“Soy amigo de Daniel”. No lo esconde ahora que el peronismo volvió al poder ni lo hizo en los cuatro años de gestión de Cambiemos. Rubén Cherñajovsky es el zar de la fabricación de electrodomésticos en el país y tiene une relación estrecha con el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli. Financió parte de su campaña presidencial, lo acompañó en cenas de lanzamiento y confesó su voto a favor del ahora diputado. Con la llega de Mauricio Macri al poder y la idea del oficialismo de reconvertir la industria, se vio obligado a mutar parte de su negocio. El resto lo hicieron la crisis y la recesión.
Con Macri. A poyó la política de celulares.
Cherñajovsky, padre de la diseñadora textil y empresaria María Cher, es el dueño de la ensambladora Newsan, que opera hace 28 años y tiene su core bussiness en Tierra del Fuego, paraíso de celulares, televisores, equipos de aire y calefacción cuando, antes de 2016, el consumo era un boom exagerado. “Le dijo a Alberto que tiene esperanza de que esto se recupere, que se motorice el mercado interno”, contó a Letra P uno de los presentes en la reunión que mantuvieron en las últimas horas el empresario con el presidente electo, Alberto Fernández, en el búnker de México.
Curtido en la política y con terminales en diferentes sectores, Cherñajovsky no se apuró a ir hacia el besamanos del candidato en San Telmo, sino que esperó el resultado final para el acercamiento. “Siempre fue muy industrialista”, admitieron cerca del empresario, que no la tuvo sencilla en el macrismo.
Cuentan los que lo conocen que cuando desembarcó Francisco Cabrera en el Ministerio de Producción, le dijo que lo que convenía era importar lo que se estaba fabricando en el sur, pero, más que nada, los pequeños electrodomésticos que producían en la provincia de Buenos Aires: licuadoras, jugueras, línea blanca, todo bajo la marca SIAM y ATMA -el resto de las marcas son Noblex, Sanyo, Philco y Compaq.
En ese momento, decidió reperfilar la planta que tenían en Campana, se asoció con la europea Vestas y empezó a producir allí “corazones” para molinos de energía eólica. También celebró, en el inicio, el plan de Macri de fomentar la compra subsidiada y el recambio de celulares, pero la crisis no lo tornó en un negocio apetecible.
Con Scioli y CFK, en la planta de SIAM en Avellaneda.
No era la primera reconversión forzada del dueño de Newsan: en los años de Guillermo Moreno como secretario de Comercio, muchas empresas se vieron obligadas a conseguir divisas por las propias para tratar de equilibrar su balanza comercial. Algunas firmas se dedicaron, en paralelo a su negocio, a exportar vinos. Cherñajovsky creó Newsan Food, que con el tiempo se transformó en el principal exportadora de pesca del país.
De todos modos, hoy, el 85% de su negocio está relacionado a los electrodomésticos, división que maneja uno de sus alfiles, Luis Galli, que levantó el perfil cuando Cherñajovsky se bajó de la esfera pública en la era Macri.
La compañía produce en la actualidad el 50% de sus productos e importa la otra mitad. “Para nosotros es lo mismo, o más barato, pero nuestra idea es generar empleo”, admiten.
En este contexto, Cherñajovsky le prometió a Fernández una inversión de 50 millones de dolares para exportar alimentos y fabricar lavarropas de la marca LG en la planta que SIAM tiene en Avellaneda.