En la mira

La caída en desgracia de Cabrera pone en jaque a Tizado, su delfín bonaerense

Blanco de críticas internas y externas, las dudas sobre la continuidad del ministro de Producción de Vidal se refuerzan tras la salida de su padrino político en la cartera nacional.

Desde el comienzo, fue un ministro no deseado. Javier Miguel Tizado arribó al frente del Ministerio de Producción bonaerense tras más de 150 días de acefalía en el timón de esa cartera. Más de 150 días en los que la gobernadora María Eugenia Vidal había buscado otros nombres para ese cargo. Uno de los intentos frustrados que más resonó fue el de Diego Cifarelli, titular de la Federación Argentina de la Industria Molinera que no tardó en disparar el rechazo de entidades ruralistas que recordaron viejos respaldos de Cifarelli a las políticas impulsadas por el otrora secretario de Comercio Interior del kirchnerismo, Guillermo Moreno.

 

La mandataria tuvo que ceder a la presión y, aunque escribió otros nombres como posibles comandantes de la cartera productiva, quien metió la cuchara en terreno bonaerense fue el entonces ministro del área en el orden nacional, Francisco Cabrera. Pancho jugó fuerte en la interna de Cambiemos para que en el gabinete vidalista recale Tizado quien, hasta ese entonces, era su subsecretario de Comercio Interior. Pero, con la reciente caída en desgracia del ex gerente de Máxima AFJP, vuelven nuevamente a posarse nubarrones sobre el destino de su delfín en la provincia de Buenos Aires. En efecto, se deslizó que, dentro de las voces que más cuestionaron al saliente ministro nacional en la mesa chica del frente de Gobierno, estaba la de Vidal

 

En ese contexto, la polémica en puertos, el conflicto en Astillero, la crisis Pyme y las quejas de industriales son un cóctel que, ante la salida de su padrino político, abren un manto de duda sobre la continuidad del ministro de Producción bonaerense, mientras resurgen con fuerza por los pasillos oficiales los dardos hacia el “perfil pasivo” de Tizado y su incapacidad por contener malestares en tiempos de turbulencia.

 

A pesar de contar con las cucardas de ser un ex Techint, y un “emprendedor” de esos que tanto gustan al paladar del macrismo, desde que llegó Tizado al gabinete de Vidal, el entramado productivo bonaerense, lejos de dar señales de repunte, fue acentuando su línea descendente. “En los últimos 2 años se perdieron 60 mil puestos de trabajo a nivel nacional, 25 mil en la provincia”, graficó días atrás el presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (Uipba), Martín Rappallini.
 

 


Asimismo, entidades que nuclean a Pequeñas y Medianas Empresas reclamaron la semana pasada la declaración de emergencia del sector al dar cuenta de un panorama crítico que no se revierte con los créditos blandos anunciados por Vidal, ni con el programa “Compre Pyme!” impulsado por el ministerio de Producción, que apuesta a la colocación de productos de estas empresas en grandes cadenas de supermercados.

 

Y es que hasta la efectividad de este plan es puesta en duda por algunas voces cercanas a la Gobernación, que marcan el hecho de que varios hipermercados aún no se plegaron, a la vez que Tizado publica en su cuenta de Twitter y bajo el hashtag #BuenasNoticias que se suma a este programa La Anónima, cadena conducida por la familia de su ex jefe, el secretario de Comercio Miguel Braun, y que concentra su peso en las provincias patagónicas, no en la de Buenos Aires.

 

El tendal de despidos que se grafica en diversos puntos de la provincia es la principal carta de cuestionamientos que propios y ajenos a la cartera productiva aluden a la hora de machacar el accionar del también vicepresidente de Chacarita. Algunos recuerdan como caso paradigmático los despidos que se dieron en una fábrica de electrodomésticos de Campana días después de la visita a la planta del propio ministro.


 


En tanto, aparecen otros focos de conflicto que se ligan directamente a Producción: en Astillero Río Santiago, los trabajadores denuncian falta de respuestas sobre el proyecto de reactivación, mientras reclaman por presupuesto, insumos y apertura de las cartas de crédito y construcciones para la defensa. En puertos, los problemas para Tizado flotan con fuerza en Bahía Blanca, donde el presidente del consorcio de gestión del puerto bahiense, Miguel Ángel Rodolfo Donadio, enfrenta una situación judicial por la que el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino, le requirió respuestas al ministro, en un contexto donde fuertes licitaciones se ponen en juego en esta significativa plaza portuaria bonaerense.

 

Bajo tal escenario, Vidal decidió meses atrás colocar a un hombre de su confianza como segundo de Tizado. Rodrigo Silvosa recaló como subsecretario de Puertos, Industria, Comercio y Minería, luego de su paso por Infraestructura. Ese gesto de la gobernadora denota un crédito escaso hacia las decisiones de su ministro.

 

Por todo esto, cerca de la estructura interna del vidalismo algunos comienzan a deslizar que la salida de Cabrera en el orden nacional puede generar réplicas a escala bonaerense, ya muy lejos de aquellos días donde Tizado celebraba en la parrilla El Mangrullo de Ezeiza su desembarco a terreno bonaerense de la mano de Pancho.

 

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