Escenario | Río Negro

Doble comando

El poder se divide entre Weretilneck y la gobernadora Carreras. Cómo es el partido de gobierno y cuáles son las muestras de esta bifurcación.

Un líder político, espiritual y territorial y una guía desde la gestión. Dos grandes figuras se reparten el capital simbólico del provincialismo en Juntos Somos Río Negro, donde cada día se trasluce la diferencia de estilos entre la gobernadora Arabela Carreras y el senador Alberto Weretilneck, que siempre aparece en escena. Ambos dosifican autoridad mientras transitan problemas históricos de los partidos tradicionales surgidos ante una nueva alternativa de gobierno. Los dos llegaron al cargo por un incidente previo y, hoy, en el marco de la pandemia, tensionan por el manejo del poder.

 

Desde que la Justicia barrió con cualquier proyecto de re-reelección, Weretilneck diseñó el trasvasamiento de su gestión. Primero lo habló con Alejandro Palmieri, actual vicegobernador, pero terminó definiéndose por Carreras. Para no ceder terreno, ubicó a su tropa en lugares estratégicos del organigrama provincial. Eso se concretó en el gabinete, pero la necesidad de construir obligó a la heredera de emergencia a un cambio. El primero fue en el Ministerio de Economía. El segundo, en un momento clave previo al siempre difícil invierno del sur, en el área de Desarrollo Social. Así comenzó a impregnarse el arabelismo en el esquema del Gobierno de Río Negro.

 

Weretilneck ya no tiene la firma, pero sujeta el poder desde lo partidario. Con un estilo diferente, en el mismo escudo protector, Carreras se mueve y atraviesa la tormenta de la pandemia. Y la idea de una concertación con todos los gobernadores la ayuda a gestionar en la crisis.

 

 

Su primera gran decisión fue frenar la proyección municipal de Agustín Domingo en San Carlos de Bariloche, cuando lo ratificó en la cartera económica antes de diciembre. Un planteo de gestión a distancia, desde la cordillera, que se había acordado en la previa del nuevo ciclo, terminó de eyectar al hoy exfuncionario. En el área social, la incansable tarea de Nicolás Land no fue suficiente: la gobernadora quería alguien propio. En su lugar ingresó Juan José Deco -de los más cercanos desde la campaña provincial-, antiguo subsecretario. “A partir de los nuevos lineamientos de la gobernadora, preveremos los nuevos programas. Por supuesto que cada uno tiene su impronta y yo pondré la mía”, decía Deco apenas asumía.

 

HERENCIA. La teoría del mal menor es la teoría perfecta para el senador. Si algo destruiría el proyecto de Weretilneck es que el gobierno de Carreras enterrase el plan de continuidad. Lo que opina en su intimidad es que, para el retorno, estos cuatro años deben ser lo suficientemente buenos para generar las condiciones de una posible vuelta. Para eso, nadie del gobierno debe involucrarse en la estructura del partido. 

 

En ese plano, nombres de trayectoria resuenan en este nuevo esquema. Uno es Gustavo Gennuso, intendente de Bariloche. Sin reelección, buscará su lugar por fuera de los límites locales y, para su reemplazo, Weretilneck ya piensa en Domingo, hoy en boga por el anuncio de su sucesor, Luis Vaisberg, de pagar aguinaldos desdoblados.

 

Un caso particular es el del Ministro de Gobierno, Rodrigo Buteler. Heredero de la gestión original de JSRN, se mueve como uno de los funcionarios más importantes. Participó de reuniones con los colaboradores más cercanos del presidente Alberto Fernández y es una voz autorizada en la provincia.

 

 


Buteler, en una reunión de Carreras y Eduardo "Wado" de Pedro.

 

 

Otra de las grandes diferencias que divide opiniones en la estructura provincialista es el manejo de la relación con opositores. Y la más férrea es la familia Soria, viejos aliados de Weretilneck. Con la elección de 2019 en el recuerdo, el bajo perfil de Martín Soria dejó a su hermana María Emilia con el protagonismo. Primero, al propiciar un cambio de época que se materializó en el inicio de gestión. El deshielo sirvió para demostrar, también en Roca, un cambio de estilo.

 

La mayor sorpresa se dio la última semana, cuando la intendenta pidió mayor presencia de autoridades rionegrinas para hacerle frente al Covid-19. Carreras, que llegó al valle casi de incógnito, apareció en el Municipio. Nadie de JSRN, ni siquiera los referentes más importantes, sabía de la visita. La caminata de ambas por la plaza San Martín causó sorpresa, sobre todo a importantes referentes del partido que se habían reunido horas antes con la gobernadora.
 

 

 

EL BLOQUE. Tras los primeros cortocircuitos, surgió la pregunta: ¿Qué pasaría si la tensión subiera de nivel? ¿Qué pasaría si la relación se rompiera? La incógnita se replicó en la Legislatura, donde las diferencias no están tan marcadas pero los matices se desbordan. El ejemplo mayor lo dio la legisladora (vicepresidenta del bloque) Roxana Fernández, quien nunca tuvo una buena relación con Carreras. “Arabela se manda muchas cagadas”, dijo en el blooper que se viralizó el último fin de semana. El mensaje, que muestra la visión de un importante sector del partido oficial, muy ligado a Weretilneck, lleva de fondo una mala relación desde que la gobernadora era diputada.

 

En otro tiempo, cuando ambas compartían el recinto, el estilo de Carreras no cuajaba con el de Fernández y otras diputadas, autodenominadas celestes, como Norma Coronel y la roquense Tania Lastra. Desde entonces, como trasfondo, existió una mala relación que perduró en el tiempo, se expuso en redes sociales y ahora es popular.

 

 


Facundo López, con una foto de Weretilneck en la última sesión.

 

 

Con ese antecedente, los 28 diputados que componen el bloque más importante de la Legislatura transitan sin sobresaltos. La salida de Daniel Sanguinetti para sumarse al gabinete dejó sin un alfil al Ejecutivo en el parlamento y consolidó la figura de Facundo López, uno de los actores más cercanos a Weretilneck en toda la estructura política. El bloque es un espacio sin destacados integrantes que infundan componentes de carácter ideológicos: va desde el exsecretario de Trabajo Lucas Pica al experto en Hidrocarburos Sebastián Caldiero, pasando por el exintendente de Catriel Carlos Johnston, o un viejo aliado de Cipolletti del senador nacional Elvis Cides. Por ahora, la pata legislativa ejecuta sin escollos las órdenes de la Gobernación, pero se identifica con Weretilneck. Julia Fernández, actual vicepresidenta 1° de la Legislatura (llegó en reemplazo de Sanguinetti), responde al sector del intendente de Bariloche, Gennuso.

 

La conformación de la lista parlamentaria también formó parte de un cortocircuito. Según pudo saber Letra P, Marcela Ávila –candidata en Villa Regina cuando se destituyó a Daniel Fioretti– habría sido tentada para manejar Economía. Eso exasperó a Weretilneck, quien ideó una renovación legislativa.  

 

Carreras con la gestión, Weretilneck en el Senado. Ambos continúan en sendas paralelas que, por ahora, tienen un mismo objetivo: pasar la pandemia y generar el escenario acorde para que JSRN tenga el mismo destino que el MPN en Neuquén.

 

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