Entrevista. Agustina Ayllón

“Las llamadas a la línea de atención por violencia de género subieron un 80%”

La titular del Instituto de Género y Diversidad Sexual bonaerense asegura que ahora la mujer se anima a denunciar casos de abuso. Desmiente precarización laboral en su área y apuesta al aborto legal.

La sede del Instituto de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires refleja en sus paredes la ebullición que la lucha por la igualdad de derechos de la mujer está generando en la sociedad argentina. Los pañuelos verdes a favor de la legalización del aborto se mezclan con afiches y consignas y también con planteos gremiales que aún le reclaman a la gobernadora María Eugenia Vidal.

 

Agustina Ayllón, titular del Instituto, atraviesa esa situación con calma y disciplina y avala esta coyuntura. “Las mujeres hoy sienten la necesidad de contar lo que les ha pasado, lo que les puede estar pasando”, dice.

 

La funcionaria reconoce que ella misma es casi un cliché de prejuicios contra la mujer, ya que fue modelo y trascendió al ámbito político por ser esposa del ex diputado y candidato a la gobernación Francisco De Narváez, de quien está divorciada. También asegura que la denuncia por abuso sexual que presentó la actriz Thelma Fardín contra el actor Juan Darthés, que fue apoyada por el colectivo de actrices feministas, generó una fuerte reacción en muchas mujeres que, atravesadas por casos de abuso, decidieron comenzar a hablar. Ayllón es, además, defensora del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que se discutió en el Congreso y que podría reeditarse el próximo año.

 

 

BIO. Abogada nacida en La Plata, fundó la ONG Infancia para la Promoción y Desarrollo de Mujeres y Niños y llegó a la política de la mano de su ex marido Francisco De Narváez, a quien acompañó en la alianza de Unión PRO junto a Mauricio Macri y Felipe Sóla (2009), luego en la Unión para el Desarrollo Social junto a Ricardo Alfonsín (2011) y la última incursión electoral del empresario, Unión por la Libertad, donde Ayllón por primera vez fue candidata y ocupó el segundo lugar en la lista de diputados bonaerenses por la Octava sección. Tras divorciarse, se abocó a su especialidad en género y en enero de 2018 fue convocada por la gobernadora María Eugenia Vidal para comandar el Instituto de Género y Diversidad Sexual, que depende de la Secretaría de Derechos Humanos, que está a cargo de Santiago Cantón.

 

“Las llamadas a la línea de violencia de género 144 se incrementaron un 80%. Un 30% (de ese plus) tiene que ver con casos de abuso y, a la vez, subió un 30% la cantidad de mujeres que llamaron por primera vez”, sintetiza la funcionaria en una extensa charla con Letra P.

 

-¿Significa que las mujeres comienzan a denunciar?

 

-Comienzan a hablar, porque tengamos en cuenta que la 144 no es una línea de denuncia, sino de orientación y asesoramiento. Entonces, en muchos casos lo que precisaban era contarlo. Algunas mujeres nos llamaron, las orientamos y después siguieron el curso legal, pero otras buscaban descargarse. Cuando sale una persona que es pública y tiene tanta empatía con la gente a hacer una denuncia de este tipo, muchas mujeres se sienten identificadas y piensan “yo también lo puedo contar”.

 

-El caso de Thelma también se proyectó hacia otros casos de abuso, como el maltrato en ámbitos de poder. Usted fue esposa de un hombre de la política de quien ahora está separada…

 

-Divorciada.

 

-Pero se dio a conocer, incluso fue candidata a diputada, siendo mujer de De Narváez. ¿Sintió algún tipo de maltrato o desigualdad por eso?

 

-No, Nunca lo sentí así. Siempre me gustó lo político. Por eso estudie Derecho y me recibí de abogada y trabajo en el tema de género desde hace 15 años. Ahora, claro que entiendo que, estando al lado de una figura pública, lo que se podía ver era eso, el ser la mujer de.

 

 

 

-También fue modelo.

 

-Sí, tengo todos los prejuicios juntos (se ríe). Y si hay algo que he aprendido es a vivir con eso.

 

-Le preguntaba porque el ámbito de la moda es bastante tirano con la condición de las mujeres.

 

-Sí, es cierto Había abusos, se veían y se escondían. Estaba todo muy oculto, pero la verdad es que eso ya no se aguanta más.

 

 

"El abuso sucede en todos los ámbitos: en la política, en el Poder Judicial... hasta en un hospital. Lo importante es que ahora empiezan a mostrarse."

 

 

-¿Y en el ámbito político, donde se maneja mucho poder?

