En el Gobierno lo celebran como una buena noticia. Pero el tema es engañoso. Mientras que puertas adentro de la Casa Rosada se congratulan por el efecto de las políticas del Banco Central sobre la inflación, en los sectores que manejan precios aseguran que el freno que se dio en las remarcaciones en la primera parte de octubre responde, sobre todo, a la recesión.
"El aluvión se cortó”, es la frase que utilizan en los grandes supermercados para graficar el freno en el envío de nuevas listas de precios de alimentos y bebidas. Para los productores que se reúnen en la cámara alimenticia COPAL, en tanto, la muletilla es que “las que se cortaron fueron las ventas”.
Según comentó un importante CEO que integra esa entidad, casi todas las empresas de alimentos y bebidas tienen balances rojos por el desplome de las ventas: en el pelotón están Ledesma, Arcor, La Serenísima y Molinos, todos colosos que además exportan. Hoy, no tienen mercado interno ni externo.
Los supermercados penan por la caída en las ventas. Los productores, en la misma línea.
Habitualmente, el abogado que preside la COPAL, Daniel Funes de Rioja, suele simplificar el asunto diciendo que “no hay mucho hilo para tirar en materia de aumentos de precios”. En su entorno reconocen, de todos modos, que “no es que no necesitemos aumentar, sino que no podemos porque no vendemos nada. En el sector alimentos, aún estamos con un dólar a $29”. Para el sector alimentos y bebidas, el más sensible y el que resume la inflación núcleo, agosto, septiembre y octubre fueron los peores meses del año en materia de ventas y de disparada de precios.
El detalle de nuevas listas al que accedió Letra P tiene a la primera quincena de octubre como la última en la que se produjeron modificaciones. El 20 del mes pasado se detuvo el pass through: hubo subas del 9% en La Virginia, 4% en Unilever y 5% en Pastas Knorr. “Pero fueron todos en productos muy puntuales, no en líneas completas”, concluyeron las fuentes.
En el Gobierno consideran que, a pesar de la recesión, este freno es señal de una tendencia a la baja de la inflación general, aún con números muy elevados en octubre. Para las empresas no está tan claro: “Si este es el costo para que baje la inflación, el año que viene vamos a tener menos empresas”, aseguran.