La coalición Cambiemos vuelve a entrar en estado de ebullición tras el anuncio de la fórmula Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner y se reaviva el debate por una ampliación de la alianza oficialista, que divide aguas entre el PRO, la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical (UCR).
Un sector de Cambiemos salió a defender a capa y espada la idea acerca de que el corrimiento de la ex presidenta de la carrera por el cargo mayor "no cambia nada" y que la polarización se mantendrá como viga maestra sobre la que se sostendrá la campaña oficialista y, también, la kirchnerista. Bajo esa lógica, el presidente Mauricio Macri es el "único" candidato y competirá por la reelección. Este grupo oficialista lo integran y animan el jefe de Gabinete y de campaña, Marcos Peña, el secretario General de la Presidencia, Fernando de Andreis, y la diputada Elisa Carrió.
Ese esquema se refuerza bajo la lectura que la Casa Rosada hizo sobre la fórmula: Cristina está, igualmente, en la lista. Desde el sábado, en el cúmulo de mensajes y llamados entre los dirigentes del oficialismo, especialmente los alistados en el PRO, dominaba esa idea, que se cristalizó este lunes luego de la reunión de gabinete. "¿Alguien puede creer que la ex presidenta no tendrá la centralidad?", lanzó el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, en conferencia de prensa.
Sin embargo, no hay unanimidad en Cambiemos sobre la jugada del kirchnerismo. El presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, aceleró el paso con su reclamo de amplitud y con su intención de dirimir el candidato presidencial mediante internas abiertas. Como contó Letra P, esos dos puntos son el corazón del pliego de condiciones que el radicalismo quiere llevar al PRO para garantizar la permanencia en Cambiemos.
En tanto, en el Congreso Federal partidario realizado el mismo sábado, la Coalición Cívica ratificó la sociedad con el PRO y el acompañamiento a la candidatura de Macri "sin ningún tipo de especulación política electoral". Un mensaje de Carrió para el radicalismo, especialmente para Cornejo y Enrique "Coti" Nosiglia, que proponen un acuerdo con el peronismo alternativo, el GEN de Margarita Stolbizer y el socialismo. Esa propuesta también arrastra cuestionamientos internos en el radicalismo. "Se plantea incorporar a dirigentes que no están dispuestos a compartir este espacio. No le encuentro sentido", le dijo a Letra P el ministro bonaerense Jorge Elustondo.
Peña y Carrió son los principales escuderos de Macri para dinamitar cualquier posibilidad de interna. De a poco, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, compraron esa idea y advierten que la promoción de un candidato a presidente radical "debilitaria" la carrera proselitista de Macri. A pesar de este complejo escenario de negociación, la UCR insistirá y hará público es planteo durante la Convención partidaria del 27 de mayo en Parque Norte.
Abundan las discusiones y los poroteos numéricos acerca de los "beneficios" de ir a las PASO, que Cornejo y Nosiglia centralizan en una posibilidad de "contener" votos que podrían fugarse hacia el peronismo racional. Ambos sostienen que esa faena podría recaer en Martín Lousteau, que aún no se pronunció. Peña trabaja para voltear esa idea y clausurar cualquier interna presidencial. Otros, incluso algunos macristas, ven al economista como el compañero de binomio "ideal" de Macri.
No obstante, la fórmula FF sí abrió la puerta a discutir la posibilidad de ampliar la coalición oficialista, un plan que incluye únicamente ofrecer la vicepresidencia al radicalismo e incorporar otros espacios a Cambiemos. Peña y Carrió se mostraban inflexibles a esta propuesta hasta el sábado. Desde hace meses, los macristas Frigerio, Larreta y Vidal empujan internamente -e incluso encabezaron diálogos- para acercarse a distintos actores del peronismo federal. Estos dirigentes del PRO son los que advierten que no alcanza con repetir que la jugada de CFK "no cambia nada" y confían en que Cambiemos debe ampliarse "más que nunca".
Por el momento, Peña acepta debatir el compañero de fórmula de Macri, pero rechaza un eventual acuerdo con el peronismo bajo la premisa de no quebrar el purismo PRO ni tampoco el de Cambiemos. En el seno de la Casa Rosada se niega a rabiar la probabilidad de que Macri no compita, como barajó Cornejo. El único escenario que podría precipitar esa decisión sería una catástrofe económica.
En tanto, la estrategia y el discurso de campaña de Cambiemos no sufrirán modificaciones, lo que está bajo estudio es el formato: quién y cómo competir para garantizar la buena salud de Cambiemos y confrontar con la opciones peronistas y kirchneristas.