El legado del papa Francisco: países destinan más a pagar deuda que a salud y educación
Informe impulsado por Bergoglio y coordinado por Martín Guzmán alerta sobre empréstitos impagables. La Iglesia exige reforma financiera ya. El caso argentino.
Martín Guzmán, el elegido del papa Francisco para el estudio sobre la deuda.
Martín Guzmán, el elegido del papa Francisco para el estudio sobre la deuda.
Vatican Media
El papa Francisco impulsó el Reporte del Jubileo, coordinado por el premio Nobel Joseph Stiglitz y el exministro Martín Guzmán, que plantea una reforma del sistema financiero internacional. Presentado en La Plata por el arzobispo Gustavo Carrara, el documento advierte que el peso de la deuda limita la inversión en salud y educación y reclama nuevas reglas de cooperación global.
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Según el informe, 3400 millones de personas viven en países que destinan más recursos al pago de intereses que a sus sistemas sanitarios, mientras que 2100 millones habitan en naciones que priorizan la deuda por sobre la educación.
El Presupuesto 2026 que el presidente Javier Milei elevó al Congreso revela que Argentina es uno de los países con esa constatación de prioridades, dado que prevé destinar $8,8 billones para salud, $7,7 billones para educación y cultura, $1,6 billones para ciencia y $14,1 billones para servicios de deuda.
Presupuesto 2026 salud educación deuda
La magnitud de la crisis revela, sostiene el grupo de economistas que participó de la elaboración del estudio encomendado por el pontífice argentino, que no se trata de problemas aislados sino de una falla estructural en la arquitectura financiera mundial.
Presentación del documento
Carrara, el primer cura villero promovido a obispo por Jorge Bergoglio, enmarcó la presentación en la tradición cristiana del jubileo, al destacar que “la dignidad de cada persona debe estar en el centro de la economía”.
A su turno, Guzmán remarcó que la dinámica global es asimétrica: “En cada crisis, los capitales migran hacia economías seguras, dejando sin recursos a los países en desarrollo”.
Aunque no refiere puntualmente al caso argentino, el presentación del documento impulsado por Bergoglio se da en momentos en que Milei espera un salvataje de Donald Trump para afrontar unos u$s 8500 millones de deuda y el ministro de Economía, Toto Caputo, negocia desde hace meses una salida para los vencimientos de enero y julio.
El informe, elaborado por un equipo de economistas del mundo coordinado por Stiglitz y Guzmán, enmarca el problema en un contexto más amplio: muchos países de ingresos bajos y medios enfrentan crisis de deuda que no se miden sólo en defaults legales, sino en incumplimientos con sus pueblos, su ambiente y su futuro.
Para cumplir con acreedores, gobiernos sacrifican inversión en educación, salud, infraestructura y resiliencia climática, lo que erosiona la soberanía y deslegitima la política nacional.
La responsabilidad es compartida entre deudores que contrajeron préstamos insostenibles, acreedores que financiaron riesgos sabiendo que no podrían sostenerse e instituciones financieras internacionales que postergaron reformas estructurales.
UCALP Carrara Martín Guzmán deuda papa
El papa Francisco y la deuda: la rectora de la UCALP, el arzobispo Gustavo Carrara y Martín Guzmán.
El caso más dramático -se describe en el documento- es África, donde 57% de la población vive en países que -se grafica en el estudio- gastan más en deuda que en salud o educación, en un escenario agravado por la herencia del colonialismo y el impacto del cambio climático, del que las naciones pobres son víctimas aunque poco contribuyeron.
En este marco, el pontífice argentino había convocado a una Comisión del Jubileo 2025, retomando el legado del papaJuan Pablo II, pero con un horizonte más ambicioso: no sólo aliviar deudas, sino reformar la arquitectura financiera global para que el desarrollo y la justicia social prevalezcan sobre la especulación y el desequilibrio estructural.
Seis ejes para una reforma financiera
El Reporte del Jubileo establece seis lineamientos centrales para enfrentar la crisis:
Impulsar mercados financieros locales y reducir la dependencia de monedas extranjeras.
Fomentar un endeudamiento soberano responsable, con visión intergeneracional.
Aumentar la transparencia y el control parlamentario en las decisiones de deuda.
Reducir compromisos ocultos, como asociaciones público-privadas que generan pasivos fiscales.
Promover la cooperación entre países deudores para mejorar su poder de negociación.
Fortalecer la integración financiera Sur-Sur, mediante líneas de intercambio y sistemas regionales de pagos.
Estas medidas apuntan a garantizar que las deudas sirvan para financiar proyectos de desarrollo y no para alimentar ciclos de dependencia y especulación.
Un jubileo para la economía mundial
Las conclusiones subrayan que resolver la crisis de deuda no es sólo un desafío técnico, sino también político y moral. En ese sentido, el texto propone un “HIPC II”, en alusión al programa internacional de alivio de deuda para países altamente endeudados en los años noventa.
De cara al Jubileo 2025, que la Iglesia está celebrando en el Vaticano y en las diócesis del mundo, advierte que seguir “pateando” los problemas sólo profundizará las fracturas sociales y económicas.
Martín Guzmán
El informe señala que la falta de un mecanismo global de reestructuración soberana convierte cada default en un campo de disputa desigual, donde los acreedores privados imponen condiciones que agravan la pobreza.
Por esto, propone rediseñar las reglas del financiamiento internacional, la tributación y el comercio.
Esperanza y solidaridad como horizonte
“La deuda no puede ser una herramienta de opresión”, sostiene el documento, en sintonía con las encíclicas de Bergoglio.
Con un llamado a la solidaridad, insta a construir una coalición internacional que priorice el bienestar de los pueblos por encima de las ganancias financieras.
De este modo, el Reporte del Jubileo se presenta no solo como un diagnóstico de la crisis, sino como una hoja de ruta para transformar las finanzas en un instrumento de desarrollo, justicia y dignidad.