 

-El abuso sucede en todos los ámbitos. Al menos así lo veo desde mi experiencia personal y social. Está en la política, en el Poder Judicial... hasta en un hospital. Lo importante es que ahora empiezan a mostrarse. Antes, cuando una mujer denunciaba, la dejaban sin trabajo o la trasladaban y muchas veces se justificaba al profesional o al funcionario que abusaba marcando su competencia en la tarea que realizaba. Era común escuchar “es un buen profesional, solo que tiene ese carácter”, como si eso fuera solo una característica y no una conducta inapropiada. Y lo que ahora se tiene que entender es que aquello que se había naturalizado hoy no se tolera más, porque no está bien. Todavía hay gente que dice “yo siempre me manejé de esta manera". Bueno, ahora tiene que cambiar, ahora ya no está permitido. Es, claramente, un cambio cultural.

 

-¿Cómo se puede trabajar en el tema desde el Estado? 

 

-Nosotros hacemos prevención y capacitación para la gente que trabaja en organismos públicos, en ministerios, con la Justicia, porque hay que hacer un cambio cultural en ese sentido. Además, es imposible trabajar los temas de género si no es de forma articulada con la Justicia. Porque en cada caso, en cada denuncia precisamos ver cómo esta el expediente, por qué se tomaron determinadas medidas, cómo actuaron las defensorías. Porque éste no es un tema de un área, sino que es general y hay que articular entre todos. Género no es una secretaría, sino que está en todas partes. Trabajamos mucho con los municipios, trabajamos con Salud, con Educación, con niñez, con la Justicia. Si no, sería imposible tratar el tema de manera profunda. En eso los movimientos de mujeres ayudaron mucho porque iniciaron el camino.

 

 

 

-El cambio de época también se observó en la gobernadora, que comenzó a hablar de las denuncias, del machismo y de género.

 

-Yo vi las entrevistas y las declaraciones que hizo, pero la verdad es que desde que ella empezó la gestión el área de Género ha sido prioritaria. Nosotras tenemos reuniones mensuales para mostrar lo que estamos haciendo, cómo estamos invirtiendo el presupuesto, y nuestra área es una de las principales. María Eugenia tiene una mirada atenta al tema y apuesta a profundizar las políticas que se han implementado.

 

-¿No le parece llamativo que no tenga ninguna mujer en su gabinete, ninguna mujer ministra?

 

-Es cierto que no hay ministras, pero en los equipos, en las segundas líneas, si las hay.

 

"Estoy a favor de la despenalización (del aborto) porque es un tema de salud. Son situaciones que suceden y hay que darles un marco legal para proteger a las mujeres que pasan por estas situaciones."

 -Usted hablaba de un cambio de mentalidad. Quizá también la gobernadora debe hacer ese proceso para incorporar mujeres a su ámbito de confianza.

 

-Es verdad que las elecciones son muy particulares de cada persona y eso tiene que ver con la confianza de cada equipo, pero en este caso específico no sabría decir qué lo motiva. Tal vez en algún punto puede haber influido que, cuando se armó el gabinete, fue en paralelo a la conformación de los equipos de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires. Entonces quizás había mujeres que trabajaban con María Eugenia que terminaron en otra jurisdicción.

 

-En su caso, ¿cómo ingresó al gobierno de Vidal?

 

-Trabajo desde hace muchos años en el tema de género con la Fundación Infancia y María Eugenia conocía mi trabajo. Una de las personas que me introdujo en el tema, que me formó, es Fabiana Tuñez (actual titular del Instituto Nacional de las Mujeres). Entonces cuando Daniela Reich asumió como senadora provincial y dejó el Instituto, me convocaron.

 

 -También existe un vínculo anterior, porque muchos de los actuales funcionarios de Vidal fueron parte del equipo de De Narváez.

 

-Si, en su momento se compartían equipos (se refiere a la alianza electoral que hubo entre Mauricio Macri y De Narváez en las elecciones de 2009).

 

 

 

 -Decían que Macri y De Narváez no tenían buena sintonía, que por ese motivo se rompió Unión Pro.

 

-No lo sé, no puedo dar fe de eso (se ríe).

 

-Este año se discutió en el Congreso un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. ¿Cuál es su posición?

 

-Estoy a favor de la despenalización.

 

-¿Por qué?

 

-Porque es un tema de salud. Son situaciones que suceden y hay que darles un marco legal para proteger a las mujeres que pasan por estas situaciones.

 

-¿Confía en que se vuelva a discutir en 2019?

