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Por el dólar barato y una Aduana light, uno de cada tres teléfonos celulares del país viene del contrabando

El "mercado gris" se profundizó en el último año. Fabricantes apuntan a la divisa y la falta de controles en la frontera. Bajar impuestos, la solución oficial.

Uno de cada tres teléfonos celulares que se venden en Argentina provienen del contrabando, según datos que relevó la industria. La menor brecha cambiaria, el relajamiento en los controles de la Aduana y el dólar barato profundizaron la tendencia que ya se manifestaba por los altos precios de la tecnología en el país.

La información es compartida por la Asociación de Fabricantes de Electrónica de Tierra del Fuego (Afarte) y las compañías de telefonía celular. Cada aparato tiene un número de serie único en el mundo, el International Mobile Equipment Identity o IMEI. Claro, Movistar y Personal asocian ese código al chip de la línea cuando un teléfono celular se activa en el país. Así, la industria conoce si el IMEI corresponde a un aparato fabricado en el país, a un equipo ingresado legalmente por un importador (y que, por lo tanto, tiene una etiqueta de la Aduana) o a un teléfono del “mercado gris”.

El “mercado gris” incluye equipos provenientes tanto del contrabando como a aquellos comprados de manera legal por consumidores en el exterior, tanto por viajes como vía courier.

Festival de importaciones y contrabando en Argentina

Más allá de boom de viajes al exterior, los fabricantes consideran que el grueso de ese tercio de equipos no declarados proviene del contrabando e ingresa desde países limítrofes. Afarte notó que la tendencia se profundizó desde principios de 2024, a medida que se comprimía la brecha cambiaria -que funcionaba como barrera, ya que los equipos se cotizaban al dólar paralelo- y se relajaban controles en la frontera. La activación de IMEI “blue” era de aproximadamente un 25% del total a comienzos del año pasado; ahora pasó a niveles de 33%, en un contexto de menor poder adquisitivo y caídas en la fabricación local.

Este martes, el Gobierno anunció la eliminación de aranceles y baja de impuestos internos a teléfonos importados y la eliminación de impuestos internos a los fabricados en el país. El vocero Manuel Adorni afirmó que la medida, al abaratar precios, desincentivará el robo y el contrabando de equipos.

Poco después, Luis Galli, el ceo de Newsan, uno de los dos grandes fabricantes, afirmó en el evento del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF): “El mercado celular ya venía bastante castigado por el contrabando, que aumentó al no haber brecha. Hoy uno de los tres teléfonos que se activa en Argentina son de contrabando. Y seguramente esta medida, si se implementa, va a afectar mucho más la producción".

Mirgor, de la familia Caputo, y Newsan, de Rubén Cherñajovsky, son las dos principales empresas de electrónica de Tierra del Fuego. Mirgor fabrica equipos Samsung y Newsan tiene la licencia para elaborar teléfonos de Motorola. En 2023, las empresas que integran Afarte fabricaron 9,8 millones de teléfonos celulares e importaron (legalmente) 187.000. Este último dato es muy parcial, porque no incluye al resto de los importadores (sin ir más lejos, quedan excluidos los iPhones).

Aduana light

Los fabricantes llevaron la preocupación por el contrabando al Gobierno, tanto en las reuniones periódicas con la Secretaría de Comercio e Industria a cargo de Pablo Lavigne como en el Ministerio de Seguridad que encabeza Patricia Bullrich. Hubo compromisos de trabajar el tema, pero ningún refuerzo en la frontera.

Al contrario, la Aduana flexibilizó procedimientos para importar legalmente distintas mercaderías. Quienes miran con preocupación lo que entra y sale por fronteras terrestres sospechan que eso habilitó también mayores volúmenes de ingresos ilegales. La burocracia es engorrosa, pero funciona como barrera. La informalidad también se beneficia de los menores requisitos de ingreso.

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La fabricación de teléfonos celulares en Tierra del Fuego, en crisis por el contrabando y la baja de aranceles.

La fabricación de teléfonos celulares en Tierra del Fuego, en crisis por el contrabando y la baja de aranceles.

La flexibilización de requisitos para entrar o fabricar celulares es tal que hay equipos que se venden en el país con cargadores que no están adaptados para los enchufes argentinos y necesitan un adaptador.

Baja de impuestos, sin notebooks

Los fabricantes quisieron avanzar con una “lista blanca” en el que hubiera que registrar los EMEI importados por los usuarios que compran el teléfono en el exterior. Sería una manera burocrática de discriminar a los equipos ingresados individualmente, vía courier, de los contrabandeados. Las telefónicas se negaron y con lógica: son las que deberían poner la cara para rechazar los equipos que, con ese mecanismo, quedarían inhabilitados para funcionar en el territorio.

El Gobierno aceleró la baja de impuestos, que también afecta a TVs, aires acondicionados y monitores -fabricados en Tierra del Fuego e importados- y a consolas de videojuegos traídas del exterior.

La rebaja no alcanza a las notebooks, un equipo de primera necesidad. Hace un año, fuentes oficiales planteaban que bajar aranceles e impuestos a las computadoras provocaría una merma de recaudación de unos U$S 100 millones al mes. El régimen “puerta a puerta” y los viajes al exterior seguramente cambiaron la ecuación.

La industria fueguina todavía digiere los anuncios. Celebró la eliminación de impuestos internos a la fabricación, pero advirtió que la rebaja arancelaria e impositiva a los bienes importados la dejará fuera de carrera. “Con la reducción a cero de derechos (de importación) en celulares, es muy difícil competir”, dijo Galli. La industria fueguina emplea a unas 9.000 personas de manera directa.

El Gobierno eliminó los aranceles de importación y preocupa la sostenibilidad de la industria de Tierra del Fuego.
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