Mauricio Macri

La oposición escuchó a Macri en silencio y descalificó el discurso con dureza

El peronismo y la izquierda creen que el Presidente le habló a “un país de fantasía” y se fueron decepcionados. Cambiemos dijo que fue sólido. Pañuelos verdes en el recinto y los invitados ausentes.

Gusto a poco. Decepción. Relato y omisión de los problemas. La oposición salió del recinto de la Cámara de Diputados con duras críticas al breve discurso con el que presidente Mauricio Macri dejó inaugurado el 136° período de sesiones ordinarias, en una ceremonia que transcurrió en silencio y sin tensiones, en la que solo se evidenciaron reclamos de la izquierda y la reivindicación del debate por el aborto.

 

“Quiero ser muy respetuoso, pero pareció un discurso hecho desde una agencia de publicidad. Vinimos a escuchar al Presidente, pero nos vamos con la sensación de que no se terminan de asumir los problemas estructurales del país. No se habla de la industria, del desarrollo productivo, de los problemas reales de la gente”, disparó el presidente del interbloque Argentina Federal, identificado con los gobernadores, Pablo Kosiner.

 

Los mandatarios provinciales estuvieron entre los ausentes más notorios en la Asamblea Legislativa. De los 24 distritos que tiene el país, solo concurrieron a escuchar el discurso de Macri el salteño Juan Manuel Urtubey, el chubutense Mariano Arcioni, la bonaerense María Eugenia Vidal, el jujeño Gerardo Morales, el entrerriano Gustavo Bordet, el sanjuanino Sergio Uñac y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

 

La Asamblea comenzó a las 10, con el discurso de la vicepresidenta Gabriela Michetti, que estuvo acompañada por el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Para entonces, el recinto ya estaba colmado. En primera fila, delante de la presidencia, se sentaron el senador y ex presidente Adolfo Rodríguez Saá, el presidente del interbloque Argentina Federal en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, y el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Detrás se ubicó el resto de los senadores. Más arriba se fueron sentando los diputados. Ni Cristina Fernández ni Máximo Kirchner asistieron a escuchar el discurso presidencial.

 

A diferencia de lo que sucedió en el recinto en los últimos años, en las bancas casi no hubo carteles con reclamos. Solo los diputados que representan a la izquierda, Nathalia González Seligra, Romina del Plá y Nicolás del Caño mostraron carteles con consignas contra los despidos en el Hospital Posadas y en el INTI y por la legalización del aborto. En esta última consigna se unieron diputados de diferentes fuerzas. Una abrumadora mayoría de diputados del kirchnerismo, todo el Movimiento Evita, Victoria Donda y la propia izquierda ingresó al recinto con los pañuelos verdes que pide por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Dos diputados del oficialismo, los radicales Fabio Quetglas y Josefina Mendoza, hicieron lo propio.

 

 

 

El presidente Macri llegó al Congreso a las 11 en punto y pocos minutos después hizo su ingreso al recinto. A las 11.04 comenzó su discurso, que terminó exactamente 40 minutos después. Después de proponer un homenaje a los 44 tripulantes del ARA San Juan, el mandatario escuchó el que sería casi el único grito opositor de toda la ceremonia. “¡Búsquenlos!”, demandó la correntina Araceli Ferreyra, del Peronismo para la Victoria. El mensaje siguió con las repetidas “gracias” del Presidente, que dijo tener el corazón “lleno de entusiasmo”.

 

“Vinimos a reducir la pobreza y a asegurarnos que ningún argentino pase hambre”, anunció Macri. “¡Bravo! ¡Bravo!”, celebró desde su banca la diputada Cornelia Schmidt Liermann. La oposición escuchó en silencio, sin aplaudir, como durante el resto de la ceremonia. Luego, el Presidente remarcó la necesidad de bajar el déficit, combatir la inflación y terminar con el endeudamiento, y habló de la mejora en los índices de transparencia.

 

“Le pedimos al Congreso que este año tenga entre sus prioridades la ley de financiamiento productivo”, dijo el Presidente en su primera referencia al Poder Legislativo. El proyecto, denominado originalmente Mercado de Capitales, ya fue aprobada en Diputados y está a la espera de su tratamiento en el Senado. Luego, Macri anunció el desdoblamiento de la sepultada reforma laboral y anunció un “proyecto de inclusión laboral, para que trabajadores informales puedan registrarse sin perder la antigüedad” y una ley para extender la licencia por paternidad. A esos dos temas agregó el compromiso para que “las mujeres ganen los mismo que los hombres”.

