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Justicia: las materias pendientes de una bolilla que Kicillof no estudió

A diferencia del Presidente, no emitió palabra pese al rosario de problemas en ese poder del Estado. El caso Conte Grand. Silencio en la Suprema Corte.

Hay silencios que hablan. Durante su discurso ante la Asamblea Legislativa, el gobernador Axel Kicillof no hizo mención al sistema de justicia ni al Poder Judicial con el que cogobierna, el segundo más grande de Sudamérica, solo superado en volumen por el del Estado de San Pablo (Brasil). El gobernador se sentó en el recinto sabiendo que los jueces de la Suprema Corte estaban siguiendo el discurso vía web; también lo hacía el procurador Julio Conte Grand. En sus más de dos horas de discurso, el mandatario obvió cualquier alusión a reformas judiciales, no hizo referencia al servicio de justicia bonaerense ni al caso de los ministros de la Corte Luis Genoud e Hilda Kogan que figuran en una lista de vacunados VIP en un hospital público de Florencio Varela.

 

El silencio de Kicillof sobre el tema contrastó con el de Alberto Fernández, quien disparó con munición gruesa contra la Justicia. El Presidente anunció que enviará al Congreso proyectos para “establecer las exactas competencias” de la Corte Suprema y para modificar el funcionamiento del Consejo de la Magistratura. Y cuestionó que los integrantes del Poder Judicial “disfrutan de privilegios de los que no goza el resto de la sociedad”. Destacó que jueces y fiscales no pagan el Impuesto a las Ganancias y que su corporativismo les permite atornillarse al poder. “Quiero pedirle al Congreso Nacional que asuma el rol de control cruzado sobre el Poder Judicial. Institucionalmente alguien debe ocuparse de ver lo que ocurre en la Justicia, no para interferir, sino para que se administre justicia”, disparó Fernández.

 

La relación del Ejecutivo provincial con la Corte es correcta. No hay sintonía fina, pero tampoco rebelión alguna. Desde el inicio de su gestión, el objetivo de Kicillof fue desplazar al procurador Conte Grand, un funcionario identificado con la exgobernadora María Eugenia Vidal. Ministros del Gabinete pidieron su renuncia en reiteradas oportunidades. La última fue la titular de Gobierno, Teresa García. “Conte Grand no puede ser procurador porque no es objetivo”, dijo en una entrevista con Letra P. El jefe de los fiscales resiste.

 

Motivos para hablar del Poder Judicial hay muchos: la preocupante demora en la resolución de causas, la magra remuneración de las y los trabajadores en contraposición con los jugosos salarios de la magistratura (también, en su mayoría, exentos de pagar Ganancias), el mal funcionamiento de las plataformas virtuales, el denunciado abuso de las prisiones preventivas y las interminables vías de apelaciones que ralentizan las causas penales, entre otras.

 

Por lo anterior, la Justicia bonaerense tiene una imagen negativa superior al 73 por ciento, según encuestas realizados a ciudadanos y abogados. Algunos sondeos muestran un 80% de desconfianza en ese poder del Estado. Cifras que vuelve más audible el silencio de Kicillof.

 

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