Deuda

YPF: mejora del canje y plan de inversiones para despejar la caja hasta 2023

Hizo concesiones a acreedores y mostró en qué planea usar el dinero que no se destine a pagar vencimientos. La acción rebota en Wall Street.

YFP mejoró la oferta de canje a sus acreedores con la intención de renegociar toda su deuda -unos U$S6.200 millones- y despejar su caja durante los próximos dos años. Luego de una serie de asambleas en las que no logró cuórum, este lunes, la petrolera incluyó en su propuesta intereses de hasta 4% para los primeros años, sumó más garantías y mejoró la tasa de los bonos a partir de 2023. Además, presentó un plan de inversiones con el que busca convencer a los grupos de bonistas de que utilizará el dinero para mejorar la producción de petróleo y gas.

 

La nueva propuesta a los acreedores era esperable y motivó el desierto de las asambleas del lunes, un formalismo para cumplir con las regulaciones. Surgió de las conversaciones que encabeza Alejandro Lew, el gerente financiero de la compañía que llegó con el CEO, Sergio Affronti, con los grupos de acreedores. La línea ejecutiva de la petrolera negocia con los bonistas mientras YPF prepara la salida de Guilerno Nielsen y su reemplazo por el "pingüino" Pablo González en la presidencia. Lew y compañía recogieron algunos de los fondos de inversión, por lo que deberían mejorar los niveles de aceptación. Sin embargo, fuentes del mercado no dan por hecho que sea suficiente para sumar las mayorías necesarias para despejar los vencimientos. El de marzo es el más acuciante. YPF debe saldar U$S413 millones y, según la normativa del BCRA, debe renegociar el 60% de ese pago o saldarlo con fondos propios. Se trata de un compromiso que se había renegociado en agosto.

 

La oferta publicada en la mañana de este martes mantiene la premisa de despejar la caja hasta 2023, pero propone a los inversores un cupón que pagará 4% para el bono de 2026, 2,5% para el de 2029 y 1,5% para el de 2033. En la propuesta anterior, los pagos previstos para los acreedores en estos años eran nulos. A su vez, la petrolera elevó la tasa de interés de los nuevos bonos 2026 y 2029 del 8,5 al 9%.

 

El bono 2026 es el que se busca utilizar para refinanciar el pago de marzo y ahí están puestos los mayores esfuerzos de la compañía. Por eso, ese título tendrá una garantía adicional: una prenda en primer grado sobre acciones de YPF Luz, una de las subsidiarias más rentables de la petrolera.

 

El 14 de enero, YPF había modificado las mayorías necesarias para llevar adelante los canjes de bonos. Era uno de los reclamos de los acreedores. Según supo Letra P, era la exigencia principal del grupo de inversores representado por el abogado Marcelo Etchebarne, country manager del estudio DLA Piper Argentina y hombre de largo recorrido en reestructuraciones de deuda. Las negociaciones más duras se llevan adelante con los bonistas encabezados por BlackRock, como en tiempos recientes. "Repitiendo la experiencia de la negociación de la deuda del gobierno nacional, los grupos de bonistas parecen haberse dividido entre halcones y palomas, siendo los primeros los tenedores de la mayor porción del bono con vencimiento este año. El proceso no parece ser sencillo, recayendo la presión sobre la compañía ya que debe evitar un 'hard' default en marzo", indicó la consultora Delphos en un reporte.

 

Junto con las modificaciones en la propuesta de canje, YPF informó que la nueva asamblea de bonistas será el 11 de febrero -el plazo de aceptación de la propuesta finaliza el 5-. A su vez, la petrolera presentó lineamientos del plan de inversiones 2021 "teniendo en cuenta que los objetivos de esta refinanciación de la deuda es destinar fondos para aumentar las inversiones que permitan revertir el declino de la producción de gas y petróleo de los últimos años", informaron en la compañía. Según esas previsiones, las inversiones aumentarían 73% respecto de 2020 y los desembolsos en upstream crecerían más de 90%. En la empresa lo presentaron como "una muestra del compromiso" con los inversores.

 

Sucede que YPF no tiene un panorama fácil. Si bien el primer escollo es el vencimiento de U$S413 millones que deberá refinanciarse o saldarse con dólares de la caja -sin acceso a las divisas para cubrir todo el pago- la petrolera deberá revertir sus niveles de producción en un contexto adverso. A la situación del país, se suma la tendencia general de las grandes petroleras de ser más selectivas a la hora de asociarse e invertir y el cierre del mercado de capitales para la Argentina. Si en tiempos de Miguel Galuccio la empresa podía tomar deuda y buscar socios como Chevron para desarrollar los recursos no convencionales de Vaca Muerta, ahora los socios disponibles son más escasos y los recursos deberán salir del propio bolsillo de la empresa, que necesitará entre 2.500 y 3.000 millones de dólares al año. Según estimaciones del mercado, el canje busca despejar U$S1.800 millones de vencimientos previstos para 2021 y 2022.

 

Las primeras reacciones del mercado -hostil al riesgo argentino- fueron positivas. Hacia las 13:20, la acción de YPF rebotaba 7,25 por ciento en Wall Street, algo que en la petrolera se interpretó como una "buena recepción de las mejoras en la propuesta de canje que presentó YPF y la apertura de la compañía a escuchar a inversores y generar información confiable".

 

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