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De mueblería a búnker: cómo se levantó el comando Alberto Presidente

El edificio de la calle México, en San Telmo, se remodeló en junio, contrarreloj. Funciona como base de operaciones de comunicación y prensa. Cafiero, Ferreño y Olmos, laderos con oficina propia.

La sorpresiva designación del candidato presidencial, el sábado 18 de mayo, dejó poco margen para la organización. Contrarreloj, apurado ante el comienzo inminente de la campaña, Alberto Fernández se puso a buscar oficinas para montar su comando de operaciones. El peronismo porteño, con Juan Manuel Olmos a la cabeza, corrió a su rescate y armó en tiempo récord el búnker en el que trabajan equipos de campaña, voceros y asesores y visitan operadores, intendentes y gobernadores.

 

Antes de convertirse en el centro de operaciones del candidato a presidente del Frente de Todos, el edificio ubicado en México 337, en el barrio de San Telmo, fue una fábrica de muebles de oficina. Sobre esa estructura desocupada, el operador todoterreno Olmos mandó a montar el comando de campaña que ocupa dos pisos, con estilo moderno y minimalista y subdivisiones hechas en vidrio y durlock.

 

A principios de junio, menos de dos semanas después del anuncio de la candidatura, el ex jefe de Gabinete ya había instalado allí a sus principales operadores y gente de confianza. Olmos se quedó con una oficina, ubicada en el primer piso. Fernández tiene la suya en la planta baja. Allí fue donde el candidato presidencial tomó el 12 de junio el famoso café con Sergio Massa que selló la conformación del Frente de Todos.

 

Café de la paz, en el búnker de la calle México.

 

 

Esa tarde, Fernández y Massa conversaron solos en el pequeño living que tiene la oficina del candidato presidencial, mientras los operadores de los dos bandos esperaban en la sala de reuniones ubicada en la planta baja, entre selfies, café, bromas y discusión de estrategias de campaña.

 

En su oficina, Fernández puso un escritorio, una biblioteca, dos sillones blancos de cuero y dos sillones de diseño tapizados en color azul, ubicados frente al televisor. Desde allí, tiene acceso a un patio diminuto y salida directa hacia la calle. Alguna vez, el candidato presidencial también llevó de visita a su perro, Dylan, su mascota inseparable que se hizo famosa en las redes sociales, donde tiene cuentas propias.  

 

Cerca del candidato presidencial, también en planta baja, tienen oficina propia dos de sus principales laderos: Santiago Cafiero, integrante del Grupo Callao, y el subsecretario de Relaciones Institucionales de la Secretaría de Gabinete durante el gobierno de Néstor Kirchner y amigo de la infancia de Fernández Claudio Ferreño, ahora segundo en la lista de candidatos a legisladores porteños del Frente de Todos.

 

 

 

Además de las oficinas y el salón de reuniones amplio, en la planta baja del búnker también hay una cocina y una sala más pequeña, por la que pasan durante el día otros colaboradores y armadores de campaña, como el líder del Movimiento Evita Fernando “Chino” Navarro y el ex secretario de Turismo de la provincia Miguel Cuberos, otros integrantes del Grupo Callao, como Cecilia Gómez Mirada, y amigos del candidato presidencial.

 

El primer piso del edificio está destinado a las áreas de prensa y comunicación. Allí tienen sus oficinas Juan Pablo Biondi y Juan Courel,  encargados de esas áreas, respectivamente. Además, hay un sector reservado para los puestos de trabajo de los encargados de redes sociales y un área para imágenes, donde trabajan fotógrafos y editores.

 

Por el búnker de la calle México pasan todos los días los dirigentes, operadores y voceros que se reúnen con Fernández y sus colaboradores para ajustar acuerdos políticos y estrategias de campaña. Allí ya estuvieron Massa, intendentes, sindicalistas y gobernadores, aunque los encuentros más grandes suelen celebrarse, por una cuestión de espacio, en el Salón Garage Argentino, un lugar destinado a eventos ubicado exactamente enfrente, en México 334.

 

En ese salón, Fernández recibió el 3 de julio a 12 gobernadores peronistas. Una semana después, Courel y Cafiero encabezaron allí una reunión con equipos de comunicación, voceros y candidatos de todo el país en la que trazaron estrategias para la campaña. Hubo cerca de 300 personas, entre las que se contaron los referentes de prensa de Cristina Fernández de Kirchner y el Instituto Patria, como Hernán Reibel, y los operadores massistas Raúl Pérez y Cecilia Moreau. Este miércoles, en el mismo lugar, Fernández, Massa y Axel Kicillof se reunieron con intendentes de la provincia de Buenos Aires.

 

 

 

 

El búnker ubicado en la calle México es la cabecera de la campaña de los Fernández, que controla el propio candidato presidencial, pero funciona en comunicación y coordinación constante con las oficinas que Massa tiene en Avenida del Libertador 850 y con el Instituto Patria, que fue escenario de las negociaciones hasta el 22 de junio, cuando los candidatos pasaron por allí a firmar su lugar en las listas, mientras en las oficinas de Fernández reinaba la calma. Tras ese cierre, el epicentro de la campaña se mudó a San Telmo.  

 

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