La realidad de la Justicia bonaerense colonizada por hombres comienza a revertirse. Más de la mitad de los pliegos aprobados en la última reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado provincial se las llevó el cupo femenino, según se desprende del listado oficial, al que accedió Letra P. Este cambio de tendencia en la ocupación de espacios de poder se contrapone con la baja presencia femenina en el gabinete de María Eugenia Vidal, quien sigue buscando una mujer para cubrir una vacante en la Suprema Corte.
La Comisión aprobó el pliego de 37 funcionarios para ocupar diversas estrados vacíos en la provincia de Buenos Aires. El 59.45% de esas vacantes será para 22 mujeres. El resto (15 cupos, el 40.55%) quedó en manos de varones.
Esta irrupción de mujeres en el Poder Judicial no encuentra su correlato en el Ejecutivo, donde solo una mujer está en la línea de fuego, pero no de la gestión política, sino de la técnica. Se trata de la funcionaria Pro María Fernanda Inza, secretaria de Legal y Técnica del gobierno provincial, quien le cuida las espaldas a la Gobernadora para que no firme ninguna resolución fuera del marco legal vigente.
Anteriormente, la médica Zulma Ortiz supo ocupar el Ministerio de Salud, pero dejó su cargo en manos de otro hombre, Andrés Scarsi.
Pero, mientras las mujeres avanzan casilleros a paso firme en la Justicia, a Vidal la desvela la Suprema Corte bonaerense, donde quiere empoderar a otra mujer en la cima de la pirámide judicial para que acompañe a la titular cortesana saliente, Hilda Kogan.
Mientras busca a esa persona, no descuida el tablero de Casación bonaerense, donde varias actuales funcionarias pugnan por llegar a la máxima instancia penal de la provincia, que en la actualidad también está colonizada por hombres ocupando los despachos de jueces.Todos estos nombramientos forman parte de un fuerte déficit de magistrados: a fines de 2017, había más de 500 cargos sin cubrir, tal como informó este medio.