La fórmula Axel Kicillof-Verónica Magario para la gobernación de la provincia de Buenos Aires no generó sobresaltos en el gobierno de Mauricio Macri. "La electora es Cristina (Kirchner). Los votos son de ella. Da lo mismo a quién pone", evalúan en Cambiemos.
Además, confían en que la decisión no modificará el escenario ni la estrategia electoral. "Es una fórmula de los ultras. No cambia nada", comparten en el búnker bonaerense de María Eugenia Vidal. "Es más de lo mismo", añaden.
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En tanto, la foto del binomio bonaerense que llevaría la boleta de Alberto Fernández-Cristina Fernández Kirchner sacudió el tablero político del peronismo y encendió las alarmas en el armado de Sergio Massa, que encabezará este jueves el Congreso del Frente Renovador en plena especulación sobre su futuro político. El tigrense reafirmó su intención de competir dentro de Alternativa Federal, pero las bases le reclaman tantear un acuerdo con el kirchnerismo y, como publicó Letra P, la boleta Kicillof-Magario es parte de una estrategia para apurar las gestiones con el massismo.
El PRO bonaerense rechaza esa posibilidad y confía, al tiempo que desea, en que el Congreso del FR confirme la precandidatura presidencial de Massa y deje de lado la probabilidad de un acuerdo con el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, que podría afectar las chances de Vidal.
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Por otra parte, en Cambiemos se mofan de la decisión del Instituto Patria de comunicar la fórmula para la gobernación a través de los intendentes. "Son sádicos. Los dejan afuera y la noticia la tienen que dar ellos", sostienen en el Gobierno provincial. En rigor, como informó Letra P, el pleno de los jefes comunales del peronismo bonaerense adhiere a la decisión de Cristina y apunta ahora a discutir lugares en las listas y a quedarse con la mayoría de los cargos locales.
Sin embargo, días atrás, los intendentes del PJ bonaerense habían enviado un claro mensaje al diputado Máximo Kirchner y al propio precandidato Fernández proponiendo que un jefe comunal encabezara la boleta por la gobernación. Finalmente, la precandidata a vicegobernadora sería Magario, que conduce La Matanza y representa al peronismo K.
Por el momento, los intendentes peronistas respetan el binomio y lo defienden enfáticamente. No obstante, el PRO escarba en esa tensión y mete cizaña al hablar de "sadismo". De todas formas, el oficialismo advierte que sus planes no se modifican: con Macri como candidato a presidente, la polarización con Cristina será la viga maestra sobre la que se sostendrá la campaña, propiciando que las otras opciones pierdan vigor.
Bajo esa lógica, en Balcarce 50 refuerzan la hipóstesis de que "la discusión es Macri vs. CFK".