La llegada de León XIV al Vaticano inauguró una etapa de expectativas e incertidumbre para la red de asesores argentinos que el papa Francisco configuró durante sus 12 años de pontificado. Las designaciones de figuras como Juan Grabois, Martín Guzmán, Gustavo Beliz y Lucio Ruiz reflejan una construcción político-intelectual con fuerte anclaje nacional que ahora queda expuesta al recambio apostólico.
Desde 2013, Jorge Bergoglio forjó una estructura de influencia que trascendió el ámbito religioso para integrar saberes académicos, sociales y científicos.
En esta trama, el ADN argentino se consolidó en áreas estratégicas de la Curia romana y en organismos pontificios de alcance global.
Continuidad académica y la tensión política
Entre los cargos más visibles figura la teóloga Emilce Cuda, actual secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL) y miembro ordinario de la Pontificia Academia para la Vida. La dirigente representa el perfil más sólido del pensamiento latinoamericano progresista que Francisco intentó institucionalizar en Roma y fue colaboradora directa de Prevost, por lo que su continuidad estaría garantizada.
emilce cuda cardenal prevost.jpg
Robert Prevost, actual León XIV, con la argentina Emilce Cuda
Emilce Cuda en X
En la misma línea se encuentra Guzmán, ex ministro de Economía de Alberto Fernández, designado en 2021 como académico ordinario de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales. Su incorporación se leyó como una apuesta por vincular la Iglesia con economistas heterodoxos del Sur global, en línea con la encíclica Fratelli tutti.
Otro caso es el de Beliz, ex secretario de Asuntos Estratégicos, incorporado en 2020 al mismo organismo. Con un perfil centrado en innovación y desarrollo humano, Beliz representó el anclaje tecnocrático de la agenda franciscana.
Tanto él como Guzmán están ahora a la espera de una eventual renovación de sus mandatos, que -por norma- son de cinco años y no automáticos.
Permanencias técnicas: el capital científico
En la Pontificia Academia de Ciencias, la legión argentina mantiene una presencia consolidada desde hace décadas. Nombres como Luis Caffarelli, Antonio Battro y Juan Maldacena son referentes internacionales cuyas trayectorias exceden los vaivenes eclesiásticos.
Aunque fueron nombrados en pontificados anteriores, el impulso institucional que recibieron durante el papado de Francisco fue notorio. Su continuidad no parece estar en riesgo, en parte por el carácter eminentemente técnico de sus roles.
Fernando Szlajen es un caso particular. En 2017 se constituyó en el primer rabino designado miembro ordinario de la Pontificia Academia para la Vida y en 2022, Francisco lo ratificó por otro quinquenio. Integra el grupo de estudiosos que proveen marcos reflexivos al pontífice sobre múltiples aspectos de las problemáticas humanas: aborto, eutanasia, ética e Inteligencia Artificial, entre otras.
Poder social, digital y territorial
En el plano más político y territorial, uno de los nombres más resonantes es Grabois. Desde 2015, fue consultor del desaparecido Pontificio Consejo de Justicia y Paz, luego absorbido por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, un “ministerio social” creado por Francisco para institucionalizar el trabajo con los movimientos populares. La continuidad de este organismo será clave para leer la orientación social del nuevo pontífice.
león xiv radio vaticana.jpg
El papa León XIV en Radio Vaticana.
Vatican Media
Otra figura central es Ruiz, actual secretario del Dicasterio para la Comunicación, impulsor de la estrategia digital del Vaticano. Bajo su gestión se fortalecieron iniciativas de formación de influencers católicos y se potenció la comunicación sinodal. Su permanencia dependerá de si León XIV mantiene la línea comunicacional iniciada por Bergoglio o imprime un giro más tradicional.
En clave de género, María Lía Zervino, socióloga y laica consagrada, marcó un hito en 2022 al ser designada como miembro del Dicasterio para los Obispos, un ámbito históricamente reservado al clero. Su inclusión fue leída como parte del impulso feminista y sinodal de Francisco, ahora también bajo revisión.
Entramado político con anclaje peronista
Buena parte de los vínculos entre el Vaticano y la Argentina durante el papado de Francisco tuvieron un contenido político y simbólico. Varios de los actores clave poseen afinidades explícitas con el peronismo, en especial con sus vertientes más sociales y populares.
Uno de los casos paradigmáticos es el del exlegislador Gustavo Vera, coordinador de la Multisectorial 21F y operador territorial con línea directa con el Vaticano.
Aunque sin cargo formal, fue articulador de múltiples iniciativas con la Iglesia. En este círculo orbitaban también figuras como Felipe Solá, Hugo Moyano y referentes judiciales.
El obispo Marcelo Sánchez Sorondo, ex canciller de la Pontificia Academia de Ciencias, fue un articulador clave en este entramado.
lorenzetti papa francisco vera.jpg
El papa Francisco con algunos miembros de la legión argentina que asesoran a León XIV
Captura de redes
Durante su gestión, organizó cumbres en Roma con jueces y fiscales argentinos como Raúl Zaffaroni, María Servini, Ricardo Lorenzetti, Sebastián Casanello y Ariel Lijo, entre otros.
Esta diplomacia judicial fue uno de los sellos menos visibles, pero más potentes del papado argentino.
León XIV: ¿transición o un cambio de época?
La Iglesia Católica establece que los cargos curiales caducan con la muerte del papa, especialmente los prefectos de dicasterios, quienes deben ser ratificados o reemplazados por el sucesor.
En cambio, los nombramientos académicos tienen una vigencia predeterminada, lo que otorga cierto margen de permanencia, pero también los expone a decisiones políticas.
robert prevost león xiv
Robert Prevost, ahora León XIV.
Vatican Media
Hasta ahora, León XIV evitó pronunciarse públicamente sobre el destino de los asesores nombrados por su antecesor. Sin embargo, algunos indicios -como los primeros gestos hacia África y Asia y los movimientos dentro del cuerpo diplomático- sugieren un reordenamiento geopolítico que podría diluir el peso argentino en Roma.
Si bien aún es pronto para hablar de una ruptura, los signos marcan una transición. Y en este tránsito, la huella argentina en el Vaticano podría verse reducida o redefinida según las prioridades de una nueva etapa.