El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, festejó en las redes sociales la resolución del Senasa que habilitó las importaciones de vacunas contra la aftosa y sentenció que se trataba de “el fin del modelo de la casta”. Desde 2001 a la fecha, dos laboratorios cartelizan ese mercado: el argentino Biogénesis Bagó y CDV, de capitales alemanes. Ahora, aparece un tercero en discordia.
Hasta que el 15 de mayo pasado se publicó la resolución 333/25 del Senasa, ambos gigantes farmacéuticos podían fijar precios y proveedores, a la vez que cosechar odios y denuncias entre productores ganaderos y potenciales competidores. En el ámbito local, Biogénesis Bagó, cuyo socio mayoritario es el empresario Hugo Sigman, estaba apuntada por Diego La Torre, ceo y cofundador de Tecnovax, una compañía dedicada a la sanidad animal que ahora va por todo.
Sigman y su socio libertario
Según el último relevamiento de Forbes, Sigman ocupa el segundo peldaño en las fortunas de Argentina, sólo precedido por Marcos Galperin. El poderoso empresario, psiquiatra de profesión, ceo y fundador del Grupo Insud, acumula 6.500 millones de dólares en su haber.
Sigman es mecenas y productor de la aclamada serie El Eternauta, un lujo que puede darse mientras su holding está a la vanguardia en el desarrollo de medicina hormonal para las mujeres, además de haber creado la primera vacuna contra el cáncer de pulmón y coproducido la vacuna Astrazeneca durante la pandemia de Covid 19, junto a la fundación del magnate mexicano Carlos Slim.
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Hugo Sigman en el estreno de El Eternauta
Sigman se mostró muy cerca del albertismo durante la pandemia. Ahora, quien apareció como link con el mundo libertario fue su socio en la firma ELEA y pariente político Daniel Sielecki, tío del embajador libertario en Francia, Ian Sielecki. Sigman y Sielecki estuvieron en la gala de presentación de la Fundación Faro que impulsó el asesor presidencial Santiago Caputo, donde el cubierto costaba 25 mil dólares.
Las importaciones y el factor Brasil
La resolución 333/25 firmada por el titular del Senasa, Pablo Cortese, establece la equivalencia y autoriza la venta de vacunas en Argentina que cuenten con certificación de venta en Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Suiza, Israel, Canadá, Austria, Alemania, Francia, Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, España, Italia y los países socios fundadores del Mercosur.
Esta última precisión que amplía el alcance al Mercosur no estaba incorporada al texto original de la norma. En su lugar sólo se había habilitado a la República Oriental del Uruguay. Sin embargo, algunas horas después de publicada en el Boletín Oficial, el mismo organismo decidió la modificación a través de la Resolución 338/25 “a fin de dar mayor apertura y libertad”.
La realidad es que el principal interesado en la importación de este producto veterinario pretende traerlo desde Brasil a un valor mucho menor al actual. Se trata del empresario biotecnológico Diego La Torre, dueño de Tecnovax, la compañía que creó en 2003 para desarrollar, producir y comercializar en la región vacunas para ganado, peces y animales de compañía. La Torre es el promotor de una denuncia contra Sigman ante la Comisión Nacional de Derecho a la Competencia (CNDC) por ejercicio de monopolio.
La redacción original del Senasa generó sospechas de cortocircuitos entre Milei y Sturzenegger. Especialistas del sector consideraron que el presidente había mandado a excluir a Brasil de los países autorizados a vender la vacuna para no interferir en los negocios de su benefactor. Sin embargo, la norma complementaria echó por tierra estas especulaciones y abrió nuevos interrogantes sobre la reacción del gigante farmacéutico que timonea Sigman.
La chicana de CFK y el gol de La Torre
“Estos desregulan a favor de poquitos muy poderosos. A ver, Milei, ya que sos tan guapo, desregulá los medicamentos…”, lanzó en noviembre de 2024 en Rosario Cristina Fernández de Kirchner, némesis elegida por el mandatario para librar su batalla cultural. Entonces, Sturzenegger sacó pecho y le contestó a la expresidenta que el DNU 70/23 preveía la inclusión de genéricos en la receta electrónica y prohibía la prescripción de marcas. Lo cierto es que ese primer intento quedó velado por el lobby farmacéutico liderado por Sigman y la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA). El Ministerio de Salud le bajó por completo el precio a esa parte del decreto.
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Ahora, el autor del megacanje durante el gobierno de Fernando de la Rúa encontró la oportunidad para retomar su objetivo. Esta vez se apoyó en la recomendación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) que indica derogar la Resolución 108/01 y autorizar las importaciones de vacunas contra la fiebre aftosa de países que cumplan con los requisitos de sanidad y manufactura.
La CNDC comenzó su intervención en 2024 a raíz de las denuncias casi en simultáneo de la Sociedad Rural del sur de Salta y del ceo de Tecnovax. En ambos casos, las denunciantes acusaron a Biogénesis y a CDV de llevar adelante prácticas anticompetitivas concertadas en el mercado de vacunas contra la fiebre aftosa. La respuesta favorable a los denunciantes llegó el último 7 de mayo, cuando la comisión le envió su dictamen al Secretario de Industria y Comercio, Esteban Marzoratti, y a su par de Agricultura, Ganadería y Pesca, Sergio Iraeta, aconsejando abrir el juego a los importadores.
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Diego La Torre, ceo de Tecnovax
La Torre, avalado por la resolución de Senasa, ya advirtió que a la brevedad concretará la compra de vacunas al laboratorio Ourofino Salud Animal, una de las plantas más grandes de Brasil.
El último gran brote de fiebre aftosa en el país ocurrió en plena crisis política de los 2000, cuando el pampeano Antonio Berhongaray, histórico dirigente de la UCR, ocupaba la Secretaría de Agricultura del fallido gobierno de la Alianza. Ese mismo año, la Organización Mundial de Salud Animal había declarado a la Argentina libre de aftosa sin vacunación, categoría que duró poco y nada. Actualmente, en el territorio conviven dos estatus sanitarios: uno libre de aftosa con vacunación y otro libre de aftosa sin vacunación.