanzas de Roberto Lavagna y la llegada del pingüino Pablo González para tomar las riendas de YPF, el ministro de Economía, Martín Guzmán, debió desmentir los rumores de estatización de la compañía.
"De ninguna manera. El rumor es falso. YPF es una empresa privada con 51% de participación estatal que tiene un rol estratégico en el desarrollo energético de Argentina, y así seguirá siendo", respondió el ministro. Tras estas declaraciones, los papeles de la petrolera rebotaron un 13% en el mercado en Nueva York, borrando la caída inicial originada por la falsa información.
Como contó Letra P, este martes YPF mejoró la oferta de canje a sus acreedores con la meta de renegociar su deuda y fortalecer su caja los próximos dos años. El final es abierto y una respuesta favorable de los bonistas aún está por verse.
En ese contexto, un grupo de exfuncionarios de Cambiemos se mostró a coro analizando el panorama energético y denostando las políticas de la petrolera. Las críticas de la oposición son una obviedad del sistema democrático. Lo llamativo no fue la ausencia de autocrítica en la boca de los miembros de una gestión en la que la inversión de YPF se desplomó casi un 50 por ciento. Lo más asombroso fue la omisión de su paso por la gestión macrista.
Quién es quién
Juan José Aranguren, Nicolás Gadano, Emilio Apud y Jorge Lapeña opinaron en un informe publicado por el diario Clarín en carácter de economistas, historiadores o simplemente exsecretarios de Energía. Aranguren fue ministro de Energía de Macri durante dos años y medio y la cara visible de los aumentos de tarifas que implicaron una sideral transferencia de ingresos de los bolsillos de los usuarios a las empresas, y que obligaron al entonces presidente a congelar las facturas de los servicios públicos en 2019. En el artículo se presenta solo como especialista y extitular de Shell en Argentina.
Cuestionado por ser accionista del gigante petrolero, que lo tuvo en sus filas durante 37 años, mientras ejercía la función pública, Aranguren consideró a YPF una “empresa más del mercado petrolero”, en detrimento de su liderazgo en el sector. El ejemplo más emblemático tal vez sea la resolución 46, que implicó la ruptura del mercado de gas en el país y benefició el crecimiento de Tecpetrol, el brazo petrolero de Techint. Actualmente dirige una consultora que asesora a empresas del sector energético y teme que YPF congele el precio de los combustibles, según expresa desde el anonimato político de la nota.
Apud y Lapeña integran el mentado grupo de los exsecretarios de Energía que postulaba sus Políticas de Estado para el Sector Energético Argentino y fue furioso opositor a las políticas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Al asumir como ministro, Aranguren los nombró asesores.
Apud fue director titular de YPF en representación del Estado entre el 22 de diciembre de 2015 y el 4 de diciembre de 2019. Todo el gobierno de Macri, excepto por unos días. Lapeña fue secretario de Energía en el gobierno de Raúl Alfonsín, que los memoriosos recuerdan por los cortes de luz programados. Durante el gobierno de Cambiemos fue director de Enarsa, aunque terminó renunciando en disconformidad por el intento del Ejecutivo de enajenar las acciones del Estado en Transener.
Gadano conoció a Federico Sturzenegger cuando ingresó como joven profesional a YPF durante la gestión de José Estenssoro. Fue subgerente general de Administración y Servicios del Banco Central cuando Sturzenegger estuvo al frente de la entidad monetaria y luego gerente general, cuando Guido Sandleris quedó al mando del BCRA.
“El Estado usa YPF como herramienta de política económica o antiinflacionaria", denunció Gadano en el informe. Quien también fuera jefe de Gabinete del entonces ministro de Economía, Nicolás Dujovne, pasó por alto que Cambiemos también frenó el alza de los combustibles cuando en 2018 se disparó el proceso de devaluación de la moneda y que en agosto de 2019, tras la derrota en las PASO, Macri congeló por 90 días el precio de las naftas.
Predicciones
En noviembre de 2017, cuando la victoria del macrismo en las elecciones legislativas parió un sinfín de fantasías y frases célebres como "triple reelección", en el encuentro Latin Finance el abogado especialista en endeudamiento público Marcelo Etchebarne destacó la seguridad jurídica y las reglas claras para la inversión que juzgó imperantes en ese momento. Y cedió a la tentación del vaticinio.
"Esta estabilidad va a permanecer, el mercado asume que va a ser así por seis años y que Cambiemos va a tener una reelección, y que quizás a este presidente, si no es reelegido, lo suceda alguien de su mismo signo político, con lo cual el mercado asume que hay un alto grado de probabilidades de tener estabilidad por seis años, pero hay una probabilidad de que permanezca por al menos diez años", dijo aquella vez Etchebarne, hoy representante de uno de los grupos de inversores que pujan con YPF por la reestructuración de la deuda.
Con tanta sintonía de opiniones, debe ser cierto entonces que el mercado apuesta a una derrota del Gobierno.