 

“¿Qué es eso? Esa es la consigna de la OIT que teníamos en la década del 60. Nos faltó el respeto el Presidente. Tenía que venir a hablar con el Poder Legislativo y se puso a hablar para la cámara. Fue un discurso de autoayuda. No anunció nada”, fustigó la presidenta del bloque massista, Graciela Camaño, tras la ceremonia. Pese a haber estado invitados y a haber asistido en ocasiones anteriores, ningún sindicalista de peso concurrió al Congreso a escuchar al Presidente.

 

 

 

"El Presidente perdió una gran oportunidad hoy. Tendría que haber rendido cuentas, como marca la Constitución, de qué fue lo que hizo en 2017 y qué va a hacer en 2018. Pero el Presidente vive en una Argentina irreal", sostuvo el diputado del Frente para la Victoria y ex intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

 

Tras el breve segmento dedicado al mundo laboral, Macri mencionó el récord de turistas que visitaron la Argentina en 2017 y llamó a trabajar en ese rubro. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue quien arrancó la ola de aplausos que se extendió al resto de los ministros, que ocuparon la bandeja de invitados ubicada a la derecha de la presidencia, justo al lado del sector de sillas destinado a los ex presidentes y los miembros de la Corte. Solo Eduardo Duhalde –además de Rodríguez Saá, que es senador– ocupó su lugar entre los ex mandatarios. Carlos Menem, también senador, no concurrió.

 

“Hemos decidíos preservar uña parte de Campo de Mayo y transformarlo en un parque nacional”, anunció Macri. “¡Me encantó!”, gritó Elisa Carrió desde su banca. “Eso en un discurso presidencial no define nada”, apuntó Kosiner ya fuera del recinto. 

 

Luego llegó el capítulo de la Seguridad. El Presidente mencionó la tensión entre “democracia y seguridad” y pidió “no caer en la mano dura ni en el abolicionismo” y aplicar “penas proporcionales a los delitos cometidos”. “Hay mujeres y hombres de fuerzas de seguridad se juegan la vida por nosotros y merecen respeto y admiración”, reivindicó Macri, que mencionó el proyecto de Código Penal en el que trabaja una comisión de expertos. Además, el Presidente pidió avanzar con el nuevo Código Procesal Penal, que le da más protagonismo a los fiscales. La aplicación del Código está suspendida por un decreto del propio Presidente.

 

 

 

El punto siguiente fue el anuncio oficial de que el Congreso tiene vía libre para avanzar con el debate por el aborto. Parte de la oposición aportó un aplauso tibio. En las propias filas de Cambiemos, los diputados que se oponen al proyecto evitaron toda manifestación. “Fue la movilización, la organización de las mujeres y de los sectores que venimos luchando por esto hace mucho tiempo lo que hizo que Macri tomara la decisión de que se abra el debate. Pero hay que estar atento a cualquier maniobra dilatoria que haga el oficialismo con este tema”, dijo del Caño una vez terminada la ceremonia.

 

“Cada transformación está hecha sobre bases firmes y va a durar para toda la vida. Puede de funcionar, está funcionando. Somos imparables”, arengó Macri sobre el final de su discurso. A las 11.43, en el recinto el oficialismo entonó el clásico cantito de “sí, se puede”. Afuera, la oposición disparó contra el mensaje presidencial.

 

“Fue todo 'podemos', 'queremos', ninguna política pública concreta. Me voy decepcionado, escuchamos un montón de ideas sueltas y de ganas. Las únicas cosas concretas que se plantearon, el blanqueo y la extensión de la licencia por paternidad, son positivas pero en un contexto de apertura de Asamblea Legislativa, absolutamente menores”, criticó el diputado del Frente Renovador Daniel Arroyo. “El Presidente habla del futuro pero hace pocas referencias al presente, que es un desastre. Estamos en el quinto semestre y parece que estamos esperando el segundo”, disparó el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi.

 

El jefe del interbloque Cambiemos en la Cámara baja, Mario Negri, destacó la voluntad del Presidente de abrir el diálogo. “A la oposición no la confrontó hablándole del pasado. Al contrario, la invitó a discutir el presente para construir juntos un futuro”, dijo el radical. Desde el PRO, el diputado Daniel Lipovetzky lo definió como “un discurso corto y conciso”, como suele acostumbrar el Presidente, pero “sin dejar de lado ningún tema, incluso los que son contrarios a su decisión personal, como el aborto”. “Vamos a tener un año de trabajo parlamentario muy intenso a diferencia del año pasado que fue muy intenso pero desde el punto de vista político”, auguró Lipovetzky.

 

 

 

En la misma línea, su compañero de bancada, Pablo Tonelli, dijo que Macri dio un discurso “sólido, adecuado a la ocasión, con mucho contenido, y propuso una agenda parlamentaria muy nutrida” y pidió a la oposición que “acepte este desafío y que entre todos podamos sancionar esas leyes que la sociedad necesita”.

 

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