El sector de la Unión Cívica Radical (UCR) que acompaña los movimientos políticos del diputado nacional Martín Lousteau y desde 2015 rivaliza con el PRO de Mauricio Macri vuelve a la carga con el pedido de internas: en un extenso documento, los radicales porteños pulverizan la gestión económica de la Casa Rosada, reclaman una PASO para dirimir el candidato presidencial de Cambiemos y, además, envian dardos directos para el comité de campaña macrista, al cuestionar la estrategia de la "división para ganar elecciones".
La UCR porteña le muestra los dientes al oficialismo en pleno debate interno en el radicalismo nacional, que exhibe dos vertientes desde comienzos de año: rebeldes y conservadores. Con este documento público, el radicalismo porteño, que conduce Guillermo de Maya, ataca tres frentes sensibles para la Casa Rosada: el reclamo de internas con Macri, que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se encargó de quebrar una y otra vez, incluso reafirmando directamente que el único candidato de Cambiemos es el jefe de Estado; la gestión económica y las "promesas incumplidas"; y el cuestionamiento sobre el método de campaña del macrismo.
"Somos la Unión Cívica Radical, la que pudo construir liderazgos a través de sus elecciones internas a lo largo de su historia, si los radicales no hubiéramos utilizado las elecciones internas como mecanismo de resolución de nuestras diferencias nunca hubiera sido posible el surgimiento de liderazgos como Raúl Alfonsín como así tampoco podríamos haber consolidado la democracia en nuestro país sin partidos con convicción democrática", advierte la UCR porteña, volviendo a poner el debate sobre las PASO presidenciales en Cambiemos.
Se trata de una puerta que la Casa Rosada e incluso los tres gobernadores radicales (Alfredo Cornejo, Gerardo Morales y Gustavo Valdés) intentaron cerrar hace días, pero el sector del radicalismo que integran De Maya, el ex presidente del partido Emiliano Yacobitti y el incansable Enrique "Coti" Nosiglia trabajan para mantener abierta. "Hoy Córdoba nos duele, pero que sepa el radicalismo cordobés no está solo en la lucha por la recuperación de nuestra indentidad partidaria", insiste el radicalismo porteño, en un claro mensaje al Comité Nacional, en manos del mendocino Cornejo. La UCR capitalina, junto a Lousteau, jugó fuerte por Ramón Mestre en su enfrentamiento con el PRO y Mario Negri para dirimir el candidato de Cambiemos en la provincia mediterránea.
La UCR porteña y Lousteau reclaman desde 2015 una "apertura" de Cambiemos. El radicalismo porteño prestó su estructura al economista para enfrentar a Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad y forzó un ballotage que asustó a la plana mayor del PRO. En la Ciudad de Buenos Aires, la asunción del larretismo significó un retroceso para el radicalismo porteño, que también empezó a marcar diferencias con la Casa Rosada. Aunque nunca aminoró sus críticas al PRO de Macri, el radicalismo porteño supo recomponer el vínculo con el oficialismo y en 2018 se produjo la postergada constitución de Cambiemos en territorio capitalino.
Sin embargo, la UCR porteña advierte sobre un "deterioro de la credibilidad social producto de las promesas incumplidas" para pulverizar el plan económico de Cambiemos. Sin vueltas, la filial capitalina del centenario partido dice que la política económica, atada al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), no puede "descansar solo en el análisis de las cuentas fiscales de nuestro país" y que esa faena del "neoliberalismo conservador no tiene en cuenta la calidad de vida de nuestros ciudadanos". En una frase, el radicalismo díscolo destroza el compromiso con la entidad monetaria y ataca la estrategia de ajuste del déficit fiscal que aplica el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
En plena guerra con la Casa Rosada, Lousteau viajó a Córdoba para respaldar a Mestre (FOTO: LA VOZ)
"Tenemos la obligación histórica de frenar el péndulo entre el populismo irresponsable y el neoliberalismo conservador que no tiene en cuenta los valores y la calidad de vida de nuestros ciudadanos y descansa, solo, en el análisis de las cuentas fiscales de nuestro país", se destaca en el comunicado y se reclama "salir de la emisión monetaria y el endeudamiento",
En otro pasaje del documento, la UCR cuestiona el recurso de polarizar con el kirchnerismo durante la campaña, una de las vigas maestras sobre las que se sostiene la campaña para la reelección de Cambiemos. Una línea discursiva que atraviesa a Macri, Rodríguez Larreta y también a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. El radicalismo puede encontrar eco a este reclamo en un sector del macrismo que alerta que "no alcanza" con revolver y agitar la discusión pasado vs futuro ante el contexto económico. "El fomento de las divisiones pudo servir para ganar una elección, pero no ha sido útil para gobernar. Llamamos la atención de quienes tienen poder de decisión en la actualidad, de no insistir por ese camino. La división de los argentinos no puede ser la estrategia para superar definitivamente al populismo", rugen los boina blanca porteños.
Tras la catarata de críticas sobre esos tres ejes, el radicalismo capitalino elige cerrar el documento aclarando que pertenece a la coalición Cambiemos pero pide "mejorar" la alianza oficialista. "Hoy volvemos a declarar nuestra intención de acompañar un cambio mejor en la República, allí será donde nos encuentren quienes hoy quieran poner lo mejor de sí para todos", advierten los radicales. "Es nuestra obligación hacer un Cambiemos mejor, para tener un mejor gobierno", concluye el comunicado radical.