Cuando, en octubre de 2016, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires votó la ley de paridad de género, que establece que en las listas electorales haya la misma cantidad de hombres que de mujeres en orden alternado y por binomios, se puso como norte la igualdad numérica entre diputadas y diputados, como así también entre senadoras y senadores. Pero no. Hoy y hasta el 2019, habrá menos mujeres: la composición femenina en ambas cámaras no llega al 35%, ya que las listas fueron casi todas encabezas por hombres. Igualmente y a diferencia de años anteriores, las mujeres empiezan a ocupar lugares de poder como presidencias de cámara y de bloques o al frente de secretarías que hasta hace poco tiempo eran exclusividad de hombres.
Como la mayoría de las fuerzas políticas encabezaron sus listas con un hombre, luego una mujer y detrás un hombre, la distribución de lugares siempre favoreció a los hombres. La explicación también es que la ley de paridad no puede ir contra la voluntad popular. Así lo estableció la Junta Electoral con una resolución en la que dio por tierra la igualdad en casos de fusión de listas para los concejos deliberantes y ordenó armar las listas para las generales en base a los resultados de las Primarias. Además, las elecciones que pasaron fueron la primera vez que las listas se hicieron bajo el régimen de paridad. Con el paso del tiempo, se espera que las mujeres igualen a los hombres en lo que hace presencia legislativa.
En el oficialismo, los lugares expectantes siguen en manos de hombres. Salvo en la lista por la Octava sección electoral, Cambiemos encabezó todas las opciones para el Senado y Diputados con hombres. En la región capital lo hizo con Carolina Píparo, que luego se convirtió en diputada. En el resto fueron hombres: Gabino Tapia (Primera), Ismael Santiago Passaglia (Segunda), Adrián Urrelli (Tercera), Juan Carlos Fiorni (Cuarta), Franco Bagnatto (Quinta), Santiago Nardelli (Sexta) y Alejandro Cellillo (Séptima). El bloque que responde a la gobernadora María Eugenia Vidal en la Cámara baja bonaerense tiene 17 diputadas, de un total de 44 integrantes. En el Senado, Cambiemos tiene 11 legisladoras en un total de 29 bancas propias.
Legisladores del bloque Cambiemos antes de la Asamblea Legislativa del pasado 1 de marzo (Foto: AG La Plata)
Tanto en el Senado como en Diputados, Cambiemos tiene presidentes y vicepresidentes de bloque varones: Maxi Abad en la Cámara baja y Roberto Costa en la Cámara alta.
Unidad Ciudadana le dio un poco más de lugar a la mujer, pero la ecuación -con el resultado de las elecciones- también sigue siendo desfavorable. En el Senado, de un bloque de 11 bancas hay apenas tres mujeres. En Diputados, Unidad Ciudadana tiene 22 integrantes. De ese total, hay seis mujeres. Sin embargo, ambos bloques kirchneristas son presididos por mujeres: Teresa García en el Senado y Florencia Saintout en Diputados. Ambas ostentan un rol de conducción y ejercen poder en un ámbito político que históricamente fue dominado por hombres.
Las diputadas Saintout y Lucía Portos (Foto: AG La Plata)
Paradójicamente, el Frente Renovador, que fue uno de los espacios políticos que más militó la ley de paridad de género, se quedó sin representantes femeninas en el Senado. Esto fue, simplemente, por la baja performance electoral que tuvo. En Diputados, el bloque massista también tiene menos mujeres que hombres y es presidido por Rubén Eslaiman. La vicepresidencia sí es para una mujer: Valeria Arata. De 13 integrantes, hay 3 diputadas.
Los bloques PJ-Unidad y Renovación también tienen preponderancia masculina. En la Cámara alta, la bancada es presidida por Darío Díaz Pérez. Son tres senadores y una sola senadora (Gabriela Demaría). En Diputados, el bloque del PJ está conducido por el ex intendente de Florencio Varela Julio Pereyra y hay tres diputadas (Fabiana Bertino, Marisol Merquel y Patricia Moyano) sobre cinco.
Sin embargo, la vicepresidencia de la Cámara que obtuvo el bloque peronista fue ocupada por Merquel. Cambiemos también optó por una mujer para la vicepresidencia tercera del cuerpo, con Maricel Etchecoin Moro. Y, por primera vez, la Secretaría Legislativa está a cargo de una mujer: Cristina Tabolaro.
Uno de los caminos para resolver la igualdad numérica es, básicamente, que las listas seccionales para las elecciones 2019 sean encabezadas por mujeres. Eso aseguraría mayor presencia femenina a futuro. Aunque lo que de verdad se debe discutir no es cuántas mujeres hay, sino cuál es el lugar que ocupan en la toma de decisiones y en la disputa real de poder.
EL GÉNERO EN LA AGENDA 2018. Con el año legislativo empezando a caminar ya pueden reconocerse algunas de las ideas que el oficialismo y la oposición tienen para poner en agenda con la mujer como principal motor.
Esta semana, por ejemplo, Cambiemos lanzó la Mesa Provincial de Mujeres Rurales.Según una de las promotoras, la diputada Vanesa Zuccari, se trata de un espacio de debate abierto y plural destinado a promover políticas públicas para las mujeres del agro bonaerense, que recorrerá distintos puntos de la provincia.
Por su parte, días atrás, Unidad Ciudadana realizó el primer Parlamento de la Mujer. Fue una actividad que sirvió de puntapié para la creación de distintas leyes que permitan discutir y generar políticas públicas efectivas frente a la violencia de género, la precarización laboral de las mujeres, la violencia obstétrica, la despenalización del aborto, la feminización de la pobreza y en defensa de los derechos al acceso a la educación y a la salud, a la identidad, el reconocimiento de la diversidad, la paridad laboral y la representación política.
