La escena que construyó el presidente Alberto Fernández para anunciar la presentación de la reforma judicial anticipó, en parte, el mapa de alianzas que dibuja el oficialismo para lograr su sanción en el Congreso, especialmente en la Cámara de Diputados, donde el Frente de Todos necesita al menos diez votos extra para aprobar leyes. La lista de presentes, física y virtualmente, en el anuncio oficial revela que apuntará a los bloques más chicos, los de la avenida del medio, que enviaron a sus principales representantes a la cita como un puente para aportar una veintena de votos adicionales y abrir una negociación clave.
El primer contorno que definirá esta discusión fue aportado por los bloques de Juntos por el Cambio (JxC), que anticiparon este martes su faltazo a la invitación presidencial. Se ampararon en la creación de la comisión de expertos que estudiarán cambios en la Corte Suprema y otros organismos, con el Consejo de la Magistratura y el Ministerio Público Fiscal, un tema que no forma parte del proyecto que deberán estudiar a partir de este jueves. Como anticipó este portal, sus diputados mantendrán una batalla abierta con el Gobierno en materia judicial pero, al parecer, la decisión no contó con la adhesión unánime de los cinco bloques que componen la mayor alianza opositora, porque participó el diputado riojano Felipe Álvarez, de Acción Federal, uno de los tres monobloques que integran la alianza macrista por fuera del PRO, la UCR y la Coalición Cívica.
En la primera fila de los asistentes presenciales estuvieron los jefes de los dos espacios que reúnen al lavagnismo y a partidos provinciales: el médico bolivariense Eduardo Bucca, del interbloque Unidad Federal, y el abogado mendocino José Luis Ramón, de Unidad y Equidad para el Desarrollo. El primero coordina tres bloques y reúne 11 votos, mientras que el segundo representa a ocho diputados y diputadas de fuerzas provinciales, aliadas al oficialismo.
No estuvieron solos, sino respaldados por parte de sus aliados internos. En el caso del interbloque de Bucca, también participaron en forma virtual dos de ellos. Se conectó Luis Contigiani, del monobloque del Frente Progresista Cívico y Social santafesino, que mantiene una relación cercana con el Presidente a partir del proyecto que diseñó para avanzar con una administración con participación estatal de la cerealera Vicentin. Junto a él también estuvieron por videollamada el santafesino Enrique Estévez, del monobloque del Partido Socialista, y Carlos Gutiérrez, uno de los cuatro miembros del bloque Córdoba Federal, que operan bajo el comando del gobernador Juan Schiaretti pero están dentro de la coordinación que detenta Bucca.
Hubo otra presencia importante, la del senador y exgobernador de Río Negro Alberto Weretilneck. No porque su voto en la Cámara alta sea decisorio, ya que ahí la tropa oficialista tiene mayoría propia, sino por su influencia sobre el diputado Luis Di Giácomo, único miembro de Juntos Somos Río Negro en la Cámara baja, quien también participó del anuncio del Gobierno.
A la presencia de un cambiemista junto a lavagnistas y "ramones", se sumó Alma Sapag, la única representante del Movimiento Popular Neuquino, que responde directamente al gobernador patagónico Omar Gutiérrez.
Ante las consultas de Letra P, en el lavangnismo se mostraron cautelosos, pero respaldaron la presencia de Bucca.
Cerca de Ramón, anticiparon que no hay acuerdos con una eventual ampliación de la Corte, aunque el tema no integra el paquete de la reforma judicial. Respecto al proyecto que ingresará por el Senado, anticiparon que las negociaciones dependerán de las decisiones que adopten los referentes provinciales de cada bloque. Es el caso de Pablo Ansaloni y Beatriz Ávila, que pertenecieron a Cambiemos hasta el año pasado y ahora están con Ramón, pero reportan al extitular de Diputados Emilio Monzó. "Podrían no acompañar toda la reforma", explicaron en ese interbloque.