El líder de Camioneros, Hugo Moyano, declaró el “estado de alerta” y no descartó un nuevo paro en rechazo a la multa de $810 millones que le aplicó el Ministerio de Trabajo por incumplir la conciliación obligatoria en diciembre del año pasado.
“El objetivo político de la multa es doblegarme, pero no lo van a lograr. Desde el punto de vista legal, la multa no tiene ningún sentido”, aseguró el dirigente tras anunciar que el gremio apeló la sanción ante la Justicia.
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"El Gobierno nos tiene como enemigos porque evitamos la reforma laboral y el aumento miserable del 15%”, agregó.
"Si el Gobierno quiere insistir, que lo haga. No tengo miedo. Si me quieren meter en cana, que lo hagan. Nosotros priorizamos la dignidad de los trabajadores y de los dirigentes", desafió.
En conferencia de prensa en la sede del gremio, en el barrio porteño de Constitución, el ex secretario general de la CGT cuestionó "la falta de sentido común de esa multa aplicada", medida que consideró que "tiene un objetivo político".
Moyano también se refirió al decreto oficial para que las Fuerzas Armadas brinden ayuda "logística" a cuestiones de seguridad interior: "Es un Gobierno que ha sido votado democráticamente, pero actúa como un gobierno de facto", sentenció.
Tras encabezar una reunión del Consejo Directivo de la Federación de Camioneros para analizar la millonaria multa que le impuso el Ministerio de Trabajo, Moyano vinculó a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, con la decisión del Gobierno. "Es la primera ministra del país", ironizó.