Entrevista | Roy Cortina

“Hay un enfrentamiento feroz entre Bonfatti y Lifschitz”

Tras la intervención del PS porteño, Cortina les pegó a todos los dirigentes del partido y anunció que se postulará a presidente nacional. “Discriminación y persecución política”.

Prendió el ventilador el legislador porteño Roy Cortina luego de que el socialismo resolviera en un encuentro de su Comité Nacional intervenir la federación que él conduce. El aliado de Horacio Rodríguez Larreta calificó la determinación de “disparate” e hizo hincapié en la “crisis” que atraviesa el Partido Socialista (PS).

 

En diálogo con Letra P, Cortina fustigó al presidente del partido a nivel nacional, Antonio Bonfatti, le machacó que tiene “una línea política errática” y anunció que buscará sucederlo. Por otro lado, sostuvo que el principal problema del socialismo es el post binnerismo. “Hay un enfrentamiento feroz entre Bonfatti y (el gobernador) Miguel Lifschitz, este es el problema de fondo”, consideró.

 

-¿Cómo tomó la intervención de la federación que usted lidera?

 

-Es una decisión inédita que se inscribe en las peores decisiones de la política argentina, se interviene un distrito en una reunión de Comité Nacional, eso no existe, solo existe en un Congreso. Se hace con una mayoría circunstancial de 14 votos en una votación muy dividida, donde no se dejó votar a la compañera que representaba a la Capital, una suplente del Comité. La reunión se hizo en un salón y en la entrada había patovicas de seguridad, casi no lo dejan entrar al diputado (de la Ciudad de Buenos Aires) Hernán Arce, tuvo que salir la intendenta de Rosario (Mónica Fein) y discutir con los patovicas. Nunca vi una cosa así, tengo 37 años en el partido, no estamos acostumbrados a este tipo de cosas en el partido, excepto una cuestión paradojal donde el protagonista es el mismo, (Eduardo) Di Pollina, con (Rubén) Giustiniani. Este compañero que ahora habla de Alberto Fernández fue el brazo ejecutor y Giustiniani el cerebro de echar hace diez años a los socialistas K, Jorge Rivas y Oscar González, en un congreso bochornoso en La Pampa. Siempre está Di Pollina detrás de estas cosas.

 

 

 

-¿Exceptúa de la decisión a Bonfatti, el presidente del partido que votó a favor de la intervención?

 

-Bonfatti hace un tiempo tiene una línea de política errática. El problema acá es el post binnerismo, esta pelea que existe entre las dos personas que juegan el rol de mayor representatividad en Santa Fe, por un lado Lifschitz y por el otro, Bonfatti. Aunque no lo digan, y es ridículo que no lo digan porque lo saben todos los medios de Santa Fe, hay un enfrentamiento feroz, este es el problema de fondo. El grupo de Bonfatti no es el que empuja, juega a ser el gurú de los caudillos del partido, pero igual está compenetrado con todo lo que se hizo y es culpable de esta cosa arbitraria, burocrática, un claro proceso de discriminación y persecución política. Lo que tendría que discutir el PS es qué es lo que le pasó en cinco años, perdió 4 millones de votos, pasó de tener once diputados nacionales y hasta antes de esta elección teníamos cero. Recién ahora recuperamos uno. Estamos contentos porque es la nueva generación, Enrique Estévez. Pero son 37 años de este proceso y el socialismo vuelve a tener, como cuando entró (Guillermo) Estévez Boero a la Cámara, un diputado. En la elección anterior a gobernador casi pierden con un cómico (Miguel Del Sel) y ahora perdieron Santa Fe. El PS perdió la personería jurídica en ocho provincias y no tienen mejor idea que agarrársela con la Capital, es un disparate. Lo que ha pasado es que tanto Bonfatti como Di Pollina se han quedado en el llano y frente a Lifschitz han quedado en desventaja.

 

 

 

-La mayoría de los que votaron en contra de la intervención son cercanos a Lifschitz. ¿Eso lo acerca a su mirada, él estuvo en contra del acuerdo electoral que hizo usted?

