El lunes último, el Gobierno Nacional dio a conocer un decreto del Ministerio de Agricultura con el que le condonó a Molinos Río de la Plata una deuda millonaria en concepto de gravámenes a las exportaciones. La firma de Pérez Companc le debía a la AFIP cerca de U$S70 millones por ese cargo, de un pasivo que los Kirchner le reclamaron en 2008 a la alimenticia en pleno aumento de la alícuota de ventas externas.
Amancio Oneto, CEO de Molinos, fue uno de los que se sentó con Macri en Olivos cuando el presidente pidió respaldo.
Pero la compañía, en plena disparada del tipo de cambio, no respondió al Ejecutivo en consecuencia: según fuentes contaron a Letra P fuentes del retail y los supermercados, Molinos subió 17% en las últimas dos semanas y desde que el dólar está fuera de control dejó de aceptar pedidos de mercadería que hicieron las grandes superficies. “Nos dicen que no hay referencia de precios, y que tienen que volver a cambiar las listas”, contó un alto empresario a este medio. La decisión la tomaron algunas compañías de provisión de alimentos ante la incertidumbre que generó el dólar en $40.
Pero el caso de Molinos es particular porque ya venía aumentando arriba del 20% los valores en la primer parte del año. Y según el detalle al que accedió Letra P, pasó en las últimas dos semanas un cronograma de aumentos del 17%. Hace 7 días, subió 10% en pastas, rebozadores, arroz, bizcochuelos, yerba y aceite. Esta semana avisaron un 7% más en harinas y fideos.