 

 

 

-Sí, es una discusión que va a volver y en algún momento se va a obtener la ley.

 

 -En el gabinete bonaerense hay ministros que militan en contra de la ley, como el caso de Joaquín de la Torre (Gobierno), que aseguró que dejará Cambiemos si vuelven a habilitar el debate.

 

-Bueno, yo a Joaquín lo quiero mucho y entiendo que hay temas que tienen que ver con convicciones personales. Cuando son cuestiones religiosas (como el caso de de la Torre), es más difícil discutirlo, aunque finalmente todos debemos aceptar lo que decide la mayoría.

 

-¿Usted es católica?

 

- Sí (duda)... lo soy.

 

-¿En algún momento de su vida estuvo en contra?

 

-Si, hace muchos años y he cambiado mi posición a partir de ver, de escuchar y de pensarlo de otra manera. Una suele ver estos temas desde su experiencia personal, desde lo que ve en la familia, en amigas que han tomado esa decisión. A una le parece tan terrible y dolorosa la experiencia e imagina que nunca podría estar de acuerdo. Sin embargo, cuando puede salirse de una misma para ver la realidad, ver que esto pasa y muchas mujeres mueren, ahí tiene que definir si lo va a seguir ocultando o si va a actuar y buscar una solución. Porque no es que una esté a favor del aborto, sino que hay que tomar conciencia de que ya sucede y no se puede aceptar que una mujer que elige hacerlo tenga luego que sufrir un segundo calvario ante la Justicia.

 

-La línea 144 esta bajo su mando y, casi como una contradicción, las mujeres que allí trabajan denunciaron malos tratos y precarización laboral.

 

-Sí, pero, para contextualizar la situación, antes que llegara Vidal al gobierno, existía una línea 0800 que tenía 14 operadores que venían de Seguridad y ocho profesionales que hacían el seguimiento. Cuando la gobernadora asume, decide que la política de género es una de las cuestiones prioritarias y particularmente la línea gratuita. Hoy la línea 144 tiene 70 operadoras, ocho coordinadoras generales y una directora, y eso solo en la parte de la línea de atención. La parte de seguimiento tiene 15 profesionales con una coordinadora y eso ha hecho que se haya mejorado el servicio. Antes, con el 0800 136, se recibían 11.000 llamadas mensuales, de las cuales seis mil se perdían por falta de seguimiento.

 

 

 

-Las trabajadoras denuncian que en el último tiempo les condicionan los minutos de cada consulta para poder recibir mayor cantidad de llamadas.

 

-Eso no es cierto. Hay mayor cantidad de llamadas porque hay más operadoras y mayor tiempo de atención. Pero nunca se acota el tiempo, todo lo contrario. También dijeron que parecía un call center y eso me dio mucha bronca, porque nosotros sabemos que es una línea de atención social y el tiempo que la mujer necesite hablar lo va a tener y la operadora la va a escuchar y atender. 

 

-Las empleadas no son contratadas por el Estado, sino por Provincia Net.

 

-Sí y por eso hablan de privatización. Yo respeto todas las posturas, pero la situación contractual no depende de mí. De lo que puedo dar fe es que la gobernadora prioriza el tema de género en su agenda de gestión.

 

-Es extraño que denuncien malos tratos. ¿Cuál es el régimen de trabajo que tienen?

 

-Hay cuatro turnos diarios durante la semana y otros equipos para el fin de semana. Trabajan seis horas por día.

 

-¿Existe la idea de expandir más el servicio, teniendo en cuenta el aluvión de llamadas del último tiempo?

 

 

.

 

 

-Se irá evaluando de acuerdo a si se sostiene el ritmo de llamadas o si resulta algo temporario y con el tiempo vuelve al caudal promedio.

 

-Se acerca un año electoral. Usted fue candidata a diputada provincial en 2015. ¿Tiene intenciones de volver a postularse?

 

-Ésa no es una decisión mía sino de la gobernadora de acuerdo a la evaluación que haga de mi trabajo. Yo estoy muy contenta con la gestión que estamos llevando a cabo y muy orgullosa de ser parte del equipo de María Eugenia. Siempre voy a estar donde me necesiten, porque, además, las candidaturas no son cosas que uno elige de forma individual, sino que resultan de una evaluación a nivel equipo. Eso es finalmente lo que hace a un proyecto político.

 

-¿Está afiliada a algún partido?

 

-No, nunca me afilié a ningún partido.

 

Ignacio García Aresca, Daniel Scioli, Darío Capitani y Miguel Siciliano, en la Feria Internacional de Turismo.
Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense.

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