GRIETA SINDICAL

Daer, recargado: no respalda la marcha y pide renovar la conducción de la CGT

El triunviro volvió a mostrar su rechazo a la movilización empujada por los Moyano y pidió un Congreso de la CGT para votar una nueva conducción.

La interna gremial vuelve a sumar un nuevo capítulo, a horas de confirmarse la marcha impulsada por Hugo Moyano y acompañada por la CTA y parte de la CGT en repudio al “modelo económico” de Mauricio Macri. El triunviro Héctor Daer le quitó respaldo a la movilización y pidió una renovación de autoridades en la central obrera.

 

El clima de tensión entre el Gobierno y los sindicatos, en la previa a las paritarias, también se traslada puertas adentro en la convivencia entre los gremialistas. La familia Moyano, acechada por causas judiciales y en contra de la reforma laboral de Cambiemos, recrudeció su postura ante la gestión de la Casa Rosada y motorizó una marcha en la Avenida 9 de Julio. En el camino sumó el apoyo de la CTA y parte de la CGT, pero Daer, al igual que otros popes del sindicalismo, no avalaron la protesta.

 

“El 22 de febrero es una marcha de Camioneros. No tenemos clara la agenda propia, inclusive, del sindicato. Somos solidarios con todas las organizaciones sindicales, pero no vamos a marchar porque para realizar una marcha tiene que ser parte de una estrategia colectiva y no de algo sectorial o propio de una organización sindical”, rugió el titular de Sanidad.

 

En diálogo con Radio Mitre, Daer remarcó que se debe “priorizar ante todo la unidad de la CGT” y llamó a “consolidar y sostener” ese objetivo.

 

“Y si esta conducción no lo puede hacer por diferencias o porque no puede generar los consensos necesarios, lo que hay que hacer es ponerle fecha, calculo que será a principios o mediados de mayo, hacer un Congreso de la CGT y nombrar una nueva conducción que tenga la capacidad de sintetizar a todos los sectores y generar todos los consensos necesarios para la unidad”, lanzó, según recopiló la agencia Noticias Argentinas.

 

La movilización empezó a tomar color en paralelo con la mala relación del líder de Camioneros con el presidente Macri.  Conforme avanzaron las causas judiciales que complican a Moyano por su gestión en el sindicato y en el Club Atlético Independiente, la movilización empezó a crecer y contó con el apoyo del gastronómico Luis Barrionuevo y la CTA de Hugo Yasky.

 

La marcha agrietó a la CGT, que se fragmentó nuevamente. Los triunviros Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña comunicaron la adhesión, pero Daer pegó el faltazo a la reunión en la que se decidió adherir a la medida, ante la atenta mirada de los Moyano.

 

Los faltazos en el encuentro dejaron al descubierto la grieta entre los secretarios sindicales más enfrentados con el gobierno de Macri y los moderados. En el último grupo se encuadran los gremios de Sanidad (Daer), UPCN (Andrés Rodríguez), UTA (Roberto Fernández), Comercio (Armando Cavalieri), UOCRA (Gerardo Martínez) y Obras Sanitarias (José Luis Lingeri).

 

La movilización estaba acordada para el 22 de febrero pero se decidió buscar una nueva fecha para no superponer el reclamo gremial al acto y movilización en homenaje a las víctimas de la tragedia de Once, ocurrida ese mismo día pero en 2012, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner.

 

A su vez, el anuncio de la protesta gremial generó reacciones en el oficialismo. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, durante una entrevista con el diario Clarín, circunscribió la marcha a un enojo de los Moyano con el Gobierno. En tanto, el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, sostuvo que la Casa Rosada no va a aceptar "aprietes". "Si creen que se puede condicionar a la Justicia con poner mucha gente en la calle, se equivocaron en la lectura de la realidad de una Argentina que cambió", advirtió, en diálogo con La Nación. 

 

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