 

-Tengo que ser justo, el grupo de Lifschitz no estuvo de acuerdo con la decisión que tomamos. Ahora, yo reconozco en el grupo de Lifschitz, incluso a nivel nacional, porque hay compañeros de la provincia de Buenos Aires que creen que el problema del partido no es lo que pasó en la Capital y que hay una serie de cosas que emergen producto de la crisis del partido y también se debería intervenir a Río Negro, porque fue con el Frente de Todos, y en Mendoza fuimos con Cambiemos y en Jujuy, el hijo de Tizón, Ramiro, que es un militante nuestro, fue el segundo candidato a diputado de (Gerardo) Morales. Plantean algo similar a lo nuestro. Estamos en una crisis, tenemos que ver para dónde encarrilamos el partido, no se puede empezar por echar gente o intervenir federaciones. En eso coincidimos. Pero tengo que ser justo, insisto, ellos no están de acuerdo con la estrategia que tomamos.

 

 

 

-¿Por qué tomaron esa decisión, la de aliarse a Larreta?

 

-El PS hizo un congreso en Capital y definió, antes de que Fernández sea candidato a presidente, que no podíamos estar a nivel nacional ni con (Mauricio) Macri ni con Cristina (Fernández), y que había que trabajar una alternativa, que en ese momento estaba apareciendo con lo de (Roberto) Lavagna. Fue lavado, fue a desgano, con esa característica, Bonfatti diciendo ‘si nos tenemos que comer ir con Barrionuevo en Catamarca, lo haremos’. Ahora, el partido tiene una tradición desde hace muchísimos años, si no yo no podría haber estado en UNEN, en ECO. En UNEN, donde estaba (Elisa) Carrió, (Hermes) Binner me re puteó en cuatro idiomas, me fui echado, me auto eché del Comité Nacional. Después nos amigamos cuando UNEN se hizo nacional. Pero nunca hubo una intromisión con las políticas de cada una de las federaciones. Cada federación toma la mejor decisión política para el partido y lo que considera que es mejor para su provincia.

 

-¿Por qué apoyó a Juntos por el Cambio?

 

-Es mentira que apoyamos a Macri. Es mentira que nos pasamos al macrismo. Lo dije en todos los medios. El socialismo no tuvo candidatos ni en la lista de Senadores ni en Diputados. Cuando me senté con Larreta, (Martín) Lousteau y Maximiliano Ferraro y armamos este frente de partidos dejé claramente establecido que, caída para nosotros la estrategia de Lavagna, decidimos aceptar la convocatoria. Pero les dije a ellos, no voy a hacer campaña por Macri. No apoyo a Macri y cumplí con eso. No estuve en ningún afiche, no estuve en el bunker al lado de Macri, no estuve en ninguna foto, en ningún spot. Hicimos campaña por Rodríguez Larreta jefe de Gobierno, Diego Santilli vice, Lousteau era nuestro candidato. Y tuve un perfil bajo.

 

 

 

 -¿Cómo sigue ahora su vínculo con el socialismo?

 

-Esto no termina acá, porque antes de fin de año estoy presentando mi candidatura a presidente nacional del partido. Porque considero que el partido está desquiciado. Y acá hay que ir a un debate, no importan los votos que se saquen, hay que sacudir este partido. Una de las cosas que quiero discutir es este disparate de pensar que la social democracia, después de un gobierno con muy buenas políticas públicas en Santa Fe, pero moderado, que le quieran meter en la cabeza a los militantes que somos otra cosa, no somos otra cosa… le quieren vender a los chicos más jóvenes que Macri es el neoliberal, genocida, lo comparan con Larreta. Es todo un disparate.

 

 

 

-Dice que no va a prosperar la intervención en la justicia. ¿Por qué?

 

-Estoy seguro que no va a prosperar. El procedimiento es un disparate. No podés echar del partido, intervenir un distrito a través del Comité Nacional y sin ningún objetivo. Lo peor de todo es que tienen cola de paja, porque cuando anuncié que era candidato no me llamó nadie. Ni el presidente, ni el secretario general, ni el secretario general adjunto, ni Bonfatti, ni Lifschitz, nadie. Esperaron el resultado de las PASO, donde era todo muy favorable para el kirchnerismo, se pelearon entre ellos y lo postergaron para después. Qué sentido tiene intervenir a una federación exitosa en la Ciudad de Buenos Aires, que tiene una Defensora Adjunta del Pueblo (Paula Streger), dos legisladores, autoridad en la Legislatura, conduce centros de estudiantes, 20 mil afiliados. ¿Por qué van a intervenir? Es un disparate.

 

Joaquín Blanco, nuevo presidente del socialismo en Santa Fe.
Pablo Javkin junto con la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, la concejala Caren Tepp y el concejal Mariano Romero.

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