OPOSICIÓN CRISPADA

Vicentin: el PRO se pinta la cara en el Senado de CFK y algunos inflan épica 125

Los miembros del interbloque opositor se reunieron de urgencia con el ex Monsanto Leonardo Sarquis y analizaron los pasos a seguir. De Ángeli, on fire.

La expropiación e intervención de la empresa Vicentín, que afronta un concurso preventivo por una deuda de 1.350 millones de dólares, tomó por sorpresa a los senadores y diputados de Juntos por el Cambio. Este martes, en estado de alerta, comenzaron las reuniones virtuales para reunir argumentos y razones que les permitan consolidar una oposición cerrada contra la estatización provisoria de la mega empresa agroexportadora. Los miembros del interbloque opositor en la Cámara alta escucharon este martes al mediodía el análisis de Leonardo Sarquis, exceo de Monsanto Argentina y exministro de Agroindustria de la gestión de María Eugenia Vidal y de Juan Antonio Anich, especialista en quiebras y concursos judiciales. 

 

El encuentro fue reservado, tuvo como moderadores al senador Esteban Bullrich y a su excompañero de bancada Federico Pinedo, pero en el bloque confiaron a Letra P que la reunión se concentró en analizar el derrotero legislativo y "contar con el contenido suficiente para repudiar esta medida confiscatoria", según explicó uno de los participantes, dentro de un público selecto que combinó a senadores con dirigentes agrarios del interior. 

 

 

Los senadores opositores están convencidos de que el DNU "es el anticipo de lo que vendrá", porque "el Gobierno buscará multiplicar las expropiaciones con las empresas que queden en quiebra después de la pandemia". A pesar del impacto que tendrá la cuarentena, aseguran que "el Estado siempre fue un pésimo administrador", pero en este caso, como sostiene el entrerriano Alfredo De Ángeli, "se trata de una intervención en el mercado de granos que es tan grave como la resolución 125" que firmó CFK para aplicar un esquema de retenciones al agro. 

 

 

 

Todavía se desconocen los argumentos jurídicos y legales que articularán para ventilar su dureza discursiva, pero el conglomerado opositor no descarta participar de las reuniones de la Bicameral de Trámite Legislativo para dejar sentada su posición y luego abandonar la sesión del Senado que trate el dictamen, como lo hicieron la semana pasada. 

 

La hoja de ruta definida por el oficialismo tiene dos caminos: el DNU ingresará a la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que preside el santafesino Marcos Cleri, donde el Frente de Todos cuenta con mayoría y buscará darle un dictamen favorable. Luego, el oficialismo lo llevará al Senado, donde el oficialismo tiene mayoría propia y podrá convalidar el decreto y garantizar el apoyo de una de las dos cámaras para que la decisión ejecutiva se mantenga firme. Mientras ese proceso legislativo se consume, el oficialismo también presentará un proyecto para expropiar la firma en forma definitiva, que podría ser impulsado por la mendocina Anabel Fernández Sagasti.

 

 

 

Ese plan de acción, con epicentro en el Senado, disparó la frustración de los integrantes de las bancadas del PRO y la UCR junto a los siete aliados que la semana pasada decidieron pegar un portazo presencial y virtual frente a la decisión del oficialismo de hacer valer su mayoría por primera vez para validar diez decretos firmados por el Presidente y anular los dos que rubricó el exmandatario Mauricio Macri para transferirle el aparato de escuchas telefónicas a la Corte Suprema. 

 

La contraofensiva contra el DNU contará con un segundo despliegue. Estará concentrado en el proyecto de expropiación que presente el oficialismo. Para esa instancia, Juntos por el Cambio considera que el texto debe ser tratado apenas ingrese, pero para entonces espera contar con una contrapropuesta que ofrezca "alternativas viables" que eviten la estatización. Parte de ese menú fue debatido hasta este mediodía junto a Sarquis y Anich. 

 

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Emilio Pérsico

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