Pegarse a las figuras del macrismo es el camino del precandidato a gobernador de Santa Fe José Corral. Al igual que la gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, el intendente radical recibió el aval y abrazo del jefe de Gabinete Marcos Peña, quien alentó a convencer a los indecisos.
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No será sencilla la elección santafesina para Cambiemos. Corral, sin internas, se verá las caras contra el ex gobernador Antonio Bonfatti (Frente Progresista) y el que salga vencedor de las PASO peronistas que cruzarán al senador nacional Omar Perotti con la ex vicegobernadora María Eugenia Bielsa.
Lejos quedó 2017, en el que macrismo goleó a sus rivales en las elecciones legislativas. En el medio, Cambiemos perdió peso por la crisis económica y por la desmejora notoria de la imagen de Mauricio Macri. La inquietud es, entonces, hasta dónde Corral podrá evitar verse salpicado por el derrumbe presidencial.
Jugado por jugado, el candidato a gobernador se concentra, por un lado, en pegarle al socialismo por sus problemas para combatir la inseguridad y el narcotráfico. Por el otro, se abraza a los mosqueteros del oficialismo nacional. Ya tuvo foto con Macri y con los dos principales estandartes territoriales: Larreta y Vidal.
“El equipo que lideran José y Anita (Martínez) expresa los valores que necesita Santa Fe”, le devolvió Peña en la ciudad capital. “Expresan un equipo que tiene los valores necesarios de cambio, de transformación, que nos permiten pensar que hay quienes se pueden hacer cargo de resolver los problemas de los que no se hicieron cargo los que hoy gobiernan la provincia”, amplió.
Pero antes del encuentro con medios, el funcionario nacional visitó una escuela de trabajo y, fundamentalmente, se dedicó a contagiar a los dirigentes y militantes de Cambiemos Santa Fe en una reunión privada. “Dio un discurso de arenga y bajada de línea”, contó uno de los presentes.
Peña, dueño de la comunicación cambiemista, motivó a los precandidatos macristas y les aportó speachs para salir a vender el alicaído oficialismo. Agarró el micrófono, se paró en el centro del salón, gesticuló y miró a la cara a todos y todas las presentes.
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Peña dividió a los votantes santafesinos en tres. Por un lado, aconsejó no discutir con quienes “quieren volver atrás”; por el otro, abrazó “al que nos quiere a muerte” y pidió: “Ayudémoslos a organizarse”. Finalmente, pidió concentrarse en los indecisos, los “decepcionados”. “Trabajemos con ellos de acá a la elección”, exhortó.
La provincia, confían diversos analistas, está partida en tercios parejos. El gobernador Miguel Lifschitz, sin embargo, no piensa lo mismo. Corral y el jefe de Gabinete consideran que los dudosos e indecisos resolverán la elección. El camino es responsabilizar al socialismo, y particularmente a Bonfatti, por la inseguridad y demonizar al peronismo.