En enero de 2017, la localidad de La Emilia, ubicada en el distrito bonaerense de San Nicolás, estuvo en el centro de la escena a partir de una trágica inundación que se llevó la vida de un vecino, mientras que 7 mil personas fueron evacuadas a partir del desborde del Arroyo del Medio que dejó a este pueblo literalmente bajo agua.
Esta situación disparó de inmediato el malestar vecinal por la carencia de obras hidráulicas y dardos de la oposición que cuestionaron que, en los días inmediatamente posteriores al episodio, no estuvo presente la gobernadora María Eugenia Vidal, por aquellos días de vacaciones en Playa del Carmen (México).
En medio del fuerte impacto que generaron las imágenes de esta localidad arrasada por el agua, no tardaron en concretarse anuncios de obras hidráulicas en la zona. Una serie de terraplenes y otros trabajos de defensa del casco urbano se realizaron en los meses siguientes.
Cuestión de cartel. Aunque la obra se declaró desierta, el gobierno de Vidal ya realizó el cartel indicador.
Sin embargo, a poco más de dos años de que hayan bajado las aguas en La Emilia, apareció el desierto en materia de obras. Sucede que el concurso de precios para la ejecución de obras complementarias en la localidad fue declarado desierto, ante la ausencia de empresas oferentes.
Según se detalla en una disposición de la Dirección de Hidráulica bonaerense publicada este jueves en el Boletín Oficial, el 8 de marzo pasado se había aprobado la documentación para la obra en cuestión, fijando para ella $2.118.839, con un plazo de ejecución de 90 días.
Dos meses después –con una nueva disparada del dólar mediante-, el monto y los plazos evidentemente no resultaron atractivos para las empresas.
Para este concurso de precios se habían invitado a participar a cuatro empresas (Fontana Nicastro, Concret Nor, Luciano S.A y GyC construcciones), ninguna de ellas presentó oferta en el acto de apertura realizado semanas atrás.
Plano con las obras que quedaron en stand by.
Según se desprende de organismos oficiales, la obra en la zona aguas arriba de la localidad se concluyó, restando el cierre en la zona urbana y en la zona sudeste, en el primer caso debido a la imposibilidad de construir el terraplén propuesto inicialmente ya que la ocupación de tierras implicaba el desarraigo de un gran número de pobladores, los cuales no se encontraban dispuestos a abandonar esa zona por ser su única posibilidad de vivienda, las cuales se encuentran con todos los servicios.
De esta forma, se propuso una obra de recrecimiento en un metro de altura de un muro de hormigón de 60 metros de longitud, existente en la zona de la fábrica de La Emilia, siendo éste el único punto que en la actualidad estaría por debajo de la cota de resguardo.
Asimismo, el proyecto cuya licitación quedó desierta propone la ejecución de una alcantarilla sobre el terraplén de defensa, en la zona del canal La Cautiva. Esa obra tendría muros cabeceras y una compuerta automática que permitiría el egreso de las aguas del sector protegido.
Para estos trabajos, aunque la administración vidalista ya hizo el cartel de referencia para colocar en la localidad, no se especificó si se hará un nuevo llamado a concurso de precios o bien si el desierto de esta última licitación se extenderá hasta el final de la actual gestión.