Con el esquema de consorcios, el manejo pleno del tablero de control de algunos puertos puede carecer de sintonía con los tiempos políticos y, así, generar focos de tensión. Esto sucede en San Nicolás, donde emergen crecientes cortocircuitos en la convivencia entre la presidenta designada por la gestión de Axel Kicillof, Cecilia Comerio, y el directorio portuario -asumido durante el vidalismo y ligado al poder municipal de los Passaglia (JxC).
En ese marco, Comerio presentó en los últimos días un informe al subsecretario de Asuntos Portuarios, Juan Cruz Lucero, advirtiendo una “posible malversación de fondos y/o administración fraudulenta” por parte de directores del consorcio, a partir de detectar la faltante de las rendiciones correspondientes por viáticos percibidos mensualmente por cada uno de ellos y que, en un año, representaron un total superior a los 4,5 millones de pesos.
Se sospecha que esos viáticos representaban un salario, algo que, de ser así, viola el estatuto del consorcio, que establece que el cargo de director es “de carácter honorario” y “sin derecho a ningún tipo de retribución” por parte del consorcio, “excepto el pago de viáticos debidamente documentados”. Pero, en el informe al que tuvo acceso Letra P, Comerio detalla la ausencia de documentación respaldatoria. Por eso, requiere la intervención de la autoridad portuaria provincial, como así también de Legal y Técnica y organismos de contralor, “a fin de determinar la posible comisión de un delito”.
Referente del camporismo nicoleño y excandidata a la intendencia local, Comerio arribó en noviembre pasado al complejo portuario. Un año y medio antes, en marzo 2019, San Nicolás había sido una de las últimas delegaciones portuarias en transformarse en consorcio de gestión. Vidal lo hizo. Así, pasó de estar bajo la órbita total de la Provincia a ser una figura autárquica movida por un directorio integrado por un miembro del Gobierno bonaerense –que preside– y uno de la Municipalidad local, mientras que el resto de los asientos está repartido entre empresas prestatarias, concesionarias, gremios y agencias marítimas.
“Una privatización encubierta”, denunciaron voces gremiales a este medio por aquel entonces. Alertaban que, así, se reforzaría el predominio de empresas de servicios portuarios que ya tenían su peso allí y donde lucían nombres ligados a la familia que conduce hace varios periodos el municipio local: los Passaglia. Como caso paradigmático, se menciona el de la firma Terminales y Servicios S.A., que tiene como apoderado a Juan Manuel Ondarcuhú, sobrino y ahijado del exintendente Ismael Passaglia y, por ende, primo del actual mandatario nicoleño, Manuel. “Ser pariente no es delito”, dijo Ondarcuhú meses atrás a Perfil para negar privilegios e injerencia municipal en decisiones del directorio.
En los pasos de creación del consorcio, Passaglia caminó junto al ministro vidalista de Producción, Javier Tizado, y celebró la medida en un contexto donde gremios con marcada presencia en el puerto local denunciaban quedarse sin un asiento en el directorio, a la vez que se les daba lugar a sindicatos sin afiliados en la planta permanente portuaria. Voces críticas a la conformación del directorio apuntaron en aquel entonces a Letra P que varios representantes –más allá del designado por estatuto por la Comuna– poseían una estrecha relación con el poder municipal.
En octubre de 2020, Comerio desembarcó en la presidencia de un directorio conformado por entidades sindicales y empresariales elegidas por el ministro de Producción de Vidal en 2019 y cuestionado por mantener estrechos lazos con la gestión local de Juntos por el Cambio. Por estatuto, los directores “durarán tres años en sus funciones”, pudiendo renovar sin límite de periodos. Con un proyecto portuario que parece chocar con intereses establecidos allí, el clima de convivencia entre la presidenta de Kicillof y el directorio de Vidal es cada vez más denso, aseveraron fuentes portuarias consultadas por este medio.
En ese marco es que la representante provincial viene recibiendo visitas de respaldo, desde la vicegobernadora Verónica Magario, pasando por ministros bonaerenses, hasta el reciente paso del titular de la Cámara baja provincial, Federico Otermín, junto al jefe del bloque del FdT en ese recinto, Facundo Tignanelli.
Pero más allá de las señales, también empiezan a darse acciones, como la reciente presentación de Comerio en torno a los viáticos (mientras que también está bajo la lupa el proceso licitatorio del elevador de granos sobre el que buscó avanzar rápidamente el directorio).
En lo que refiere al tema viáticos, los directores apuntados son Hugo Capra (representante municipal); Baltasar Schubert Aguila; Darío Felicevich; José María Ceriotti, Fernando Azcoitía y Antonio Negro (exfuncionario del Instituto de la Vivienda vidalista con Passaglia al frente), mientras que se resalta que las rendiciones en cuestión fueron aprobadas por el Gerente del Consorcio, Juan Pablo Albarracín. En el informe dirigido a la Subsecretaría de Asuntos Portuarios se alerta que tanto estas aprobaciones como la reglamentación que el directorio aprobó para regular sus viáticos, se dieron sin pasar por los organismos de contralor correspondientes.
Analizadas las rendiciones de cuentas de estos directores, el informe alude a una serie de situaciones “irregulares” que “hacen sospechar y cuestionar la veracidad de la documentación” acompañada a efectos de percibir el reintegro por gastos de viáticos.
Allí, se enumeraron declaraciones juradas presentadas mensualmente por los distintos directivos y se recalca que en las mismas no se adjunta “documental respaldatoria”, ya que no se indican gestiones efectuadas ni destinos, y tampoco existe rendición sobre el resultado de la supuesta gestión.
Además, se marca que los montos rendidos son siempre iguales y coincidentes entre los directores, declarando la mayor cantidad de gestiones permitidas (seis) por el reglamento creado al efecto. De noviembre de 2019 a diciembre de 2020, se detectó un desembolso total por viáticos de $4.500.456.