Genoud deja el tribunal el 31 de mayo. Sólo quedarán tres integrantes. Por ley, deben ser siete. Sin cuórum propio, el oficialismo se sumerge en la rosca. Respira Conte Grand.
Axel Kicillof, en conferencia de prensa
La renuncia de un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires (SCBA) abre un nuevo frente de tormenta en la gestión de Axel Kicillof, que profundiza uno de sus karmas: las vacantes de magistrados sin cubrir en el servicio de justicia provincial. Desde el 1 de junio, la Corte tendrá apenas tres integrantes.
Este jueve fue confirmado oficialmente que el ministro Luis Genoud presentó la renuncia al cargo que se hará efectiva en pocas semanas. Hasta el viernes 31 de mayo, la SCBA contará con los cuatro integrantes habituales, pero luego quedará reducida a un tribunal compuesto por Hilda Kogan -ya tiene edad para jubilarse-, Fernando Soria y Sergio Torres. También está vacante el cargo de Subprocurador General de la provincia de Buenos Aires.
La Constitución de la provincia de Buenos Aires no establece cómo debe estar integrada la Corte. Eso está contemplado en la Ley Orgánica del Poder Judicial, donde se detalla que estará formada por “siete miembros”. Según la Carta Magna provincial, las o los integrantes serán “designados por el Poder Ejecutivo, con acuerdo del Senado, otorgado en sesión pública por mayoría absoluta de sus miembros”.
Hasta el momento, la cobertura de vacantes no parece ser una urgencia para Kicillof. Durante una entrevista con Letra P, en 2020, el entonces secretario general de gobierno, Federico Thea, señaló que completarla “no es prioridad” y adelantó que le gustaría que se hiciera con mujeres. En relación al perfil que buscaba el gobierno, detalló que la persona a elegir debe “conocer el derecho público provincial, entender el rol institucional como cabeza de un poder y tener trayectoria académica, además de entender la realidad social y las desigualdades que existen en la provincia. (Necesitamos) alguien preocupado por los derechos humanos, por la realidad de los más vulnerables”, dijo.
En caso de seguir con el vaciamiento de tronos en la cúspide de la judicatura bonaerense y más allá del perfil profesional buscado o deseado por el oficialismo, el gobernador deberá transitar un terreno que no es de su agrado, pero sí de suma relevancia política e institucional para la provincia que gobierna: construir una nueva Corte, verdaderamente independiente y con paridad de género.
Más allá de los perfiles buscados para completar el tribunal, el oficialismo no cuenta con cuórum propio en el Senado para deslizar los pliegos sin sobresaltos. Todo es materia de negociación constante con la oposición, donde los vasos comunicantes por estos temas aparecen obturados.
Una muestra de ello es que el bloque oficialista no consigue los votos para la remoción del procurador Julio Marcelo Conte Grand, a quien señalan como una cuña de la exgobernadora María Eugenia Vidal para empastar la gestión en materia de política criminal que debe derramar en toda la provincia de Buenos Aires, el distrito de mayor peso del país, tanto en lo económico como en lo electoral.