"Esta provincia se merece candidatos que vengan de la provincia". Con esta frase, pronunciada en una entrevisata con la señal Somos La Plata, el intendente de Vicente López y uno de los líderes de la mesa de barones PRO, Jorge Macri, reiteró sus intenciones de fortalecer un proyecto político que tenga a quienes detentan parte del poder territorial como protagonistas en las elecciones de 2021 y 2023 con el objetivo de pelear por la sucesión de Axel Kicillof. El mensaje repercute directamente en la interna de Juntos por el Cambio y golpea la avanzada del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que mandó a su vice, Diego Santilli, a explorar la provincia de Buenos Aires.
Desde que los cuatro barones del PRO -Macri, Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata) y Diego Valenzuela (Tres de Febrero)- plantaron bandera a fines de agosto para dar pelea por la gobernación en 2023, sumaron distintos encuentros y alianzas políticas con la idea de encaminar una causa con identidad bonaerense. Para eso, primero, sumaron una pata compuesta por experonistas, el intendente Jaime Méndez (San Miguel) y su jefe político, el exministro de Gobierno Joaquín de la Torre, y, después, ampliaron el espectro a tres exjefes comunales amarillos que fueron derrotados en octubre pasado, Ramiro Tagliaferro (Morón), Nicolás Ducoté (Pilar) y Martiniano Molina (Quilmes).
De ahí nació el Grupo Dorrego y el plan para digitar el trablero de control de la principal alianza opositora en el futuro. Los argumentos que esgrimen son los mismos que dieron lugar al primer encuentro de estos actores sobre las escalinatas de la Municipalidad de Vicente López: suman los distritos que controlan, legisladores y legisladoras que les reponden y sacan cuentas sobre el capital político que pusieron al disputar otras elecciones. Sin Mauricio Macri en la presidencia ni María Eugenia Vidal en la gobernación, son los únicos que triunfaron en buena parte de los 135 distritos y quieren hacer valer esos papeles hacia adentro de la fuerza política.
Según confió a Letra P una fuente del PRO, el propósito final es construir una campaña que tenga ADN bonaerense. "Queremos decidir nosotros quién será el próximo candidato a gobernador", remarcan los intendentes. Con la experiencia del triunfo de 2015 y la derrota en 2019, miran todas las variables necesarias para volver al poder y analizan la posibilidad de apostar por otros u otras postulantes que midan bien en las encuestas y representen los intereses del espacio.
La lectura política al respecto marca una batalla interna con Larreta y la propia Vidal, dos dirigentes con posibilidades de influir de forma directa sobre Buenos Aires. De hecho, el primero comenzó a delinear un plan nacional que tiene a Santilli como uno de los hombres que puede trascender las fronteras municipales y hacer pie en tierra de Kicillof.
Por eso, quienes dirigen el partido amarillo ya desplegaron una campaña silenciosa de afiliación en la provincia para darle volumen al Grupo Dorrego y, como dio cuenta este medio, pasar de los cerca de 45 mil afiliados y afiliadas a los 100 mil en los próximos meses. En esta tarea también estarán al frente otros intendentes, divididos por secciones electorales: Macri y Valenzuela (Primera), Javier Martínez (Segunda), Grindetti (Tercera), Pablo Petrecca (Cuarta), Guillermo Montenegro (Quinta), Héctor Gay (Sexta), Ezequiel Galli (Séptima) y Garro (Octava).