La política de Juntos Somos Río Negro (JSRN) sigue en manos de Alberto Weretilneck. El senador nacional, con una serie de reuniones virtuales, empezó a diseñar la pospandemia y remover la estructura que creó a imagen y semejanza del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Con concejales de cada municipio, al igual que con la mesa ejecutiva partidaria, bajó línea de cómo se debe encarar desde lo político la nueva etapa de la cuarentena. Mientras, Arabela Carreras consolida una buena relación con el Presidente e intenta darle su impronta al gabinete.
La idea del exgobernador es marcar el rumbo para las golpeadas economías regionales, como el turismo. Y, además, generar reuniones periódicas desde lo virtual para mantener viva la llama del provincialismo que tiene a la mayoría de los distritos pintados de verde.
JSRN esperaba marzo para que la estructura volviera a motorizarse. Con las elecciones en el pasado, y los primeros meses de Carreras en el ejecutivo, Weretilneck pensó en General Roca como sede de algunos encuentros. Ese plan se diluyó por la pandemia, que archivó cualquier movimiento público.
Esta lógica se fracturó con dos charlas virtuales en la última semana: la primera con concejales; la segunda con autoridades partidarias. La idea, según reconstruyó Letra P, es analizar los primeros seis meses de gobierno de Carreras, que empezó a trazar una impronta al cambiar dos ministros del riñón albertista: Agustín Domingo, por él entró Luis Vaisberg; y Nicolás Land, reemplazado por el leal Juan José Deco en la cartera de Desarrollo Social.
Con la mesa ejecutiva y la asamblea partidaria, las dos autoridades máximas, se afianzó la presencia orgánica para imaginar una línea de gestión, independientemente de lo que defina la gobernadora. Con la mayoría de los municipios a su favor, JSRN es el partido de poderío absoluto en cuatro de las cinco localidades más populares de Río Negro: San Carlos de Bariloche, Cipolletti, Viedma y Villa Regina están pintadas de verde. Sólo General Roca, en manos de la familia Soria, mantiene su pertenencia justicialista.
Anteriormente, una decisión del senador había ideado el camino. Como partido, JSRN oficializó donar parte del salario de los funcionarios (provinciales, municipales y legislativos), en una muestra de conducción clara, para hacerle frente a la pandemia. Hasta la fecha, el partido accionaba en visión al COVID-19. Ahora, la tropa piensa en el día después, en los efectos económicos, o la recuperación del aparato productivo. Si bien algunas de las economías regionales de Río Negro siguieron funcionando, otras están en foja cero y en una situación muy complicada. Como describió Letra P, el turismo es una de las actividades más golpeadas y el futuro inmediato es desolador.
La definición de una agenda futura es parte de lo que viene en el partido. “Se abrió la puerta, ahora empezamos a marcar una línea”, ratificó una fuente partidaria consultada por este medio.
ELOGIO. No pasó desapercibido el elogio del presidente Alberto Fernández a Carreras. Lo hizo en la última conferencia de prensa para anunciar la extensión de la cuarentena y en su visita a La Pampa. A pesar de que no se concretó la foto de ambos en el aeropuerto de Bariloche, la jefa provincial avanza en el diálogo y suma músculo en la relación de convivencia mutua para fortalecerse en su territorio.
Por ahora, se espera a la reunión del 26 de junio con otros gobernadores para definir cómo sigue Portezuelo del Viento. Allí tendrá otra foto con Fernández, con la cabeza puesta en una concertación.