Roberto Lavagna siempre quiso sumar a outsiders a su armado centrista. Ahora aliado en una fórmula aún indefinida con el salteño Juan Manuel Urtubey, se disipó su hambre de incorporar gente que no perteneciera directamente a la política. Eso sucedió, en parte, por algunas negativas fuertes que tuvo de parte de cuadros que admiraba y quería dentro de Consenso 19, su fuerza propia que mutó a Consenso Federal en esta nueva etapa. Unos días antes de cerrar con Urtubey, Lavagna le ofreció al presidente de River Plate, Rodolfo D´onofrio, que fuera su candidato a vicepresidente.
Según supo Letra P, el pedido insistente recibió dos negativas por parte del dirigente. No es la primera vez que el ex ministro transita el camino de buscar caras conocidas para su armado. Hace unos meses, hizo el mismo e infructuoso intento con el neurólogo Facundo Manes.
Antes de definirse por Urtubey, Lavagna sondeó a figuras que no son de la política.
Más atrás en el tiempo, pidió por otro hombre que viene del fútbol. Cuando construía la extinta Alternativa Federal con el socialista Miguel Lifschitz, se reunió con el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, para pedirle que fuera su candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad. Lammens, de línea con el socialismo, se negó y luego terminó acordando con el peronismo unificado de la fórmula Fernández-Fernández.
Manes, otro de los sondeados.
La elección de D´Onofrio, al igual que la de Lammens, tiene puntos de contacto. Los dos son opositores a Cambiemos y son la pata anti Macri y anti Daniel Angelici, presidente de Boca, en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Hasta el momento, D´Onofrio venía alineado con la ancha avenida del medio, que en algún momento incluyó a Lavagna.
Lammens, presidente de San Lorenzo. Lo quiso para Jefe de Gobierno.
El dirigente deportivo, que alguna vez se pensó compitiendo con Horacio Rodríguez Larreta, fue uno de los que participó de aquella cena iniciática de la ancha avenida que se realizó en la parrilla Roldán, propiedad del titular del Grupo América, Daniel Vila. En esa comida, el único que faltó sin aviso fue Lavagna.
D´Onofrio es, además del jefe riverplatense, un facilitador de la política. En su restó de sushi, Dashi, de la avenida Libertador, se juntan empresarios, políticos y funcionarios todas las tardes. Allí es donde el dirigente sondea sus posibilidades. “Hoy no lo vemos adentro de nada”, contaron los que están cerca de él.